Lo que aquí se ve, es el contenido de un kit completo, para elaborar cerveza artesanal.
Por fin he sacado el tiempo necesario, pues hace aproximadamente un año que asistí a un curso en El Taller de las Tradiciones para la fabricación de cerveza y hasta ahora, no había tenido tiempo de emprender la tarea.
Todo empezó en el blog de Apicius, él hacía cerveza artesanal y yo quedé fascinada con la idea. Luego asistí al curso en Madrid y compré todo lo necesario para iniciarme. Lo que voy a compartir es pues, mi primera experiencia.
No he querido complicarlo mucho para empezar, así que compré este kit con la malta ya preparada, pero si el experimento sale bien, lo que en realidad me gustaría es abordar la fabricación desde el principio, trabajando la cebada y obteniendo mi propia malta, agregando mi propio lúpulo y así poder llegar a realizar una cerveza que tenga identidad propia, como las que ha hecho Apicius y que con algunos de vosotros, he tenido el privilegio de probar. Una excelente cerveza con personalidad propia. Pero en mi caso, eso se andará, que de momento, ni siquiera sabemos si esto va a salir o no.
Vamos paso a paso, empezando con lo que vamos a necesitar. Yo compré el kit con todo por un precio que ronda los 100 Euros, en Cervezas del Mundo.com Sin embargo, es posible que podáis haceros con el equipo de otras muchas formas, ideas no faltan en Internet. De todas formas, la inversión mayor es la inicial, pues luego, ya tendremos todo el equipo y solamente tendremos que comprar las maltas y las levaduras.
Dos cubos de plástico, de 25 litros de capacidad. Uno al menos, con tapadera (en la foto de arriba)
Dos grifos para los cubos, con su rosca.
Una Válvula de fermentación con junta para ajustarla a la tapa del cubo
Un producto desinfectante, en este caso, Chemipro Oxi, pero se puede utilizar simplemente lejía.
Paleta oxigenadora
Termómetro (hasta 100º)
Densímetro
Una escobilla para limpiar las botellas
Un tubo flexible y otro rígido
Una probeta para las mediciones
Chapas y el aparato para chapar las botellas
En el kit también se incluyen dos botes de malta, con un peso de 3 Kilos. Esta malta se puede elegir entre un amplio catálogo, aunque se recomienda para iniciarse esta malta, en concreto una Linthwaite Pride of Yorkshire que según las recomendaciones, obtiene una cerveza ámbar claro, refrescante, sabrosa con un 4 a 4,5% de alcohol
Por último, una bolsita de levadura así como otra de lúpulo.
Además del contenido del kit, necesitaremos:
Botellas de cristal, que han de ser fuertes. No sirven las que venden en el supermercado, sino las retornables de los bares. También se venden en Cervezas del Mundo.com aunque algo caras.
Pueden usarse botellas de cava vacías, pero en ese caso, necesitaremos chapas adaptadas a esas botellas.
El por qué no sirve cualquier botella es debido a que estas cervezas están vivas y siguen un cierto proceso de fermentación dentro de la botella. Si el cristal no es el apropiado, se corre el riesgo de que las botellas estallen.
También necesitaremos una olla bien grande, que no sea de aluminio.
Escribiendo estas líneas, es cuando me percaté de que había trasgredido esta recomendación sin darme cuenta y había hervido la malta en una olla de aluminio, que era la olla más grande que tenía, concretamente una cuscusera.
Lo primero que sentí es que había metido la pata y tendría que tirar toda la cerveza (23 litros ). Pero me puse a investigar.
Lo que dice el manual que acompaña al kit, respecto a la olla, es lo siguiente:
“Nunca utilizar una olla de aluminio, ya que reacciona con la cerveza y tomaría mal sabor”
Un poco decepcionada por mi error, seguí buscando por Internet y lo que encontré era la misma frase, con la misma información, repetida una y otra vez en todos los lugares que visitaba.
Pedí consejo al maestro Apicius y me dijo que en su opinión, había que esperar y ver qué pasaba con la cerveza.
También pedí consejo a Cervezas del Mundo.com que tienen un apartado para consultas, pero hasta este momento, no me han contestado.
