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Las buenas maneras

                                                                                    




Lo que sigue es un taller de buenas maneras en la mesa, que preparé y presenté, para ser impartido en el colegio Aire Libre de Alicante, entre los niños de Primaria.
Como miembro de la Comisión de Comedor escolar de dicho colegio, estaba al tanto de la preocupación que mostraban los profesores, al comprobar diariamente que los niños, no saben comportarse en el comedor mientras comen.
El reiterado debate de si la educación de estas buenas y básicas maneras, pertenece a la responsabilidad de los padres o de los profesores, no solucionaba ni soluciona el tema de fondo que es que, si no les enseñamos, nuestros niños, no tienen la oportunidad de aprender.
Personalmente creo que los padres tienen “derecho” a ser los primeros educadores de sus hijos y que delegar ese derecho, es delegar en el sistema con todas sus consecuencias, pero también es cierto que los niños comen hoy en su mayoría, en los comedores escolares y entonces éste se vuelve el lugar idóneo, para que se les transmitan ciertos patrones de comportamiento que en la mesa, son importantes y va a facilitarles la relación social de la que tanto se reviste el hecho de comer.

Aunque el taller no llegó a realizarse en el colegio, por calendario y otras cuestiones, sí he podido impartirlo en mis propias clases de cocina para niños, primero entre los pequeños de 6 a 9 años,  luego, en la clase de cocina intermedia, para chicos de 12 a 15 años.
Lo que resulta más curioso, es que además, he podido extrapolarlo a la clase de los adultos, porque en cuestión de buenas maneras, creo y así nos dice la experiencia, que  a nadie le viene mal algún que otro repaso.

Sin perder de vista que fue creado para niños, y por tanto no es demasiado rígido ni exhaustivo, este taller creo que puede ser una forma divertida de aprender ciertas directrices.
Espero que os guste y que os animéis a ponerlo en práctica con vuestros niños, sean hijos, sobrinos, nietos, alumnos, etc. Al hilo de esto último, hay una cosa muy importante que creo que merece la pena ser remarcada y es que los niños, todos los niños del mundo, son nuestros niños. Ojalá nunca lo olvidáramos.

Vamos a ello.




TALLER DE LAS BUENAS MANERAS

(EN LA MESA)



Dirigido a: niños de Primaria
Grupo: 15-20 niños por taller
Material: Mesas, sillas, servilletas, copas, vasos…. un servicio por participante. (Ideal para realizar en el comedor escolar).
Duración: 1 hora aproximadamente.

Aunque el taller pueda parecer demasiado teórico, hay que procurar que no lo sea. El texto que sigue no es para leerlo a los niños tal cual, sino para intercalar mientras ponemos la mesa o simulamos comer, les vamos preguntando o recordamos anécdotas.
Al final se sugieren algunos juegos relacionados con lo aprendido y en una segunda parte, podríamos jugar a restaurantes, repartiendo los papeles entre los niños: unos serán camareros y otros clientes e incluso podemos asistir a un banquete para todos. Los niños acudirían con corbata o pajarita y las niñas arregladas para la ocasión. Ampliaríamos también a determinadas normas, como el trato al acompañante: ceder la silla, abrir el paso, etc.



Charlamos:

Antiguamente se comía con los dedos, no existían ni cubiertos, ni reglas determinadas para comer, ni ninguna norma fija. Los romanos comían recostados, por ejemplo, y todos habéis visto en algunas películas antiguas, que la carne se cogía con la mano, que se eructaba en la mesa, que la gente se hurgaba la nariz mientras comía y hasta en algunos lugares, podían comer y al mismo tiempo, hacer allí sus necesidades.
Hacia el siglo XVI se publicó el considerado primer código de las buenas maneras y entonces se empezaron a poner en práctica una serie de normas que seguían las personas con buena educación.
Habían cosas muy curiosas en ese código, por ejemplo, uno de sus puntos decía que había que aguantarse las ventosidades en la mesa, o que cuando se escupiera, había que pisarlo una y otra vez para no causar asco a nadie.  Cosas así,  cosas que hoy nos parecen extrañas pero que entonces se hacían normalmente en la mesa hasta que se inventaron el tenedor y otros utensilios y se comenzaron a elaborar una serie de normas que siguen aplicándose hasta hoy, cuatro siglos después.






