Dicen que un hilo, une la vida y la muerte y así lo
transmite la tradición desde los albores del tiempo, desde el mismo origen de la
mitología.
Tres figuras, representadas por mujeres, deciden el destino
del hombre: Moiras en la mitología griega, Parcas en la mitología romana y Nornas en la mitología nórdica.
Estas diosas, hilanderas del destino, controlarían el hilo
de la vida.
Esta receta va dedicada a los hombres del mar.
Hombre que sales al
mar antes de caer la noche
Que los dioses te
acompañen.
Aquí desde este faro
Haré un nudo al hilo vital
Invocando
Para que sea más
fuerte y no se rompa
Para que te mantenga un
poco más cerca.
Y por ti
Cuidaré el fuego
encendido
Para sentir más suave
tu ausencia
La nuadeta (anudado), es un guiso muy antiguo, propio de las
poblaciones costeras de esta tierra mía, una maravilla de la cocina de
pescadores.
Las esposas y las madres, preparaban nuadeta a sus hombres,
antes de que estos partieran a faenar. Creían que así, anudarían fuerte el hilo
que une la vida con la muerte y sus hombres, regresarían sanos y salvos.
Poco a poco se fue estableciendo una tradición, que se
aferraba al anhelo de que nada sucediera
en alta mar.
Los hombres, que ajustarían su partida, bien en la taberna o
en la lonja, donde se reunían patronos de barco y marineros, llegarían a casa
ya convenidos y ésta sería su forma de decir que embarcarían:
“Mujer, hazme una nuadeta.”
Y ella sabía lo que él quería
decir.
Este podría ser el origen de este plato, del que nada me ha
sido posible investigar en ninguna documentación. Sé que la receta es muy
antigua, sé que es propia de esta zona y de los pueblos costeros, sé que mi
abuelo la conocía.
Sin embargo este origen, que le iría muy bien al plato, es pura invención por mi parte. Espero disculpéis la osada ficción.
Imaginé, literalmente hablando, que el nombre de esta
receta, ese “anudado” venía a cuento de que el pulpo simbolizaba muy bien el
nudo hecho en la distancia, pues mirad que curioso que el pulpo, se une a la
hembra a través de uno de sus brazos, alargándolo hasta tocarla bajo su manto,
y así, multiplicando por ocho su poder de procreación, en la distancia,
mantiene con ella ese maravilloso vínculo vital.
Cierto es por otra parte y no imaginación, sino pura
historia de mi adolescencia, que cuando tenía 12 o 13 años, fui testigo del
drama de una recién casada en Santa Pola, cuando perdió a su esposo marinero en
un naufragio.
La receta merecía su historia y la historia merecía su
homenaje. Yo sólo las he “anudado”
Con esta receta quiero participar en el III Concurso Internacional
de Gastronomía organizado por Apicius, de "La cocina paso a paso"
Patrocinado por:
La cocina de Plagaro
Taller de las Tradiciones
Marvi y
Oh menaje
Ingredientes:
Un pulpo de un par de kilos
2 rebanadas de pan
1 cucharadita de pimentón dulce
Dos o tres dientes de ajo
Dos o tres dientes de ajo
Una pizca de canela molida
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
Cómo hacerlo:
Cocemos el pulpo con la mejor técnica que conozcamos. En mi
caso, uso la técnica aprendida en el blog de Apicius cociendo el pulpo en seco en una cacerola muy caliente, de
la siguiente forma:
Colocamos la cacerola al fuego, en vacío y cuando está muy,
muy caliente, como una plancha, echamos dentro el pulpo y lo tapamos.
El pulpo al contacto con el calor, empezará a desprender sus
jugos y así se cocerá en ellos en aproximadamente 20 minutos.
Luego trocearemos el pulpo y reservamos.
Por otra parte, en una perola de barro, echaremos un fondo
de aceite de oliva y sofreiremos en él, una picada hecha con los ajos, la sal,
el pan remojado y escurrido, la canela y el pimentón, todo ello ligado con
aceite.
Una vez salteada la picada, añadir el pulpo troceado a la
perola, dar un par de vueltas y agregar el jugo que soltó en la cocción.
Ligar el pulpo con la salsa, rectificando de sal y pimienta
si es necesario.
Y listo para comer
Es un plato sencillo con un resultado de sabor extraordinario
y en lo que a mi concierne, cargado de simbolismo y de historia, esta historia
que al principio os he contado.
Venía al caso y confieso, que si es o no verídica, no es
relevante y poco cuenta, que es mi
homenaje a los hombres del mar y a
veces, como decía el poeta: También la verdad se inventa.
