Más noches de blanco satén, postres helados y ligeros del verano, higos recién llegados… Seguimos con lo nuestro.
El satén es un tejido blanco y brillante, parecido al raso, aunque nunca fue tan preciado como éste. Era tradicionalmente usado para prendas de lencería por su tacto suave y ligero pero actualmente la moda lo pone a nuestra disposición en cualquier prenda de calle. Realmente es muy agradable en contacto con la piel y es bonito.
Escribiendo sobre esto, me doy cuenta que la cocina, la cocina hecha así, con placer, ejerce en mí algo parecido a la suave caricia del satén sobre la piel. Miro los ingredientes uno por uno, descubro sus cualidades, sus colores, todo eso estimula mi sensibilidad de una forma tan plena que me estremece sutilmente y se contorsiona mi pensamiento, como si ronroneara frente al color ámbar de este vino que usaré con la fruta, o con el baile suntuoso de la miel cuando cae desde la cuchara al cuenco de los higos. Es la magia, es como un gran escenario en donde se despliega la obra de arte y cobra vida: coco ligero como partículas de día, azúcar como arena vestida de fiesta, nata como elixir de vida… manos.
Ingredientes:
100 g. de coco rallado
250 ml. De nata
100 g. de azúcar
La clara de un huevo
8 higos frescos en su punto de maduración
200 ml. De licor de buena calidad
1 cucharada de miel
Todavía vemos la estela que dejó la tarta blanca de melón, esa a la que habéis contribuido a bautizar como la tarta de los muchos nombres. Y en esa estela preparamos hoy este postre: un parfait.
Los parfait, del francés “perfecto”, son helados cremosos que se caracterizan por tener un sabor intenso que generalmente le aporta la fruta y un alto contenido en grasa. Esta grasa suele ser la nata, que hace que el preparado no congele en cristales, sino como una crema que es la peculiaridad de estos postres.
He encontrado en Wikipedia que fue inventado en 1894 pero dado que no hay más información, me muestro cautelosa al respecto. La historia y procedencia de las recetas muchas veces presenta confusión o controversia y hay que ser bastante prudentes para afirmar nada al respecto.
No obstante, para los que manejáis idiomas, el dato puede verse en la Oxford Companion to Food, una obra escrita por Alan Davidson, historiador británico experto en materia de comida y gastronomía.
Lo primero que haremos es preparar el helado de la siguiente forma:
En un cazo ponemos a hervir la nata con el coco rallado.
Dejamos enfriar totalmente y mientras tanto, hacemos un almíbar denso con 100 ml. De agua y 80 gramos del azúcar de los ingredientes. Hervirá durante 7 u 8 minutos.
Montaremos la clara a punto de nieve con los 20 gramos de azúcar restantes y cuando el almíbar esté en su punto, lo volcaremos despacito sobre la clara montada sin dejar de batir. La mezcla se irá enfriando poco a poco y quedará espumosa y ligera.
Una vez fría, mezclamos con la nata y el coco, con cuidado. Colocamos en un molde alargado a nuestro gusto e introducimos en el congelador durante unas horas, hasta que tome consistencia.
Por otra parte, pondremos en maceración los higos.
Les quitamos el rabito y los partimos por la mitad. Habremos elegido los mejores higos, en su justo estado de maduración, no dañados y de tamaño regular.
Los colocamos en un cuenco.
Cubrimos los higos con un buen licor. En este caso elegí uno de la Sierra de Mariola, un licor dulce que resulta ideal para las frutas.
También añadimos una cucharada de miel, sin perder por favor el placer de observar su color, su textura y su movimiento de danza cuando cae suavemente sobre los higos.
Dejaremos así en maceración unas cuantas horas, aunque si los dejamos toda la noche, el resultado será todavía mejor.
Cuando el helado ha adquirido la consistencia precisa, procedemos a desmoldar y decorar con unas rodajitas de higos frescos o a nuestro gusto.
Más tarde, serviremos cada porción con una o dos mitades de higos y unas cucharadas del jugo que habremos obtenido en la maceración.
Yo hice también una salsita con 100 g. de chocolate Nestlé postres y 50 ml. De nata, fundiendo al baño María. Luego añadí un toque de curry.
La mezcla de chocolate con coco me parece deliciosa y en este caso, con los higos, os podéis imaginar que resultó maravillosa.
Espero que hagáis esta receta. Este es su tiempo: calor y con los higos en su punto. Deseo además que podáis disfrutarla al menos tanto como yo lo hice.
Un abrazo.