Seguí buscando y encontré esta página que contenía mucha información y detallada, para la elaboración de cerveza.
Respecto a la olla dice lo siguiente:
“ El material de la olla… para una vez es absolutamente intrascendente, puede
ser de aluminio, de acero, de hierro, de chapa, de cobre, etc. Lo mismo da. A la larga sí hay algunos materiales que no son nada recomendables, siendo el mejor el acero inoxidable (caro con ganas) y el aluminio (mucho más asequible).
Podrás leer u oír que el aluminio es pernicioso, y no digo yo que no, pero lo que es indudable es que el mosto caliente con pH bajo produce la oxidación del aluminio, creando una pátina superficial del óxido de aluminio completamente insoluble, y que evita el contacto del mosto con el aluminio”.
ser de aluminio, de acero, de hierro, de chapa, de cobre, etc. Lo mismo da. A la larga sí hay algunos materiales que no son nada recomendables, siendo el mejor el acero inoxidable (caro con ganas) y el aluminio (mucho más asequible).
Podrás leer u oír que el aluminio es pernicioso, y no digo yo que no, pero lo que es indudable es que el mosto caliente con pH bajo produce la oxidación del aluminio, creando una pátina superficial del óxido de aluminio completamente insoluble, y que evita el contacto del mosto con el aluminio”.
Bueno, esto tenía sentido y sobre todo, me dejaba seguir con mi experiencia cervecera. Así que aunque en próximas ocasiones no usaré la olla de aluminio, por esta vez seguiré con el proceso y ya veremos si la cerveza sale con mal sabor o si la salvamos.
En cualquier caso, la explicación de cómo se hace sería la misma, con la salvedad de no cometer el mismo error que yo, y usar una olla que no sea de aluminio.
Una vez que tenemos todo lo necesario, nos metemos en faena.
Empezamos colocando un grifo en uno de los cubos. Es sencillo, el cubo tiene un orificio, por un lado irá la rosca y por el otro, el grifo en sí. Apretamos bien y mantenemos en posición de cerrado.
Esta es la vista del interior del cubo
Ahora llenaremos el cubo con 10 litros de agua y añadiremos 10 cucharaditas de polvo limpiador. Removemos bien con la espátula para disolver el polvo y metemos dentro del cubo todos los utensilios, para desinfectarlos. Se dejan en la solución de 2 a 5 minutos, se sacan, se aclaran con agua y se dejan sobre un paño limpio.
Con la solución, terminaremos también de limpiar el propio cubo, que enjuagaremos igualmente.
La limpieza es muy importante, la cerveza tiene facilidad para contaminarse y eso arruina el sabor del producto final. En este proceso conviene pues esmerarse al máximo.
A continuación procedemos a rehidratar la levadura, para lo cual, tenemos que hervir durante diez o doce minutos, 20 cl. De agua. Retiramos del fuego y la echamos en un vaso limpio.
Dejaremos que se enfríe hasta los 27 grados, que tardó sus buenos 20 minutos, pero si queremos acelerar el proceso, porque tenemos lo demás preparado y la necesitamos, podemos meter el vaso dentro de un recipiente con agua fría y así lograr los 27 grados en menos tiempo.
Comprobaremos con el termómetro, porque la temperatura es importante.
Cuando el agua esté a 27 grados, entonces añadiremos la levadura, teniendo en cuenta que se mantendrá en suspensión.
Tapamos con film transparente y la dejamos reposar unos 15 minutos
Cuando la levadura entra en actividad, empezará a burbujear. Pero esto todavía tardará.
Mientras se enfría el agua, nosotros procederemos a cocer y enfriar la malta.
En una olla ¡Qué no sea de aluminio!, insistiré, con una capacidad de al menos 10 litros , ponemos a hervir 4 litros de agua.
Mientras tanto, ponemos las latas de malta, dentro del fregadero o de un recipiente que contenga agua caliente, para que luego nos sea más fácil sacar su contenido, pues por efecto del calor, se hará más ligera la melaza.
Cuando el agua de la olla esté hirviendo, la dividimos en dos ollas, es decir, dejamos dos litros más o menos y sacamos otros dos litros de agua a otra olla. Esta otra agua, nos servirá para aclarar las latas y aprovechar así todo su contenido.
