Se fue mi hija a Nueva York y con una lista de encargos, sobre todo de los niños de la familia: que si tráeme una gorra, que si unas zapatillas de no sé qué, la camiseta de no sé cuántos… -¿Y tú qué pides mamá? - Mmmmmm. ¿Yo? Un molde de ángel food. Y he aquí que me lo trajo. El ángel food es un clásico de la repostería norteamericana. Al parecer se hizo famoso en el siglo XIX, quizás ligado al invento y comercialización de las primeras batidoras eléctricas, pues el pastel requiere el batido concienzudo de muchas claras de huevo. Su característica principal es la textura que tiene, muy, muy ligera, lo que le ha valido el nombre de pastel o comida para ángeles. No tiene nada de grasa y sí mucha proteína en la clara de huevo. La sensación en la boca recuerda a las nubes de azúcar o marshmallow, aunque más liviano todavía, con una esponjosidad y frescor en la boca, que yo no había probado nunca y que resulta a fin de cuentas, una golosina. ...
Cocina y algo más