Orihuela, año 1889. La bisabuela Ángeles es por entonces una moza más de la huerta oriolana, ocupada en las labores de su casa. Aprende costura, bordado, planchado, cocina… todo lo necesario a sus 15 años, para ser la perfecta casadera en la que pronto ha de convertirse. Ajena a las noticias del mundo, mujer y huertana de una cerrada Orihuela de 1.800, no sabe que en París, en ese mismo año, se inaugura la Torre Eiffel o que Benjamin Harrison es proclamado presidente de los Estados Unidos. Y es que por entonces, no existen los medios de comunicación que hay hoy en día y todas sus novedades, se resumen al entorno de la Vega Baja. Debió ser por esas fechas, cuando aprendió este plato ancestral, sencillo y austero. Sémola se llama, así lo aprendió de su madre y lo transmitiría años después a su hija, que a su vez lo enseñó a su hija y ésta a su hija, hasta el día de hoy, que tal y como fue, aquí lo traigo. Son de esas recetas en peligro de extinción, qu
Cocina y algo más