Un abrazo
Rico no.... lo siguiente!!!. Por favor, ese majado y esa pieza de pulpo tremenda!. Tengo pendientes 3 recetas de pulpo, con esta completaría una semana de monográfico... me voy a animar!!
ResponderEliminarCarlos tus monográficos son de lujo, así que no me los pienso perder. Te animo mucho, mucho.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
Ummm, Viena, ¡qué pintaza!
ResponderEliminarEsta historia ficticia me ha parecido preciosa y bien podría ser cierta...
La receta es fantástica y el paso a paso, inmejorable, como siempre.
¡Mucha suerte en el concurso!
Un abrazo,
Aurélie
Aurelie: Me encanta que pienses como yo, que esta historia bien podría ser cierta, casi debería ser cierta, porque es bonito que las mujeres pudieran anudar a la vida a sus marineros ¿verdad?
EliminarUn beso grande y muchas gracias por venir.
Por favor Viena mandeme una copia de la receta a mi e-mail, para poder publicarla en el libro.
ResponderEliminarPara el registro y calificación por el jurado no hay pega.
Mañana a la mañana registraré las últimas recibidas.
Que pase buen noche a pasar del gobierno.
Saludpsa
Ya está todo enviado Apicius. Muchas gracias.
EliminarQuerida Viena, sólo tu podrías hacer un homenaje tan especial a los hombres del mar; ademàs de ofrecernos una receta que se adivina deliciciosa y que con lo que me gusta el pulpo la voy a probar seguro.
ResponderEliminarGracias por hacernos soñar y por saber anudar con tus palabras y tu imaginación historias tan bonitas. Besos
Gracias a ti Anna por estar siempre ahí como lectora, dando sentido a esto del blog que como sabemos, se hace para compartir.
EliminarUn beso muy grande.
Que buena receta, que historia tan bonita, que bonito homenaje...
ResponderEliminarUn beso guapa.
Gracias Mari Carmen y otro beso para ti.
EliminarUna magnifica ficción. y de la receta ni te "cuento".
ResponderEliminarNunca me he atrevido con el pulpo, pero creo que esta es una receta perfecta para iniciarse en el mundo "do polbo",
Un besazo.
Carolus, ea, ya es hora de que hagas algo con pulpo y esta es bien fácil, además con un resultado increible, riquísimo. Un beso y gracias por tu comentario.
EliminarBuenos días Viena
ResponderEliminarSu receta ha quedado registrada para el III Concurso Internacional de cocina.
Como sabe puede concursar con otra receta dulce y otra salada.
Suerte con el jurado del cual no formo parte.
Saludos
Muchas gracias Apicius
EliminarAh, me ha encantado todo, Viena, la historia y el plato. Una historia hermosa, sin duda, que me hizo volar brevemente la imaginación. El pulpo, vaya plato, qué sencillo y espectacular parece ser el resultado, el color es precioso.
ResponderEliminarAbrazos y suerte con el concurso
Gracias Claudia, la verdad es que el resultado de este plato es muy rico y fácil de hacer. Lástima que el pulpo está ahora carísimo, pero bueno, un capricho de vez en cuando es un mimo.
EliminarUn beso.
Qué bonito nos anudas siempre con tus historias.
ResponderEliminarSiempre cuezo el pulpo así pero en olla rápida 6 m., un invento.Cuando voy a Pamplona o a Vitoria, compro en el Carrefour rejos de potón, son baratísimos y yo, a ciegas, no creo que lo distinguiría del pulpo, creo que dan gato por liebre, eso dicen, en algunas bandejas de pulpo cocinado.
Besos, suerte donde Apicius.
Miren: no he probado yo el rejo de potón, aunque lo he visto alguna vez. Si tu dices que no se distingue, tendré que probarlo, porque me gusta el pulpo y está carísimo, la verdad.
EliminarGracias por tu comentario y por estar siempre ahí.
Un beso.
la receta maravillosa y pese a que no soy amante del pulpo si me gusta mucho cocinarlo porque, reconozco que tiene muchos fans y es un plato que contenta y enamora muchos paladares, seguro que esta receta es un triunfo seguro. Besitos
ResponderEliminarLo es, Helena, es un triunfo y bien fácil de hacer. A mi sí me gusta mucho el pulpo aunque sabes? es un animal que me da pena comerme, he jugado con ellos en el mar, cuando buceaba y he leído sobre ellos, son capaces de resolver problemas, mostrando inteligencia y bueno, me da pena, pero reconozco que el gusto me encanta.
