Lidia es una de mis alumnas de los martes, muy viajera. Le encanta recorrer mundo y yo disfruto cuando nos cuenta en clase sus andanzas: lo que comió, lo que visitó, a quién conoció... Un día no hace mucho me dijo: ¡Ah! Tenemos que hacer cannoli siciliano. -¿Qué es eso? Le pregunté. Y me contó que era un dulce que solía comer ella cada tarde en Italia y que estaba buenísimo. Entonces describió con detalle (como ella siempre hace) su suave relleno de queso, con trocitos de chocolate y algunas veces, fruta escarchada o naranja confitada. Un relleno envuelto en unos canutillos de una pasta crujiente pero que se deshace en la boca… y Ahhh, toda la clase sentimos el deseo de comer cannoli. Así fue como inicié la búsqueda de la receta y bueno, lo que yo nunca antes había oído, parece que era conocido en todas partes. Este dulce carnavalesco, tan típico, tenía en la Red y en los libros de mi biblioteca culinaria, cientos de recetas con sus otras tantas variedades. Eleg
Cocina y algo más