En la actualidad los modales en la mesa, se consideran los más importantes de todos los modales y se dice que la educación de una persona, se nota en su comportamiento mientras come. Por mucho que se quiera disimular y aparentar que se es muy delicado, en la mesa se nota la diferencia entre una persona educada y alguien grosero.

Pero para tener buenas maneras en la mesa, hay que saber algunas cosas y esas cosas son las que hoy vamos a aprender en este taller.
Vamos a aprender a poner la mesa, así cuando veamos una mesa puesta en la que nosotros nos vayamos a sentar a comer, sabremos perfectamente para qué sirve cada cosa.
También vamos a aprender a usar los cubiertos, los vasos, copas y servilletas, en fin, todos los utensilios que se utilizan para comer.
Vamos  a aprender lo que se debe y no se debe ver en la mesa, las cosas que son correctas y las que nunca se deben hacer por nada.
Va a ser como un juego, pero al final, habremos aprendido algo que nos va a servir siempre, vayamos donde vayamos: una manera de comportarnos “en la mesa”, que será agradable para los demás y causará una buena impresión de nosotros en cualquier lugar en el que nos encontremos.


Poner la mesa

La mesa tiene que invitar a que nos sentemos en ella. Eso quiere decir que todo cuenta: la limpieza, el orden, que esté muy bonita, que sea cómoda, etc. No es que la mesa tenga que ser lujosa, eso no tiene nada que ver, una mesa sencilla y humilde puede resultar tan agradable o más que una lujosa, pero si nos encontramos una mesa con un mantel sucio por ejemplo, o con las cosas desordenadas, no nos gustará. Tampoco nos gustará una mesa demasiado complicada, en la que hay tantas cosas que al final no sabemos ni cómo ni dónde sentarnos, porque las normas tienen que salir de forma natural, no tienen que ser incómodas ni forzadas.

Lo primero que haremos es poner un mantel.






A veces por cuestión de comodidad en comedores públicos, algunos bares o en el cole, los manteles que usamos son de papel o incluso no hay manteles, porque las mesas ya están preparadas para usarlas sin mantel o porque se usan bandejas, etc. Pero en casa, sobre todo cuando tenemos invitados y queremos causar una buena impresión,  o en un restaurante que sea bueno, la mesa siempre tendrá un mantel, un mantel muy limpio y servilletas a juego, una por cada comensal.




¿Alguien sabe lo que es un comensal?

Cada persona que se sienta a comer en una misma mesa, se llama comensal.
Los utensilios que se utilizan para comer, como cuchillos, tenedores, cucharas, etc., forman la cubertería y los platos de todos los tamaños, cuencos, ensaladeras, etc., forman la vajilla .  










Dentro de la vajilla, se encuentra la cristalería que como su nombre indica, es todo lo que es cristal: copas y vasos.



Todos estos, son nombres que tienen que ver con la mesa y que conviene recordarlos. Después los repasaremos y haremos un juego con ellos.

Entonces vamos poniendo la mesa:

(Ahora los niños van a ir poniendo la mesa siguiendo las instrucciones que les vamos dando).

Colocamos los platos, que tienen que estar separados unos de otros lo suficiente (al menos 65 cm.)  para que nos sintamos cómodos en la mesa.
Los platos pueden ser hondos, llanos, pequeños, en forma de fuente… según para qué los vayamos a usar. Al poner la mesa, generalmente se coloca un plato llano y sobre él, un plato hondo. También es correcto colocar solo un plato llano y luego ir sacando los demás, cada uno apropiado al alimento que vayamos a comer.






Una vez tenemos colocados los platos, vamos a colocar los cubiertos teniendo en cuenta dos cosas principales:

La primera es que a nuestra izquierda, es decir a la izquierda del plato, solo se coloca el tenedor. Y si hay más de un tenedor, porque hay tenedores de pescado que ahora veremos, el tenedor de carne se pone primero, pegado al plato y el de pescado después, pero siempre, recordad, a la izquierda.






La segunda regla es que a la derecha van el cuchillo, con el filo mirando al plato, la cuchara y los cubiertos de postre, que son más pequeños y se suelen colocar un poco alejados del resto, a veces cruzados o justo delante del plato, entre las copas y el plato.

La servilleta, se coloca doblada en forma de triángulo sobre el plato.







Como aquí vamos a colocar una mesa sencilla, no es necesario poner cubiertos de pescado, ni otros cubiertos que hay un poco especiales,  pero vamos a verlos para que los conozcáis cuando vayáis a comer a un restaurante o estéis invitados en casa de alguien.