EliminarUn beso
HOLA VIENA, CREO QUE HAY ALIMENTOS CON MAGIA Y EL PULPO ES UNO DE ELLOS, SERÁ SU ASPECTO PREHISTÓRICOS, SUS BRAZOS, O SU SABOR. COMO SEA, HAS LOGRADO ATRAPARME CON TU HISTORIA Y HASTA ME HE EMOCIONADO. UN PLATO DELICIOSO, ESE CONCURSO ES TUYO! BESITOS
ResponderEliminarGracias Pamela por tus palabras. No creo que el concurso sea mio este año, ya con los dos años anteriores me conformo, pero este año está bien reñida la cosa, hay mucho nivel. En realidad lo importante es participar y colaborar con nuestro amigo Apicius.
EliminarUn beso grande.
Pues una historia emocionante, y desde luego sea cual sea el origen de esta receta, te ha quedado espectacular. Besicos
ResponderEliminarGracias María. El origen es inventado, pero no me digas que no le pegaba bien a la receta ¿A que si? En cualquier caso, la receta es bien rica, eso te lo puedo asegurar.
EliminarUn beso.
Me parece una receta estupenda y la pondré en practica.Besos
ResponderEliminarBienvenida Doris y gracias por tu comentario. Te gustará la receta, ya verás.
EliminarUn abrazo.
Ay Viena, yo al pulpo no le entro! Me ha encantado lo escrito y esas fotos son maravillosas, la receta seguramente muy buena para los que les gusta el pulpo. Yo me quedo con tu homenaje a los hombres del mar y con tus bellísimas fotos. Besos.
ResponderEliminarGracias Prieta: Vaya que no te guste el pulpo, con lo rico que está. De todas formas, como ya he contado en otro comentario, a mi me da como pena comerlos, porque es un animal al que admiro.
EliminarUn beso.
Me encanta el pulpo en todas sus versiones, con la salsita de verduras que le hace mi madre; a la plancha como lo probé hace días en un restaurante sevillano (acompañado de unas patatitas en gajos asadas, pimientos y unas lonchas de jamón derretidas), me supo a gloria!; Y esta receta que nos traes me parece sencilla, sin exceso de ingredientes, priorizando al propio pulpo y su textura. Digna de un premio de cocina tradicional y sencilla.
ResponderEliminarUn abrazo Viena.
Delikat: ¿estás mirando ya las ofertas de vuelo para primavera? Pues ya estás tardando, necesitamos saber las fechas para armarla con los demas ¿Oido cocina? Jajaja.
EliminarGracias por tu comentario y sí, la receta es sencilla e imagino que en su tiempo austera, el pulpo no estaba tan valorado como ahora, incluso yo recuerdo de pequeña y era muy barato, ahora es un manjar caro.
Ahora si te gusta el pulpo, no te pierdas una nuadeta, de verdad que te va a encantar.
Un beso.
gracias por tanto deleite y tanta emoción. yo me considero una mujer de hilos y además me encanta el pulpo y tú receta ,pendiente de realzar próximamente , desde que te descubri no he dejado de visitarte , que sepas que el enlace de esta receta la he reenviado a amigas -os que se que pueden estar anudados con este hilo.Un beso de nudos.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti anónimA, por tus palabras y por venir a visitarme esta y las demás veces. Así que eres una mujer de hilos? Yo también, de hilos y de nudos y bueno, ahí estamos, en cierta forma, todos nosotros anudados.
EliminarUn beso grande.
Como siempre, no sé qué es mejor, si tu receta o el introito. Por aquí no hay pulpos, así que no puedo probar la receta, pero puedo olfatear a distancia el aroma del guiso, lo percibo y se me ensanchan las fosas nasales.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Monsieur, cuando vengas un día, te prometo hacer nuadeta para que la pruebes, verás que cosa más deliciosa.
EliminarSigo sin poder entrar en tu blog a comentar, qué pesadilla ya con eso. En fin, me encantó tu receta para el concurso, va a estar reñido como siga así la cosa, hay bastantes recetas de calidad, como la tuya.
Un beso grande
preciosa historia. Me encanta la mitologia de todos los rincones del mundo, y las historias que se tejen con ella. Y ya puestos, tambien me encanta el pulpo, jiji
ResponderEliminarGracias Edith por tu comentario y compartimos ese gusto, por el pulpo y por la mitología, que tantos misterios encierra todavía.
EliminarUn beso.
Sorokin ha dado en el clavo. Tus entradas se disfrutan doblemente. Primero por su introdución que siempre nos traslada a una "zona de tranquilidad", y luego la propia receta que nos permite saborear con la imaginación sus olores, sabores y colores.