En la olla que sigue en el fuego, echaremos el contenido de las latas.
Y empezamos a remover muy bien
Este preparado, deberá hervir de
Cuando queden apenas dos minutos para acabar el proceso, echaremos dentro de las latas vacías, el agua que reservamos y enjuagaremos bien las latas, echando todo a la olla. Un par de minutos después, retiraremos del fuego.
En este caso, las maltas ya están lupulizadas, pero de no ser así, tendríamos que poner en este momento el lúpulo que hayamos elegido.
Y una vez retirada la olla del fuego, tenemos que enfriar en el menor tiempo posible, pues como ya se ha dicho, la cerveza se puede contaminar ahora con mucha facilidad, así que cuanto antes lo hagamos, mucho mejor.
Cada uno encontrará sus trucos para enfriar, yo coloqué la olla dentro de una cazuela muy ancha, con agua fría y le iba cambiando el agua que se calentaba, hasta que conseguí que se enfriara totalmente.
Ahora todo sucede más rápido. La levadura que tenemos en el vaso, habrá empezado a burbujear y está lista para ser añadida al mosto.
Llenaremos con 10 litros de agua fría, el cubo de fermentación que tenemos limpio y a la espera. Es conveniente tenerlo encima de una silla por ejemplo, porque es más cómodo y fácil de trabajar.
Entonces añadimos al cubo con agua, el contenido de la olla. Esto lo hacemos despacio y desde lo alto, para oxigenar al máximo.
Terminamos de llenar el cubo hasta los 23 litros y removemos con la espátula muy vigorosamente, durante varios minutos.
Con ayuda del termómetro, tomamos la temperatura al líquido y cuando tengamos 25 grados, añadiremos la levadura que teníamos hidratándose.
En el caso de que tengamos una malta Special Lager, la temperatura debería ser de 20 grados, pero en este caso, cuando tenemos 25 grados, estará preparado para añadir la levadura, que estará espumosa y habrá crecido.
De nuevo removeremos con la espátula al menos durante 10 minutos, intentando airear al máximo.
Tomaremos una muestra de la cerveza con la probeta, llenándola a través del grifo en sus tres cuartas partes. Introducimos en la probeta el densímetro y vemos lo que marca. Si todo ha ido bien, marcará una densidad de 1040.
En este caso fue exactamente lo que marcó.
Colocamos entonces la tapadera al cubo de fermentación, cuidando de que quede muy bien cerrado.
En el agujero que tiene la tapa, meteremos la junta de goma que albergará la válvula de fermentación. Y a continuación, colocaremos la citada válvula.
Antes de colocar la válvula, hay que llenarla hasta la mitad, con agua y una pizca de polvo limpiador. Luego hay que colocarle el tapón, pero sin apretarlo.
Y ya está la primera fase del proceso. Ahora dejaremos el cubo en un lugar tranquilo y oscuro a una temperatura entre 18 y 24 grados. Menor temperatura si estuviéramos trabajando con Special Lager.
Esta parte es la que encuentro más difícil, la de mantener la temperatura en ciertos niveles. Ahora mismo está bien, porque la temperatura es la apropiada, pero en otras épocas, nos obligaría a rectificar de algún modo.
Bien, ahora toca esperar.
A las 12 horas, aproximadamente, el mosto comenzó a fermentar. Apareció una capa de espuma que puede apreciarse a través del plástico y la válvula de fermentación comenzó a burbujear intensamente, incluso emitiendo un sonido constante con el burbujeo.
Así lleva ahora mismo veinticuatro horas y si todo va bien, debe seguir así un día o dos más. Luego bajará la intensidad de la fermentación y el gorgoteo bajará. Pero eso, forma parte de la segunda entrega de este post, que espero venga con buenas noticias, de que todo ha ido como debe ir.
Estoy ilusionada con esto y bueno, seguiré compartiendo toda la experiencia.
Un abrazo.
Ya verás que aunque la hayas hecho con recipiente de aluminio saldrá buenísima :), y me quedo con la copla de que aún estés esperando a que te contesten de esta tienda, de verdad, qué hartico estoy del quiero y no puedo de algunos canales online que cssualidades de la vida, son empresas de nuestro país.. el feedback español, cuanto camino por recorrer.