Al final me he perdido dentro de la receta imaginando las texturas, colores y sabores de los ingredientes. Esto es cocina y poesía al mismo tiempo.....
ResponderEliminarBesos.
Que bonitas palabras para introducir un postre tan especial...poesia autentica...un besito
ResponderEliminareste es un postre siempre delicado al paladar. hermoso. y además te quedó muy bonito. ¡Saludos!
ResponderEliminarPero qué poeta estás hecha!!!
ResponderEliminarCasi me gustan más tus palabras que este delicioso parfait!
Aprovecharemos bien la temporada de higos, no te quepa la menor duda!
Hola viena me alegra mucho de tenerte de nuevo de vuelta con tus postres y clases muy bien documentadas y con mucha imaginación que es lo que deberiamos de tener todos, dejar libre la mente y dejarte llevar.
ResponderEliminarMe encanta el coco y me encaNta el blanco satén , te ha quedado un postre maravilloso y fácil, como tú lo haces todo.
bESOSS GUAPAAA
Un postre de lujo, como tus explicaciones!
ResponderEliminarUn postre especial blanco saten como un vestido de novia, un postre maravillos para un dia especial. me encnata elc coco , asi que este lo tengo que probar
ResponderEliminarun beso
Amalia
Un postre delicioso y muy bien contado.Te ha quedado de lujo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que buenos los higos, este postre tiene que ser una delicia. El contraste del color blanco con los higos es precioso.
ResponderEliminarLas fotos, perfectas. Saludos
Que postre más delicioso!, muy bueno el texto y la receta...saludos
ResponderEliminarBuenoooo!me han sorprendido estas palabras tan bellas, preciosa exposición llena de poesia.Eres una artista para la cocina y para expresar lo que sientes...arte y sensibilidad es lo que me transmites.
ResponderEliminarAyer casualmente estuve mirando una receta de parfait de fresas, pero ésta tuya con lo que me gusta el coco... una "jojoya" para no guardar ni un minuto.
***Un abrazo.
Que poesia!!!....si dejas sin habla....tus fotos y recetas son de lujo....esta en particular me ha gustado mucho....pero tu narrativa ha hecho que imagine cada paso de esta receta.....Abrazos, Marcela
ResponderEliminarHola viena que bonito te ha quedado. Ahora quiero deciros una cosa a todos, yo he provado este postre y es una delicia...
ResponderEliminarun beso
Anna: Es lo mejor que me puedes decir, que te has perdido entre la explicación y los ingredientes, porque siempre digo que lo mejor de la cocina es el proceso, el resultado viene solo luego, pero si disfrutas el proceso, tienes un tesoro en las manos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Un beso.
María José Dit i fet: Siempre me da tanta alegría verte por aquí, muchas veces creo que es el efecto patito, porque uno de los primeros comentarios de mi blog, nada más aparecer en pantalla fue tuyo, jajaja. Eso y que me encanta que me vengas a visitar, claro.
Un besazo.
Panqueso: muchas gracias por tu comentario y tu visita. Es un placer tenerte por aquí.
Un beso.
Margarida: yo soy una defensora de aprovechar la temporada en todo, hasta en la temperatura, el verano me gusta con calor y el invierno con frío, en primavera las flores y en otoño, las mermeladas, las calabazas, el encuentro con los pucheros... Bueno, los higos son ahora cuando están en todo lo mejor, por eso me encanta comerlos ahora.
Un beso.
María José: Muchas gracias por tu bienvenida, yo también me alegro mucho de estar de vuelta y poder encontrarme de nuevo contigo por aquí, con vosotros.
Un beso.
Visc a la cuina: Muchas gracias por tu comentario. Nos vemos.
Un beso.
Amalia: A mi también me encanta el coco, siempre tengo alguno por aquí dispuesto para ser abierto, además es algo tan bonito como producto, ya sabes que es el superviviente de entre los alimentos, además, prácticamente a base de coco han vivido durante años tribus enteras, aprovechando desde su carne, sus jugos, la madera de su cáscara, etc.
ResponderEliminarEs un alimento para darle gracias ¿no crees?
Un beso.
Jantonio: Muchas gracias por venir a visitarme y me alegro de que te haya gustado el postre.
Un beso.
Jose Manuel: Gracias por tus palabras. Yo de las fotos, voy aprendiendo a salto de mata, como se suele decir. Tampoco tengo una buena cámara, si te contara ni te lo creerías. Al principio no tenía ni idea y así me salía, luego he pensado que lo de las fotos es parecido a la cocina, con un poco de sensibilidad se puede aprender todo.
