Falastin es un vocablo palestino, que designa no sólo el gentilicio usado por los propios palestinos para referirse a sí mismos, dado que en el alfabeto árabe, no existe la palabra p, sino que también significa algo cultural que incluye geografía, historia, lengua, territorio, identidad... Así se explica en la introducción del libro del chef palestino Sami Tamimi, que tiene justo este título de Falastin. De este libro se extrae la receta que nos ocupa. Dice dicha introducción que si preguntáramos a cualquier palestino qué entiende por la palabra falastin, su respuesta no sería breve ni sencilla, pero que seguramente concluiría con la palabra “hogar” Impregnada de este concepto, de esta hermosa palabra que es “hogar”, me dispuse esta mañana a cocinar este plato que no sólo evoca maravillosas sensaciones en el paladar, con esos matices cítricos tan propio de las cocinas de Oriente, sino que también transporta en su forma de cocinarlo, a un tiempo sin prisas, sin apuros, sin sobresal...
Cocina y algo más