La pala de pescado es como un cuchillo sin dientes y plano.

También hay cuchillos sin filo, para comidas que son blanditas, como huevos revueltos, o verduras, etc.






Los tenedores se diferencian por su tamaño y el número de puntas, son más pequeños los de los primeros platos y los de postre. También hay varias clases de cucharas: una grande para sopa, otra intermedia de postre, una para helados, otra más pequeña todavía para el té y la chiquitita del todo que es la del café.




Y una vez tenemos colocados los cubiertos, vamos a conocer los vasos y copas, que como hemos dicho, forman la cristalería.
Como nosotros no vamos a tomar vino ni licores, en nuestra mesa sólo vamos a poner el vaso o copa de agua, pero todas éstas, son las clases de copas que podemos ver en una mesa.







En la mesa las copas tienen que estar en orden, un poquito a la derecha del plato. Primero la copa de agua y luego la de los vinos, tinto y blanco. La última, la de champán o cava.

Con estas normas, ya sabemos cómo poner la mesa. Ahora vamos a ver otras normas importantísimas de comportamiento en la mesa y el uso de todos estos utensilios.

La primera lección es higiénica: tenemos que lavarnos las manos siempre antes de comer. Nuestras uñas y manos tienen que mantenerse limpias y lo mismo nuestra ropa.

Nos desprendemos de nuestros abrigos o chaquetones si llegamos de la calle y si llevamos sombrero o gorra o cualquier prenda que nos cubra la cabeza, es correcto descubrirse también antes de sentarse a la mesa.

Nos sentaremos rectos en la silla, delante de nuestro servicio. Los codos no se ponen sobre la mesa, aunque eso ya lo sabéis todos ¿verdad?   Tampoco se balancea la silla, ni se dobla, ni se hacen ruidos.
Esperamos a que nos sirvan.

Primero se sirve a las mujeres. Todo esto intentar recordarlo, porque también vamos a jugar a camareros y clientes de restaurante y algunos de vosotros seréis camareros. Pero en una invitación en casa hay que tener también en cuenta esta norma de educación, primero se sirve a las chicas.
La comida se sirve por la izquierda, las bebidas por la derecha, bordeando la espalda del comensal y nunca se llama a los que sirven con un ¡chiss! como si fueran un perro, tampoco con chasquidos de dedos ni nada por el estilo. Se pide siempre por favor.

Simularemos una comida completa:

Nos sirven una sopa.

Tomamos la servilleta, la desplegamos, la colocamos sobre nuestras rodillas. A los niños más pequeños, se les permite usar la servilleta como un babero, pero los mayores deben ponerse la servilleta sobre las rodillas.




Tomamos la cuchara grande de nuestra derecha para comer.

Los primeros platos como consomés, sopas, purés, salsas, etc. Se toman con cuchara. Si son ensaladas o verduras, se usan tenedor y cuchillo.

Sujetaremos los cubiertos inclinados, formando un pequeño ángulo respecto al cuerpo y el plato, con los dedos pulgar, índice y corazón. No se levantan el resto de los dedos.

(Enseñarles gráficamente)

Tenemos que procurar no empezar a comer antes que los demás, en general hay que esperar que el anfitrión o la anfitriona, es decir “los jefes” comiencen a comer, pero si no hay un anfitrión, es mejor que todos comiencen al mismo tiempo. Lo correcto por ejemplo es que alguien diga, ¿qué tal si empezamos? Y ahí todos se ponen a comer al mismo tiempo.

Tomamos la sopa sin sorber, no se hace ruido al comer, ni con la boca, ni con los cubiertos sobre el plato, ni con los vasos. Tampoco es apropiado soplar si la sopa quema, es mejor esperar a que se enfríe.


Si bebemos, hay que limpiarse la boca con la servilleta, antes y después de beber. No restregamos la servilleta contra nuestra boca, sino que nos limpiamos con suavidad, presionando un poco sobre la boca.
La servilleta no es un trapo, no se puede limpiar con ella ni los cubiertos, ni vasos ni mesa, es solamente para limpiarse la boca. Si hay algún vaso o cubierto sucio, pediremos que nos lo cambien.

En cuanto a los camareros, las copas nunca se servirán hasta el borde, deben llenarse hasta la mitad o un poco más.

Cuando acabamos, dejamos los cubiertos sobre el plato y esperamos a que nos sirvan el segundo plato.

