Casi no tengo palabras, porque las palabras se repiten de un curso a otro y suenan a tópicos cuando en mi corazón son improntas nuevas cada vez, que enriquecen el patrimonio entrañable, de esas huellas que deja cada curso en mí. Cada vez que compartimos una de estas jornadas, me siento tan envuelta afectivamente por todos vosotros, mis queridos cocinillas, que la cocina que vengo a compartir, se nos crece entre las manos y las miradas y entre los abrazos y las palabras. No hay que decir mucho más, vosotros también estabais allí. Gracias. Mil veces gracias. Por lo demás, tuve poco tiempo para hacer fotos, reconoceréis que se armó follón con tanta tarta. Pero el ambiente que vivimos y todo lo que hicimos, quedó reflejado en algunas imágenes: A las 10 de la mañana, todo estaba dispuesto para recibiros. Hubo gran asistencia y antes de darnos cuenta, el bullicio invadió la sala. Trasiego de recetas, cremas envolventes, claras a punto de nieve… Los equipos se iban conquistand
Cocina y algo más