ResponderEliminarPues nada, esperando la segunda entrega. El reportaje que comentas de Apicius se lo vi en su momento y de verdad, me pareció un proceso fascinante y sin duda algún día me animaré. Con lo cervecero que me he vuelto....
Un saludo.
Carlos, te encantaría hacer cerveza, en serio y para iniciarse con el kit que viene con todo, es factible, vamos que no es ninguna hazaña.
EliminarHoy por fin me contestaron a la consulta y me dijeron lo mismo que Apicius me había aconsejado. Hay que esperar me han dicho y si sale mala, ya sabemos por qué es.
Lo peor es que hasta dentro de dos o tres meses no vamos a saber si estaba buena o mala, así que paciencia.
Un beso y gracias por tu comentario.
Madre mía Viena, con lo cervecera que soy yo, pero no creo que me anime de momento, desde luego como experiencia es estupenda. A ver qué tal, espero la segunda entrega. Un saludo. Esperanza.
ResponderEliminarEsperanza, hace mucha nilusión hacer la propia cerveza, y no es muy complicado, yo me pasé toda la documentación tipo receta y la seguí jejeje, como si fuera una receta de cocina más.
EliminarAhora hay que esperar, porque por lo menos hasta dentro de dos meses, no se puede probar. Seguiré informando.
Un beso.
Hola Viena,
ResponderEliminartengo unos amigos que les ha picado el gusanillo de fabricar cerveza y se lo están tomando muy en serio. Sabía por lo que me habían comentado que había que llevar cuidado y llevaba su trabajo, pero no imaginaba algo así. Me ha encantado tu forma de relatarlo. La verdad que hace poco, nos juntamos a cenar y llevaron botellas con esta cerveza y me gustó mucho: estaba fresquita y suave, como a mí me gusta.
A ver qué tal se te queda. Un besito!
Yasmina, a mi me convenció probar las cervezas artesanales de Apicius, estaban riquísimas y él ha hecho ya de muchas clases. Yo de momento voy a probar con esta tanda y a ver qué pasa. Ya informaré.
EliminarUn beso y gracias por venir.
Madre mía, menudo montaje, yo aquí voy a ser una "señoritinga" de tomo y lomo como me dice mi madre, así que querida amiga, cuando tengas listas esas cervezotas yo lo que quiero es una invitación en toda regla para degustarlas :-P no me veo yo por la labor de meterme en tamaña aventura! Un abrazote
ResponderEliminarJajaja Delikat ¿Una invitación en toda regla? A ver qué te parece esta:
EliminarMadame Delikat: Viena tiene el placer de invitarla a la fiesta cervecera que tendrá lugar en Alicante, el día....(pon la fecha) A la que asistirán así mismo, amigos y amigotes, amiguitos y coleguis de toda índole, de este y otros países, pero que, sin menosprecio de nadie, sin su presencia, no será celebrada.
Anda ya señoritinga, que pongas la fecha y esas cervezas (u otras), las tenemos que compartir jajaja.
Un beso
Viena que maravilla!! si es que vales para todo, de verdad que te admiro y no te lo digo por decir.
ResponderEliminarEl proceso a mi, apriori, me parece complicado pero tiene que ser una pasada hacer tu propia cerveza, tuve la suerte de probar las de Apicius en el encuentro en tu casa y me encantaron. Ahora tendré que probar las tuyas jajajaj, te las cambio por alfajores, hacemos trato??
Un besazo.
Claudia
Trato, trato, tratísssimo Claudia, tenemos que hacer algo para probar las cervezas y claro que te cambio por alfajores, incluso creo que salgo ganando, los alfajores ya están garantizados que están de muerte y las cervezas, ya veremos, ya. Jajaja.
EliminarUn beso grande.
¡Ya me has despertado la curiosidad y el gusanillo de hacer mi propia cerveza!
ResponderEliminarEsta bien eso de que, para empezar, te vendan un kit con el que hacer tu primera cerveza, que veo algo más sencillo de lo que me enseñaron en el curso que hice el año pasado. Desde ya me estoy pensando muy seriamente el lanzarme al ruedo de ser artesano cervecero.