Hay como un lenguaje con los cubiertos que es de buena educación conocer, y es que al finalizar de comer, se ponen los cubiertos sobre el plato entrecruzados, con los dientes del tenedor hacia abajo. Eso significa que hemos acabado de comer y es una forma de decírselo al camarero.






Ahora nos retirarán el primer plato y nos traerán el segundo. Un plato que puede ser con carne y guarnición. ¿Quién sabe lo que es la guarnición?

Se llaman “guarnición” los alimentos, generalmente verduras, que acompañan al alimento principal. Así si nos ponen carne con patatas por ejemplo, la carne es el alimento principal y las patatas son la guarnición.

¿Cómo cortamos si nos sirven por ejemplo un plato de jamón?






Tomamos el cuchillo con la mano derecha y el tenedor con la izquierda y vamos cortando trozos y comiendo despacio. No hay que cortar trozos demasiado grandes, sino más bien pequeños, que nos quepan en la boca con comodidad. Nunca se chupa el cuchillo.




Los cubiertos no se dejan en ningún momento sobre la mesa, hasta que hayamos acabado de comer, aunque en algunos lugares y a los niños, se les deja cortar primero todo el alimento en trozos pequeños, dejar el cuchillo y comer luego con el tenedor en la mano derecha, todos los trozos. 
El tenedor se utiliza con las puntas hacia el plato y con el dedo índice encima del mango mientras que el extremo del mango se retiene entre el pulgar y el dedo medio.

(Enseñar gráficamente)

Además de para cortar, el cuchillo se utiliza como ayuda, para llevar los alimentos hacia el tenedor. El cuchillo se coge por todo el mango de la siguiente forma: el filo se sitúa hacia el plato, el dedo índice sobre el mango, presionando hacia abajo el dorso del cuchillo, pero sin llegar a apoyarse en la hoja. El dedo pulgar sujeta el mango que queda también sujeto por el dedo medio y por la palma de la mano, con la que debe topar.

Naturalmente se mantiene la boca cerrada cuando se mastican los alimentos y por supuesto no se habla con la boca llena. Tampoco se habla cuando nos limpiamos con una servilleta.
(Hacer todas las pruebas de lo que se debe hacer y de lo que no es correcto, provocando las risas de los niños)

En la mesa se puede hablar, es agradable y se pasa mejor que si tenemos que estar todos en silencio, pero hay que hablar tranquilamente, alegremente y nunca cuando estamos masticando.  No se permiten las discusiones acaloradas.

Tampoco se tocan los alimentos con las manos, ni siquiera los que os vais a comer vosotros. El pan es el único alimento que podemos tomar con la mano, porque no se corta con el cuchillo, sino que se va cortando a trocitos con la mano, pero se tocará solo el trozo que nos corresponde, no el de todo el mundo. ¡Ah! y es de mala educación quitarle el pan a un compañero de mesa o hacer bolitas con la miga y tirarlas a otros comensales.

Cuando se acaba de comer, se dejan los cubiertos como hemos dicho, entrecruzados sobre el plato y la servilleta doblada de nuevo, sobre la mesa. 






Ahora nos retirarán el plato y nos traerán el postre.

Siempre que nos traen algo a la mesa, hay que dar las gracias, pero no es necesario darlas de nuevo cuando nos retiran los platos. Para pedir algo, lo haremos siempre diciendo por favor.

Nos sirven un postre.

Los postres se cortan con el tenedor, a no ser que sean duros. La fruta si tiene piel hay que pelarla con ayuda de un tenedor y cuchillo. Algunas frutas se comen con cuchara, como las chirimoyas o los caquis y algunas otras se comen con las manos como las cerezas, las uvas o las moras. También se comen con las manos los espárragos, aunque no os lo imaginábais ¿verdad? Y bueno, cuando se cortan con cuchillo y tenedor, es entonces cuando se está demostrando mala educación. La buena educación es saber comer y los espárragos se comen con los dedos.

Hemos terminado de comer y no se usan nunca palillos en público.  Para limpiarse la boca, si tenemos algún alimento que se nos ha metido entre los dientes,  se va al baño. Sería muy buena idea tener a mano un cepillo de dientes cuando salimos a comer fuera de casa, de ese modo, siempre después de comer, aunque estemos fuera, podríamos cepillarnos los dientes.