Eso y los buenos consejos de los amigos, claro. Los primeros de fotografía me los dio a mi en la red María José, justamente, de Dit i fet. Aprovecho para darle una vez más las gracias.
Un beso.
Caaty: Muchas gracias por tus palabras y tu visita. Siempre es una alegría.
Fe-i*ká: Las palabras que tu me dices sí que son bonitas, muchas gracias, de verdad. Ojalá pudiera transmitir de verdad eso siempre: arte y sensibilidad creo que son dos buenos valores que perseguir y si los ves es que miras en el espejo, estoy segura.
Un beso.
Foodtravelandwine o mucho mejor: Marcela. Bienvenida a este espacio y qué bien que me has dado la oportunidad de conocer el tuyo, que ya he visitado en un paseo rápido. Te visitaré más despacito.
Gracias por tus palabras y por tomarte el tiempo de dejármelas. Eres muy amable con lo que me dices.
Un beso.
Marta: Qué alegría que estés por aquí y me dejes tu comentario. ¿Verdad que estaba bueno el postre?
ResponderEliminarLes vamos a decir a estos señores que nos leen, que eres mi sobrina y que este postre de coco, lo hice justo cuando viniste a casa la otra mañana, con tus padres, para tomarlo después de comer.
Como dijo tu padre, en el blog habría que poner: testado, que quiere decir que ha sido probado y aprobado. ¿Te acuerdas?
Un beso muy grande de tu tía.
Que preciosidad, que colorido...y a estas horas me comia yo un buen trozo!
ResponderEliminarBesos.
Me ha encantado conocer tu blog, y este postre umm delicioso, te felicito. Un beso.
ResponderEliminarEste postre es divino nena, el color, tu explicación, nada nada, otro pa la saca!
ResponderEliminarMe encanta ver como te esmeras en cada post, tus datos son muy peculiares, me engancha, literalmente me engancha tu espacio. besotes.
Por Dios! Los higos nuevamente? Necesito encontrar la fruta por aquí para quitar el deseo! =)
ResponderEliminarMuy fresco y ligero esto parfait, Viena. Muy rico.
Un besito.
Maaadre mia que cosa tan linda, es que apetece un trocito ahora mismo.
ResponderEliminarTienes un blog estpendo.
Besinos
Hola Lore:
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por tu visita que bien merece un buen trozo de este postre, así que sírvete lo que quieras y disfruta.
Un beso.
Gema: Bienvenida y encantada de conocerte. Gracias por tus palabras. Me alegro de que te guste el blog. Espero que nos veamos más veces.
Un beso.
Sara: Simpática Sara, jajaja ¿Sabes? Me alegro de "engancharte".
Un beso grande.
Hola Talita: Vas a aprender de nuevo español, ya verás, como te juntes con nosotros... Un placer tenerte por aquí. Gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola Hilda: Bienvenida y encantada de conocerte. Ahora mismo voy a hacerte una visita a tu espacio. Gracias por tus palabras.
Un beso.
Me encantan los higos, Viena, aunque el coco.... no puedo con él! Te ha quedado con un aspecto genial. Te he contestado lo del cava en mi blog. Besitos!
ResponderEliminarMe gusta mucho tu manera de sentir la cocina y cómo logras transmitirla. Disfruté mucho leyendo tu receta y con esos ingredientes riquísimos que son los higos, el coco, el chocolate, la crema, el licor...el éxito está asegurado. En cuanto llegue la época de los higos no me voy a perder el placer de hacer y degustar esta receta.
ResponderEliminarTe mando un beso.
Le has hecho honor al nombre, proque te ha quedadio perfecta. Guao, es una maravilla.
ResponderEliminarHolaa!! me da mucho gusto conocerte!.
ResponderEliminarVeo que tienes una hermosa cocina, llena de recetas deliciosas.
Desde ahora me tendrás siempre visitando tu cocina.
Este parfait de coco me ha encantado.
un beso
Gaby
Angie: Gracias por venir a verme. El coco la verdad es que tiene eso, normalmente no deja indiferente, o gusta muchísimo o no se soporta. A mi me encanta.
ResponderEliminarYa he tomado nota del asunto del cava, gracias de nuevo.
Un beso.
Cris: Siempre me gusta mucho cuando encuentro a alguien que se hace eco de mi forma de vivir la cocina, porque sé que también esa persona la vive así, por eso lo percibe.
Gracias por venir y dejarme tus palabras.
