Es una ficción, lo sé, no existen las medias lunas, por más que a veces, sólo sea eso lo que veamos, como no existen las medias tintas, ni las medias parejas, que en cuestión de personas, de uno en uno y aunque se haga suma, somos más que la mitad de dos. Es importante reconocerlo, porque cada vez que leemos o escuchamos en las noticias una agresión cometida por una persona sobre otra, lo que en boga está llamarse violencia de género, es alguien que ha confundido esta matemática humana. Hasta llegar a eso, hay seres humanos, hombres y mujeres, que en silencio son humillados, controlados y menospreciados en su propia casa. Esto no perdona géneros, clases sociales ni culturales. No somos la mitad de nada, lo de la media naranja solo vale para un spot publicitario de baja estofa. Si sentimos que nos falta algo, es mejor que lo busquemos dentro de nosotros mismos, porque somos seres comp
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