Todas estas normas demuestran buena educación, pero como sois niños, tampoco tenéis que preocuparos demasiado, porque tenéis la suerte de que os van a perdonar muchas de ellas. Sin embargo,  hay cosas imperdonables, como apoyar la cabeza sobre la mesa, comer con la boca abierta, hacer ruidos extraños, meter las manos en los platos, etc.
Cuanto mejor aprendáis a comer, mejor será la impresión que causaréis y lo más importante, más agradable resultará compartir la mesa con vosotros.






Juegos y sugerencias:


1.- Se recortan dibujos que pueden hacer los mismos niños, de diferentes utensilios de la mesa: cucharas, tenedores, cuchillos, copas de agua, vasos, platos, servilletas, saleros, palas de pescado……
Cada niño dispone al azar de un puñado de estas fichas de instrumentos que deberá ir pegando en hojas que clasifican según pertenezcan a: vajilla, cristalería, cubertería, mantelería…

Con la misma base de este juego, recortes con diferentes utensilios, los niños pegarán en una hoja formando un servicio correcto, en orden y apariencia.




2.- Vocabulario: (buscamos, comentamos, ideamos…)

Comensal
Guarnición
Restaurante
Servicio
Entrantes
Servilleta
Plato
Fuente
Ensaladera
Salsera
Postre
Té….



3.- Se puede dar a cada niño una hoja resumen con las normas tratadas en el taller para que en casa se refuerce su aplicación.



TALLER DE LAS BUENAS MANERAS

EN LA MESA  (II PARTE)


En el restaurante.

Escribimos papelitos con los roles que los niños van a representar, así habrán dos o tres camareros, clientes distribuidos por familias, parejas, grupos de amigos, etc. 

Los niños escenificarán una comida o cena en un restaurante, observando las normas de las buenas maneras en la mesa.

Podrán venir vestidos para la ocasión o confeccionarse ellos mismos con papel,  pajaritas o corbatas. Faldas y otros complementos para ellas.

También se podrá complementar con algunas normas de educación con acompañante, como retirarles un poco la silla para que se sienten, quitarles el abrigo, dejarles el paso, etc.





P. Tafalla Peñalver 
Creado en Enero 2007
Adaptación al blog y fotografías actuales
                                                                                                       

Comentarios

  1. Estos consejos son un tesoro, seguro que los niños se lo pasaron genial!

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  2. Viena que bien viene recordar estas buenas maneras. Imprescindibles para los niños, pero también muy oportunas para muchos adultos. Se ve cada cosa por ahí!!!
    Seguro que los niños aprenderán un montón y se lo pasarán de maravilla en estos talleres.

    Besos,

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  3. Lo has preparado muy bien,sencillo y preciso,además ameno.Ya sabes que en lo de los espárragos no hay unanimidad,aunque yo también creo que se comen sin cubiertos.
    Un abrazo.

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  4. Fantástico, menudo tutorial bien elaborado...

    Besos

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  5. Me ha gustado Viena, tanto es así que voy a sacar una copia y se la voy a dar a los nietos mayores.
    De una cosa no estoy totalmente conforme, cuando dice "Si hay algún vaso o cubierto sucio, pediremos que nos lo cambien" en una mesa, con los anfitriones sentados, resultaría, al menos para mi difícil el pedir este cambio ya que íbamos a poner en evidencia a los señores de la casa. Por supuesto que un tenedor sucio requiere su cambio y lo podemos hacer sin pedir nada "Hay que ver que torpe he sido, se me ha caído el tenedor, por favor sería tan amable de cambiármelo" ya que el limpiarlo con la servilleta, como bien dice, no debe de hacerse bajo ninguna circunstancia. Por supuesto si la suciedad detectada es en un restaurante, hay que pedir el cambio inmediato.
    Esto de la urbanidad es muy interesante el recordarlo y tenerlo en cuenta, antiguamente, que no había los medios de comunicación y los conocimientos que tenemos de unos y otros hoy en día. Cuando un embajador iba a una corte desconocida, la corte lo evaluaba por el comportamiento en la mesa, de como trinchaba la carne, etc. etc. así mismo el embajador estudiaba a sus anfitriones.
    Tema interesante, pero ya no hay los libros de urbanidad que estudiamos cuando niños, si los habrá, pero no se usan y que importantes son estos temas en la educción integral de una persona.
    Gracias por compartir Viena.
    Saludos

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. ¡Perfecto, Viena!. Muy bien explicado y muy necesario. Es cierto que la mayoría de los niños en la actualidad comen en el colegio, y allí es dónde deben darle esos conocimientos de comportamiento. Lo malo, es que en algunos casos, cuando llegan a casa a cenar, todo eso se olvida, y los padres actúan como "des-educadores", teniendo que volver a iniciar la tarea (igual que el tapiz de Penélope, hacer y deshacer).
    Leyéndolo, me he dado cuenta que a pesar de mis años, soy "un niño muy mal educado" en lo que al caqui se refiere. ¿Puedo tomarlo como una licencia el no comérmelo con cuchara cuando estoy solo?