Un beso.
Hola Claudia: Te estuve echando de menos, cuánto tiempo sin saber de ti. Me alegro de que estés de nuevo por estos espacios y que podamos seguir compartiendo algunos ratitos estupendos.
Un beso grande.
Gabriela: Intenté seguirte en tu blog, pero no me lo permite el sistema, lo volveré a intentar en cuanto pueda, porque me ha parecido muy interesante y me gustaría seguirte de cerca.
Me alegro de haber entrado en contacto contigo, sé que tenemos muchas cosas para compartir.
Gracias por venir y un beso.
Perfectas y precisas palabras para un postre perfecto. Me encanta esta cocina tan casera y artesanal que nos muestras siempre, donde no hay espacio para thermomixes ni otros aparatos electrícos, qué ruido tan estridente. Al leerte me trasmitías el suave tintineo de los cucharones que chocan con la loza, el de la espuma de la nata al rebotar una y otra vez en su batida. Precioso y sabroso.
ResponderEliminarDelikat: sabes cómo llegar a mi corazoncito. Yo entiendo así la cocina, siempre lo digo, es el proceso lo divertido, por eso no quiero ningún atajo para ese proceso. A veces me dicen ¿no te gustaría que tal aparato cortase, triturase, batiese...etc. por ti? Y yo pienso es como si me dijeran: te doy una pastilla que alimenta, con todos los nutrientes necesarios y perfectos para tu organismo, esa es la comida. Yo pensaría ¡Oh nooo! ¡A mi me gusta comer! Esto es igual, aunque cueste creerse, lo que me gusta es cocinar, esos pasos, uno por uno, no quiero nada que me prive de ellos.
ResponderEliminarYa se: lo práctico, el trabajo, el tiempo, etc., pero mi pensamiento es otro, en realidad se trata de que nos guste, de que disfrutemos haciéndolo, así es únicamente como podemos salvar la cocina de verdad y eso es lo que yo intento enseñar en mis clases.
Un beso grandote.
Lo que yo daría por una de esas clases¡ Tengo que organizarme un viajecito al Levante y acudir a una de ellas, sin duda. Besotes.
ResponderEliminarNota: no me ha llegado el mensaje perdido, así que espero con relajo y calma tu relato por mail ;-)
Eso te lo voy a recordar de vez en cuando Delikat, estaría encantada de tenerte en una de mis clases y bueno, ya de paso, seguro que organizaríamos alguna cosa más que sé que te gustaría.
ResponderEliminarUn beso.
Por algo se llama Parfait...
ResponderEliminarTe quedó realmente perfecto, Viena.
Besos
Futuro Bloguero: Gracias por venir a visitarme, me da alegría verte por aquí. En cuanto al postre, bueno, tu sabes que en la cocina perfecto, lo que se dice perfecto nunca nos queda, como todo lo artesano, siempre se podrá mejorar. Así estamos, siempre aprendiendo.
ResponderEliminarUn beso.
Viena, con esta calidad de higos el resultado es espectacular, no me extraña.
ResponderEliminarUn refrescante muy apropiado.
Besos.
Hola Irmina: La verdad es que se nota muchísimo el producto comprado en tienda o el que se recoje directamente del árbol y se consume enseguida. El sabor es a fruta, cosa que es difícil definir con los higos comprados. Ayer sin ir más lejos, compré melocotones que se van directamente a las tortugas, porque no saben a nada, no entiendo cómo no nos hacemos más exigentes los compradores y pedimos que los tratamientos de los frutos dejen de ser tales que nos de un producto insípido totalmente.
ResponderEliminarEstaría bien poder comer frutos más naturales sin tener que pagar por ellos precios desorbitados por tratarse de productos ecológicos y demás.
Gracias por tu comentario y tu visita.
Un beso.
Me encanta la sensibilidad que tienes al escribir sobre las recetas.......
ResponderEliminarBueno y este postre debe ser una autentica maravilla.....
abrazos
Hola Dolores: Si tu ves esa sensibilidad es sin duda que ves un espejo porque tu la tienes.
ResponderEliminarCreo yo que esa es en realidad la diferencia entre buenos cocineros y los otros, una cuestión de sensibilidad. Hay quien no ha hecho ni una receta en su vida y hace la primera y oye, le sale de escándalo y hay otra gente, que ya puede hacer y hacer. Lo vemos claro en algunos bares, parecería que una ensalada o un caldo no pueden estar malos, sin embargo lo están. Para mi lo que falló es la sensibilidad.
Un beso.