Ahora a esperar la segunda parte con los resultados y tu valoración de la experiencia. De lo que digas dependerá que más de uno tomemos la decisión de hacer nuestra propia cerveza ;-))
Bs.
Carlos, de Vegetal... y tal.
http://vegetalytal.blogspot.com
Carlos segurísimo que te metes, jajaja, y la valoración va a hacerse esperar, ten en cuenta que ahora faltan como 6 ó 7 días para embotellar y luego hay que esperar al menos, dos o tres meses para probar, pero desde ya te digo que es factible, divertido y merece la pena. Yo en cuanto embotelle, voy a hacer otras, de otras maltas, para tener mças de una opciçon, eso por un lado y por otro, por si acaso esta vez no me salen con la cosita de la olla.
EliminarPero anímate, que te va a gustar. Y ya ves, luego hacemos una fiesta con las cervezas de todos (menuda paliza nos pega Apicius con las suyas jajaja)
Un beso.
Qué interesante me ha parecido este proceso de elaborar la cerveza. Ya tengo ganas de leer tu siguiente publicación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vino y miel, pues como digo más arriba, hay que esperar a probarla, y eso tardará al menos dos o tres meses, pero bueno, de momento, me ha parecido fácil relativamente, otra cosa es que salga buena, espero que sí, pero el proceso en sí, es apto para cualquiera.
EliminarUn beso.
Hola Viena, me parece muy interesante esta entrada, aunque no me vaya mucho la cerveza siempre es bueno saber nuevas cosas.
ResponderEliminarHe visto algunas de tus publicaciones y me parece que merece la pena seguirte y aprender de tus recetas.
Un saludo
Pues binvenida Carmen a este espacio. Espero que encuentres algo que te sirva y algo que disfrutes cada vez que entres por aquí.
EliminarUn beso.
Nos tienes en ascuas, Viena, hasta que nos digas si ha salido como todos esperamos sin que el Aluminio haya ejercido un poder malvado sobre tu cerveza. No acabo de entender por qué el Aluminio es tabú, sobre todo en esa fase del proceso, así que seguro que sale buena. Venga, ánimo. Ya nos contarás.
ResponderEliminarUn beso
Sorokin, pues imagínate yo como estoy, y lo peor es que faltas dos meses para averiguar si el aluminio ha estropeado el sabor de la cerveza. Dicen que reacciona, yo la verdad solo he visto la misma frase copiada en todas partes, pero ningún argumento que pueda comprender. Sin embargo el que citaba y decía que no importa, me parece que al menos lo ha explicado. En fin, no lo haré más, palabrita de niña buena, pero... Espero que esta vez salga bien. De todas formas, nada más embotellar, la semana que viene, estoy haciendo otra como dios manda, porsiaca. ¿Vendrás a probarla no?
EliminarUn beso.
Viena que maravilla poder hacer este trabajo en casa. La verdad es que me parece bastante complejo, pero seguro que te va a quedar de maravilla, y qué placer tomar tu primera y propia cerveza. Aún me acuerdo de cuando viniste a hacer el curso a Madrid, y todas las peripecias que pasaste, pero fué para mí una suerte porque pude conocerte y compartir un rato que nunca olvidaré. Espero impaciente el resultado, que confío en que va a ser un éxito. Besos
ResponderEliminarHola Anna: Yo también tengo asociado el curso de cerveza a nuestro encuentro en Madrid. Tampoco yo olvidaré aquella noche que charlamos hasta casi el amanecer y se me pasó volando. Tenemos que repetir, porque nos quedamos todavía con ganas.
ResponderEliminarCuando perfecciones el método y obtenga buenas cervezas, cuenta con algunas botellas para probarlas.
Un beso.
Una explicación perfecta y exhaustiva, la hace tal cual yo la hago, por algo tuvimos el mismo maestro.
ResponderEliminarSolamente tengo una duda, cuando dice Hidrato la levadura con agua, por supuesto si se trata de hidratar el agua es perfecta, pero yo lo que hago a parte de hidratar, ACTIVAR la levadura con lo cual hay que darle comida a la levadura es decir azúcar, asi que lo suelo hacer con mosto cuando ya está esterilizado, es decir ha cocido y en 30 minutos se activa, como dice que la suya burbujea, algo habrá comido.
