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Mostrando entradas de julio 6, 2015

NO Y UNOS DELICIOSOS BARQUILLOS CASEROS

Pasó la incertidumbre y el pueblo de Grecia, no los políticos, ni los dirigentes, ni la clase de aquí o de allá, sino el pueblo, ha hecho llegar su palabra, ha dicho no. Y no hay mucho más que decir, porque ese no, digan lo que digan y pase lo que pase, lo llena todo. Al respecto os traigo un hermoso poema de Hugo Finkelstein, que he descubierto hace poquito y me ha fascinado. Me gustaría mucho saber qué le motivó a escribirlo, qué no fue el suyo en aquel momento, pero ya digo, lo he descubierto hace poquito y no sé mucho sobre él. De todas formas, es tan apropiado al día de hoy, que no me he podido resistir a compartirlo. Espero que os guste. No No es no y hay una sola manera de decirlo. No. Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos. No, se dice de una sola manera. Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto. No. Se dice una sola vez, No. Con la misma entonación, No. Como un disco rayado, No. Un No que necesita de una larga cami