ResponderEliminarAhora mismo, aunque ya he comido, no le diría que no a un platillo de ese pulpo.
Para después de comer no, Oteador, pero para aperitivo... te aseguro que es un plato muy, muy rico. Lástima que salga una pasta comprar un buen pulpo.
EliminarUn beso grande.
Me encantó la "ficción" de tu introducción y también morí de placer con la receta. Gracias por publicarla e inducirme a salir a comprar YA un pulpo, jaja. Buena semana!!!
ResponderEliminarAdriana, pues a ver si nos cuentas el resultado, verás que es fácil y muy rica. Buena semana también para ti.
EliminarCon el poco tiempo que tengo últimamente casi se me pasa esta "nuadeta" y hubiera sido una pena, porque tiene que estar buenísima, y con lo que nos gusta el pulpo a Pedro y a mi, seguro que va a ser un éxito.
ResponderEliminarUn besico
Ay Lolah, así estamos todos, con el tiempo bien justito para llevar adelante el blog y casi no queda para más, para visitar a los amigos o hacer comentarios. Menos mal que cuando volvemos, siempre estamos por aquí y de alguna manera nos vamos siguiendo todos.
EliminarUn beso grande.
Amiga Viena:
ResponderEliminarNo se si ganarás el III Concurso Internacional de Gastronomía organizado por Apicius –por cierto, el método de nuestro amigo para cocer el pulpo me ha dejado con la boca abierta-, la receta se ve sabrosa, las fotos sugerentes y el resultado final es de premio. Ahora bien, la historia, lo que nos cuentas, a pesar de que nos tienes acostumbrados a maravillarnos y sorprendernos con tus relatos, es ¡de Nobel¡
Un saludo,
Sebastián Damunt
Sebastián, siempre me haces grandes halagos con tus palabras. Yo tambi´´en me quedé boquiabierta con el método de Apicius, pero es que cuando lo hice, fue todavía más asombroso, el pulpo sale en su punto, nada de duro o blando, es que es en su punto y sin nada de agua, solo con su propio jugo. Di por ahí, que lo prueben y verás que maravilla.
EliminarGracias por venir a comentar y recibe un abrazo.
Como todas tus recetas.. como todas tus historias... la amr de delicioso... Gracias de nuevo.
ResponderEliminarGracias a ti Jess Jim, por tu comentario tan amable.
EliminarUn abrazo
Una receta deliciosa y una historia preciosa, la verdad que encima esta todo tan bien detallado que ya me imagino su sabor.
ResponderEliminarMe quedo de seguidora tuya por tu cocina y tus historias, todo un placer. Muchas gracias.
Un beso.
Bienvenida Red Rose y muchas gracias por tu comentario. Espero que sigamos viéndonos por este espacio.
EliminarUn abrazo.
Qué buena eres Viena, te admiro tanto. Aprendí esa técnica del pulpo en seco, yo siempre lo he hecho en agua pero en la primera que pueda comprar un buen pulpo verás que sigo al pie de la letra tus instrucciones. ¿Y seguro que no se pela?.
ResponderEliminarEs un receta valiosa por la sencillez de esta, eso es el mejor mérito. Lo difícil va a ser coseguir un hermoso pulpo como esos acercamientos que le hiciste a sus múltiples bocas. Y tu historia es tan buena que no queda más que felicitarte otra vez. Un gran abrazo
Muchas gracias Carmen. Te encantará el pulpo así, para mi fue todo un descubrimiento, desde entonces no me da pereza hacer pulpo y siempre sale perfecto, en su punto justo de cocción.
EliminarAdemás, como bien dices, es una receta tan sencilla, que creo que ese es su gran mérito.
Un beso grande mi amiga.
Enhorabuena Viena!!!, acabo de leer que has ganado en el concurso de Apicius y bien merecidamente, la fuente dulce era una maravilla, me alegro mucho, besos.
ResponderEliminarGracias Miren, acabo de enterarme y estoy todavía emocionada, no me lo esperaba, porque este año ha habido mucho nivel con las recetas, y tres años consecutivos ya, es como un sueño.
EliminarVoy a ir al blog de Apicius a ver todo, porque ya te digo, acabo de saberlo también yo.
Un beso grande y muchas gracias por venir
Ya lo hice y fue muy rico, tanto que vuelvo por la receta. Un aplauso a mi amiga Viena.
ResponderEliminarQué bien que te gustó Carmen, me alegro mucho.
EliminarUn beso grande
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