Pastel de cerezas

                                                       

Cuando son los sentidos los que dan significado a las cosas, abrimos la puerta al simbolismo.

Para los griegos, las cerezas simbolizaban la belleza, por su color perfecto e intenso, por su piel brillante y tersa, por su suave redondez... La belleza y el sentido del amor.

La tarta que hoy os traigo, está cargada de todo ese simbolismo, es una tarta sumamente romántica, para compartir a la luz de la bella luna, en jardines mágicos o a la sombra que dan los olivos, en la siesta, esa hora seductora tan amiga de la tentación.

Con esta receta participo en el concurso:

 Lazy Blog-Picotas del Jerte

Ingredientes para la base:

150 g. de harina

50 g. de almendras peladas y tostadas

50 g. de azúcar

120 g. de mantequilla

Ralladura de limón

1 yema de huevo

 

Triturar las almendras y mezclar con la harina tamizada. Formar un volcán e introducir en el, la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar, la yema de huevo y la ralladura de limón.

Amasar sin trabajar demasiado, formar una bola y meter en la nevera envuelta en film transparente, al menos durante dos horas.

Mientras tanto, haremos la crema pastelera.

Ingredientes para la crema pastelera:

½ litro de leche

Una ramita de canela

Un trozo de piel de limón

3 huevos

125 g. de azúcar

25 g. de maicena

50 g. de mantequilla

Colocar la mantequilla en un cazo a fuego bajo y cuando se derrita, añadir la leche, la corteza de limón y el palito de canela.

Por otra parte, en un bol batir las yemas de huevo con el azúcar hasta conseguir una mezcla espumosa y homogénea. Añadir la maicena y cuando la leche rompa a hervir, colar y verter sobre la mezcla la leche, remover y devolver al cazo que quedará en el fuego bajo mientras movemos sin parar hasta que la crema espese.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego en la nevera.

Ahora vamos a preparar la cobertura con nuestras protagonistas.

 

Ingredientes para la cobertura y mermelada de cereza:

1 Kg. De cerezas

300 g. de azúcar

1 clara de huevo

½ tableta de chocolate

Tomamos 600 g. de cerezas de las que mejor forma y aspecto tengan, las lavamos bien, las secamos y las colocamos en un plato dispuestas para ser pintadas con clara de huevo.

 

Enseguida las pasamos una a una, por azúcar granulado y las dejamos secar sobre una fuente.

Por otra parte, con el resto de las cerezas, es decir, 400 g. de cerezas, limpias y deshuesadas y 200 g. de azúcar apenas humedecida, vamos a hacer una mermelada en su punto.

Dejaremos cocer, moviendo hasta que pasando una cuchara de madera por el centro, la mermelada se separe y se mantenga separada durante unos instantes.

 

Dejamos enfriar y reservamos.

Ahora volvemos sobre la masa que tenemos en la nevera. Estiramos y forramos un molde con ella.

Pinchamos en varios sitios con un tenedor para evitar que suba. También pondremos sobre la masa un papel de aluminio y sobre éste unos garbanzos, todo ello encaminado a que la masa se hornee sin subir nada.

Horneamos a fuego bajo durante unos 20 minutos o hasta que veamos que está hecha, cuando empieza a dorarse por los bordes.

 

Dejaremos enfriar y pasamos al montaje de la tarta.

Primero ponemos la base sobre la bandeja definitiva.

Encima de la base ponemos una buena capa de crema pastelera. En realidad toda la crema que hemos preparado.

 

A continuación, con la mermelada que hemos hecho, vamos a hacer una espiral.

   

 

 

 

 

 

 

 

Como veréis en la fotografía, la mermelada está con todos sus tropezones. Si no os agrada encontrar estos tropezones, podéis triturar la fruta, antes de que tome consistencia.

Se trata de aportar con unos hilillos, el sabor de la mermelada mezclado con la crema. No hay que poner demasiada, por eso la idea de la espiral parece aportar lo justo.

Luego empezaremos a poner las cerezas, siguiendo las guías que nos hemos hecho con la mermelada.

Hasta que tengamos toda la tarta cubierta.

Como siempre os digo, podéis decorar de otra forma, esta no es más que mi propuesta.

 

Con la media tableta de chocolate y ayudados de un cortador de arco, obtendremos unas virutas enrolladas de chocolate, que pondremos alrededor de la tarta, por todo el borde.

Y tendremos nuestra tarta terminada.

Espero que la disfrutéis en la mejor de las compañías y momento de este verano. Y no olvidéis el simbolismo de las cerezas: belleza y amor.

Un abrazo.