Aprovechando que estuve en Orihuela, compré trigo picao en una pequeña pastelería junto al puente nuevo. Estas cosas son posibles en Orihuela, eran las 12 de la noche, la pastelería abierta, tenía un cartel en la puerta anunciando la venta de trigo y no sé si quedé más sorprendida por este hallazgo o por la cantidad de gente que en masa, reverenciaba en las calles el paso de las procesiones. A veces tengo la sensación un poco triste de que Orihuela no ha cambiado y recordé una bella canción que hace ya bastantes años escribiera Llui...
Cocina y algo más