S ea lo que sea que hablemos de Italia, no podemos dejar de hacerlo enmarcándolo en su belleza artística e histórica. Porque Italia es en esto, como si dijéramos la campeona, un Leonardo Da Vinci hecho país. Y por ahí van los tiros, que de tal palo, tal astilla o viceversa. Si Leonardo Da Vinci fue un genio expresándose en pintura, poesía, música, anatomía, botánica, arquitectura, filosofía y hasta en cocina, por citar sólo algunas de sus peculiares aristas, Italia como su buena madre, nos deleita con todo de eso y algo más. Es el país con más bienes declarados “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO: Venecia, Florencia, Roma, Nápoles… Hacia donde se mire, de Norte a Sur y de Este a Oeste, Italia es cuna de arte y monumento, historia en cada piedra y pasión en cada tradición. No cabe duda que es un país creativo, que en la escuela podíamos aprenderlo más fácilmente recordando su forma de “bota”, o traer rápidamente a la memoria su capital, por su
Cocina y algo más