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  8. Aunque estas buenas maneras deberan ser inculcadas por los padres, veo una iniciativa perfecta incorporarla al colegio, y ya de paso, que los padres intervengan también en ella, porque muchos no tienen ni idea de buenas maneras.

    Quiero extrapolar las buenas maneras no solo a la hora de ponerse en la mesa, sino también en la vida diaria, lo que llamamos educación cívica. Creo que se ha perdido, la gente está desmadrada, de verdad...No me considero para nada una persona repelente, pero qué menos que te escuchen, no te pisen las palabras y te hablen sin gritar...

    Leyendo siempre la manera tan didáctica con las que nos relatas tus recetas, me imaginaba que tu taller de buenas maneras sería exquisito. Y así es. A todos nos viene bien un repaso, sí señor.

    Muchos besos

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  9. Viena, desde luego que has hecho un gran trabajo. Yo recuerdo cuando era pequeña que en el cole nos daban una asignatura que se llamaba:educación cívica y social, pero hoy en día en los coles se va demasiado deprisa y con muchos cambios. Cambian de materia cada hora, de profesor, etc...creo que el sistema no funciona bien y deberían dar más importancia al comportamiento y a la educación. Así mismo, creo que extra escolar, deberían de haber talleres como los que tu haces para llevar a nuestros hijos a aprender a ser personas correctas y educadas en la vida. Ni que decir tiene que los padres somos los mayores responsables de su educación, pero con ayuda siempre es mucho mejor.
    Gracias por compartir esos conocimientos de gran valor didáctico. Como siempre ha sido un placer leerte. Besos

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  10. Por supuesto, Viena, lo encuentro fabuloso. Las normas que das a los niños pueden considerarse de alcance general. No obstante, hay otras convenciones que son culturales y cambian con cada pais. ¿Ya sabes la historia de cómo descubrieron los alemanes a un espía inglés por su forma de comer la sopa? Los ingleses usan la cuchara moviéndola hacia la parte más alejada del plato. También los ingleses cambian el tenedor de mano para comer: cortan como tu indicas, con el cuchillo en la mano derecha, pero luego, se lo cambian de mano y pasan el tenedor a la derecha. Y como eso, mil cosas, por no mencionar las guarradas que ví hacer a los chinos en Pekín (en comidas oficiales), como escupir las espinas del pescado en el plato. Uyyy, podría tirarme horas hablando de todas estas cosas, pero me voy a desayunar. Estoy en Yakarta, y el jet-lag me ha hecho despertarme a las cuatro de la mañana.

    Besos

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  11. Felicitaciones Viena!!.....felicitaciones....pienso que las buenas maneras son tambien una forma de respeto......respeto hacia uno mismo y hacia quienes estan con nosotros compartiendo la mesa.....y siento que en la sociedad que vivimos el respeto se ha ido perdiendo.....hay pequenos detalles en los cuales se puede reforzar el respeto hacia los otros.....y es en la mesa....me encanto la idea!!.....Abrazotes, Marcela

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  12. Me ha encantado Viena, hasta yo haría el curso con los niños, que bien explicado todo, es un ejemplo que deberían de copiar muchos colegios y centros. Un abrazo

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  13. Viena,
    Este curso le iría muy bien a algunos adultos. Sí que es cierto que si ya de bien pequeños aprendemos estas cosas, de mayores ya las tendremos asumidas pero creo que actualmente hay muchos adultos con falta de educación y maneras en la mesa.
    Ummmm... estoy por enviarles la entrada a algunos amigos míos jejejeje ;-)
    Un abrazo

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  14. Completito, y va bien tenerlo a mano para que los niños vayan aprendiendo.
    Buen trabajo. Un besote.

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  15. Fantástico, Viena, qué bonito y necesario taller. La verdad es que disfruto tanto de la mesa ys sus ritos que todo esto me fascina y vivo con pasión. Qué duerte tienen estos niños de tenerte comno instructora.
    Saludos

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  16. Queridos amigos: Perdonen que no haya contestado antes, pero llevo unos días bastante liada.

