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Tarta Vienesa: Como un beso

                Supongo que he hecho todas las tartas y dulces que se me han cruzado en el camino y que tenían que ver con Viena, no en vano, llamé a este blog Sabores de Viena. Son cosas un tanto excéntricas, que una lleva dentro sin mucha explicación, como un fetiche de la cocina. Escuchar o leer Viena, despliega dentro de mí sensaciones de todos los sentidos, evocando el gusto de pasteles deliciosos y texturas dulces como besos. Esta es una de esas tartas a la vienesa, con nueces, con muchas nueces y de primerísima calidad, porque es el ingrediente más importante de un pastel que por otro lado, no es demasiado dulce y tiene entre sus atractivos, esa textura impecable que da la crema de mantequilla y la suavidad al paladar que da una base que no tiene harina y que resulta húmeda y esponjosa en su justa medida. Sigo inspirada en mi súper libro en tres tomos: "El placer de los postres", a...

Cocina para niños (II parte)

Siguiendo con los experimentos en la cocina, como actividades para hacer con nuestros niños, ahora vamos a hacer plastilina casera, utilizando los colores que más les gusten.          Ingredientes: Dos tazas de harina Una taza de sal fina 2 cucharadas de aceite Colorante alimentario. Agua Poner todos los ingredientes en un bol y echar el agua poco a poco hasta obtener una consistencia de plastilina. Amasar hasta que no se pegue en los dedos.   Para que después de jugar, no se seque, hay que guardar la plastilina envuelta en papel film y en la nevera. Si queremos, podemos modelar figuras chulis y luego meterlas al horno para que endurezcan.   Esta es una muestra del arte de Ángela (10 años) después de hornear. Hornear a fuego muy bajo hasta que la plastilina pierda toda la humedad y quede con consistencia. Otro experimento que les fascina es el de meter un huevo en una botella. ...

Cocina para niños (I parte)

                 Me gusta enseñar a cocinar. Siempre me lo paso muy bien, porque en cada grupo encuentro una maravillosa experiencia con gente estupenda que me enseña, a la par que aprende. Sin embargo, si tengo que elegir un grupo de entre todos, siendo el que más sorpresas me depara, ese sería el grupo de los niños. Mis pequeños alumnos (entre 6 y 10 años) aprenden a cocinar lo suficiente como para sorprenderse y sorprender a cualquiera: pizza, galletas, hojaldres, flanes y cremas, pan, merengues, ensaladillas. Sí, ellos han hecho todo esto y hasta empanadas criollas, por más que parezca mentira. Los padres, entre sorprendidos y maravillados, no han tenido más remedio que rendirse a sus encantos culinarios y bien saben ellos que sus hijos han cocinado todo esto sin apenas mi ayuda, pues luego han querido repetir sus recetas en casa y lo han hecho. Pero como digo, la que más aprende en esas...

Geometrías: Unas cuantas ideas.

                El punto de partida es un huevo, pero un huevo cúbico. ¿Cómo es posible? Es sencillo, la cualidad de suma flexibilidad del huevo duro en caliente, ha sido aprovechada en el invento de un artilugio simple, que convierte, un huevo duro, recién pelado, en un huevo cúbico. Ahora veamos algunas de mis propuestas para ensalzar, tanto a nivel de sabores como en estética, este huevo de peculiar forma.   Una primera idea es presentar estos huevos sobre una base de puerros pochados y rematar con mantequilla de semillas de amapola. El sabor del puerro resulta muy agradable mezclado con el huevo. Pero además, las semillas de amapola aromatizan aquí con un toque almendrado que es realmente delicioso. Si a ese salteado de puerros, le aplicamos una reducción con jugo de mejillones cocidos al vapor, así como algunos toques más, obtendremos un plato diferente, convirtiendo la base, en una salsa sobre...

Caferucho: Un café sin taza

                                                                                                                                       Prometí un postre de café y vengo con juego de palabras, de texturas y de sabores. También con el mucho juego que dan estos cucuruchos que se hacen en un momento y que podemos rellenar de lo ...

Lo que mis ojos ven

Esta explosión de luz y de color es lo que mis ojos ven estos días cuando me asomo a la ventana del salón de mi casa. Para bien o para mal, percibo, siento la temperatura de mi piel, siento el tacto de las plantas de mis pies sobre el suelo… Siento. Mis sentidos están activos, ejercitados, vivos. Y me detengo en esta belleza y la saboreo, como se saborea un buen vino. Pero me sucede entonces y me viene a la mente preguntarme qué verán estos días los ojos de Minathu, una de tantas niñas que viven en los campos de refugiados de Tinduf, en el Sahara. O cuál será esta mañana, cuando todo el mundo prepara las vacaciones, el horizonte de Soledad, la mujer que vive ahí mismo con su enemigo. No puedo evitar que mi mente vaya a preguntarse qué luz llenará los ojos, estos días, de Mahmud, preso sin garantías en Libia, o si habrá colores de algún futuro para el pequeño Víctor, en su favela de Brasil. No, estos pensamientos no me roban el momento. No se pierde la belleza de esta...

Bavaresa Coyote

Una Bavaresa es un postre frío, hecho a base de crema bávara o como dirían los franceses: crème bavarois. ¿Y qué es la crème bavarois? Pues básicamente un preparado de gelatina, crema inglesa y nata montada. Con estos datos, nos podemos hacer una idea de la textura de este dulce, que queda un tanto compacto por efecto de la gelatina, pero a su vez esponjoso, por la nata montada. En cuanto al nombre de “coyote” y para los que no son de la zona, les diré que un coyote es un polo helado hecho a base de mantecao y chocolate. Prácticamente están desaparecidos y sólo en heladerías artesanales, de las que quedan pocas, se pueden todavía adquirir. Nuestra receta se compone de estos dos sabores, es decir, dos bavaresas: una de mantecao y otra de chocolate. No resulta un pastel muy dulce, con lo que es un postre ideal para todos los gustos. Creo además que es una ocasión estupenda para practicar unas cuantas técnicas con la satisfacción de un agradable resulta...