En cuanto al borboteador, (válvula hidrostática), no la tapo, ya que el sello lo hace el agua.
Creo que la actividad dentro del fermentador habrá ya bajado y que en un par de días a preparar las botellas y proceder al embotellado y en un par de semanas, mejor algo más si somos capaces de esperar hacer una primera cata, pero mejoran mucho con el tiempo.
Espero más noticias sobre esta cerveza.
Saludos
Apicius, seguramente esta levadura vendrá con algo, porque yo no usé más que agua y en 12 minutos más o menos empezó a burbujear. No había caído yo en el azúcar, pero seguí las instrucciones y salió. ¿Usted donde compra la levadura? ¿En Cervezas del mundo? Porque ahí me enviaron un sobre y solo había que hidratar con agua.
EliminarLa válvula de fermentación, la tengo tapada pero inclinada, sin tapar del todo y está funcionando bien, ahora ya ha bajado mucho la actividad, pero he medido con el densímetro y todavía está muy alto, así que la dejo más, a ver si en un par de días está lista para embotellar.
Ahora veremos si hay suerte y sale bien. Ya daría lo que fuera porque me saliera la mitad de bien que a usted le salio.
Un abrazo y gracias por su comentario.
Que bien cuentas todo el proceso y que trabajazo, a partir de ahora valorare mas el hecho de tomarme una cerveza.
ResponderEliminarSigue contandonos el proceso.
Besos
Mari Carmen: Créeme que no es tanto trabajo, solo es que nos asustamos un poco con los cacharros tan grandes y la ocupación así de nuestras cocinas, pero en trabajo o dificultad, te aseguro que es como cualquier otra receta.
EliminarDe todas formas, disfruta de las cervezas, que mira, son productos vivos y yo creo que muy saludables.
Un beso y gracias por tu comentario.
Vaya curro, Viena, no creo que la haga, pero me parece maravilloso asomarme a esa posibilidad a través de tu blog.
ResponderEliminarAbrazos
Bueno, bueno Claudia, pero a la fiesta cervecera que hagamos bien podríais venir. Me encantaría conocerte.
EliminarUn beso.
He visto que has publicado la segunda parte y me había perdido la primera! Y mira que sabía que habías hecho cerveza pero ni idea de que la habías publicado. Qué despistada estoy.
ResponderEliminarNo soy cervecera, nada de nada, y nunca me atraería realizar cerveza, pero sí que todo me llama la curiosidad y he empezado a leer bien atenta al proceso.
Como cuando, sin beber nunca vino, me enganché a ir a catas de vino. Claro, solo mojándome los labios y unas gotas mínimas llegaban a mi paladar, sólo para notas los matices.
He pensado que cuántos cacharros se necesitan para la cerveza, pero después he reflexionado pensando en todos lo que yo utilizo para hacer pan jejejeejej
Me voy a leer la segunda parte. Lo de la olla de aluminio ya no se te olvida!
Un beso grande preciosa
Laurita, pues eso si que tiene mérito, digo no gustarte el vino y apuntarte a las catas, en mi caso la cerveza me gusta mucho, así que el esfuerzo es mínimo.
ResponderEliminarEn cuantoi a la cacharrería, nada aparatoso, porque al final se reduce a un cubo, va uno dentro del otro y dentro todos los aparatos, vamos, que es muy llevadero, te lo aseguro, y de cacharros estamos ya más que curados, todos los que somos locos de la cocina, sabemos que tenemos mil cosas sin remedio y las tendremos siempre.
Un besito.
Hola
ResponderEliminarYo también hace tiempo estaba buscando la forma de como hacer mi propia cerveza, para así poder celebrar con mi familia y amigos fechas especiales y que mejor que con una cerveza hecha en casa. Aprendí hacer la cerveza por medio de esta página www.Industria-facil.com/curso en donde me enseñaron el proceso y como llevarlo acabo. Espero que les sirva mi aporte
Besos
Muchas gracias Vanessa por la aportación que siempre viene bien, claro, entre todos aprendemos mucho más. Yo ya he hecho más veces y siempre con un buen resultado. Es una satisfacción hacer la propìa cerveza.
EliminarUn abrazo.