    VISC A LA CUINA: Efectivamente los niños lo pasan genial y luego en casa le van diciendo a los padres: así se hace, así no... Los padres dicen que los niños les enseñan a ellos jajaja.
    Un beso y gracias por tu visita.

    SUNY: Es verdad que se ve cada cosa, que bueno, denota que no estamos educados y que no damos la importancia debida a estas normas, que si las analizamos, están hechas para hacer agradable el hecho de la comida. No hay peor cosa que compartir mesa con alguien que no sabe comer o no es respetuoso con los demás.
    Un beso y gracias.

    MIREN: Gracias por tu visita. Los espárragos deben comerse con los dedos, pero siempre y cuando no nos los hayan servido con salsas, porque entonces ya ves, la dificultad. Creo que hay un poco de lio con eso y la norma ahí, tiene que flexibilizarse.
    Un beso.

    LAZY: Gracias por tu comentario y visita.

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  17. APICIUS: Me da una gran alegría que me diga que lo copia y lo pasará para sus nietos. El otro día también una amiga me dijo que iba a proponerlo en el cole de su hija, es genial que se mueva.
    Le doy toda la razón con el tema de los cubiertos sucios en casa de otra persona, yo lo dije en general pensando en la propia casa o en un restaurante, pero usted está totalmente en lo cierto y me ha recordado esa anécdota que circula por las buenas maneras, que dice que invitado a la casa de una gran señora, un campesino, no sabiendo usar los cubiertos, comenzó a comer la carne con los dedos. La gente en la mesa empezó a burlarse de su incultura y sus malos modales cuando la señora, no sé si era incluso una noble, percatándose de la falta de respeto que también suponía reirse de otra persona, resolvió empezando ella misma a comer con los dedos. Así boquiabiertos, el resto de comensales no tuvo más remedio que imitarla y acabaron comiendo todos con los dedos.
    Esto se suele contar para ilustrar que dentro de lo que son las normas, la primera y más básica es la del respeto y humanidad. A mi me gusta mucho esta anécdota.
    Libros sí hay, yo tengo varios, pero no se da importancia a este tema. En fin, muchisimas gracias por su visita a esta casa, que siempre es un enriquecimiento.
    Un abrazo.

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  18. OTEADOR: Es verdad que los niños comen en el colegio, pero durante ese tiempo, no están siendo educados, de hecho, no hay educadores que se encarguen del comedor, sino cuidadores, personas que se ocupan solamente de cuidar que coman y recojan, etc. Creo que este es el típico ejemplo de que unos por otros, la casa sin barrer, y en general hay ausencia total de educación en modales en general, no solo en la mesa.
    A solas nos podemos tomar las licencias que queramos, vamos, son muchas normas que nos saltamos, pero es verdad que un código entre todos los miembros de una comunidad, hace máss agradable el compartir mesa y más cosas.
    Un beso grande y gracias por venir por aquí.

    LAURITA: Estamos de acuerdo, aunque los modales en la mesa están considerados los más importantes, en general la educación está un poco dada de lado últimamente y eso tiene mucho que ver con el respeto, creo que no debería abandonarse en absoluto.
    Un por favor, un gracias, una sonrisa, cuesta tan poco y son pequeños gestos importantes. Es más, si la gente tomara conciencia de las puertas que abren estas palabras y estos gestos, creo que nunca se olvidaría lo importante que es aplicarlas.
    Eres siempre muy amable con tus comentarios, lo que hace que siempre sea un placer.
    Un beso grande y muchas gracias.

    ANNA: Esa es una gran idea, hacer una extraescolar con esta materia, a ver si alguien lo recoje y lo aplica. Yo también llevaría a un taller así a mi hija, soy consciente de que dar educación a los niños, es ayudarles a desenvolverse en el mundo y hacerlo de un modo que les va a abrir muchas puertas.
    Un beso y gracias por tu comentario, es siempre un placer.

    SOROKIN: Qué interesante sería tener esa conversación contigo, con el mundo que has visto, me fascinaría que me contaras todas esas anécdotas de aquí y de allá.
    Ese sería el tema de un segundo taller, la diversidad, el respeto y la norma en según donde estemos, o aquello más familiar de "Donde fueres hicieres lo que vieres" ¿Era así?
    Todo un halago que desde nada menos Yakarta, me escribas un comentario.
    Un beso grande. Cuidate.

    MARCELA: Así tal cual tu lo dices, es como yo lo pienso, esto tiene que ver con el respeto y no hay que dejar que se pierda.
    Un beso grande querida Marcela. A ver si obtengo un ratito para poder hacerte una receta para ese buen concurso que has organizado.

    CLAUDIA: Muchas gracias por tu comentario. Seguro que también tu tendrás muchas anécdotas que contar al respecto, porque viajas mucho. Qué riqueza el conocer las costumbres de cada lugar ¿verdad? y la mesa es un índice perfecto.
    Un beso grandote.

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  19. Amigos: Qué extraño fenómeno parece haber sucedido en el blog. Como recibo en mi correo los comentarios, veo con asombro que hay comentarios que no aparecen en el blog, que han sido borrados, así que no comprendo nada, pero han desaparecido los de:

    DELIKAT
    ARANTXA Y
    JANTONIO
    A los tres muchas gracias por vuestro comentario que no sé donde habrá ido a parar, pero me han dicho que blogger de nuevo tiene problemas y debe ser por eso.
    Un beso a todos.

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  20. Definitivamente necesito un curso con usted maestra, soy una niña muy crecida y bastante malcriada, seguro me echaba a comer en la cocina y no me dejaba sentarme en la mesa del comedor. ¿Imagínate invitarme a comer tacos a tu mesa? La verdad soy bastante más parecida a un indú cuando como. Soy feliz, así. Cuando me ponen una mesa con más de 3 cubiertos alucino.

    Me han encantado tus muñecos, tu cristalería y tus manteles. Pero más el cocinero enojón.

    Un beso

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  21. Otra cosa que me hizo recordar tu post, ¿Leiste el libro de cocina que le atribuyen a Leonardo D´Vinci? Ahi habla de las maneras de comer en la mesa de don Ludovico, de como se limpiaban los dedos en la piel de las liebres que dejaban colgando de las mesas, de no comer del plato de los demás y la manera de como salir airoso cuando compartes la mesa con asesinos. Era hilarante ese capítulo.
    Otro beso

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  22. Hola Viena:
    La anécdota que cita, yo la conozco como protagonista al rey Alfonso XII, pero en síntesis es lo que usted cuenta.
    Saludos

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  23. Querida CARMEN: Seguro que no te echaba de la mesa, vamos, eso fijo, más bien estaría encantada de compartir mesa contigo y disfrutar de tu compañía y en el peor de los casos, como la anécdota de Alfonso XII, a comer ambas como sea.
    En cuanto al librito de Da Vinci sí, lo tengo y lo considero una obra de arte.
    Esa serie de normas, se trata del código Romanoff, y es verdad que es super divertido desde la perspectiva de hoy día.
    Es un placer tenerte por aquí. Un beso grande.

    APICIUS: Es posible desde luego que se trate de una anécdota de Alfonso XII, yo parece que la he leído en una mujer, pero no lo podría tampoco asegurar.
    Gracias por el apunte.
    Un abrazo.

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  24. esto me ha parecido estupendo. voy a sacarle copia y mandárselo a mi hija para que continúe con la educación de mi nietecito, que tiene 2 añitos, y ya le estamos inculcando modales en la mesa y colaboración con las labores de la casa, con dos añitos ya se le dán cositas irrompibles y ligeras para que ayude a recoger la mesa y una servilleta de papel para que "limpie" su sillita de comer.
    por eso me parece que este cursillo es maravilloso, y pienso que la educación debe ser compartida, entre los profesores y los padres, siendo la responsabilidad de estos últimos la educación social, el niño debe llegar a la escuela con modales y los maestro solo deberían estar atentos a que la sociabilidad de los niños se cumpla.
    te felicito por tu labor y desde hoy soy una seguidora de tu pagina.

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    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras @yocuchita. Sabes que para copiar la entrada puedes imprimirla clicando abajo, sobre el símbolo de la impresora.
      Me alegro de que te haya gustado y ya te digo, te agradezco tu comentario, aunque con dos añitos es todavía muy pequeño, yo diría que a esa edad, lo mejor es darle muchos besos.
      Un abrazo.

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  25. Yo trabajo en un comedor y me conformaría con que se sentaran correctamente y no tiraran cosas al suelo, pero la verdad que los unos por los otros, no se les educa como se debiera en la mesa, muy interesante el curso, saludos chao chao

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