Ir al contenido principal

¡Socorro! ¿Dónde está mi magia?

                                                                                             

Queridos amigos: No creáis que porque llevo sin aparecer por el blog hace ya un par de semanas, es que no tengo cosas que contaros, muy al contrario, llevo días ajetreada y sin tiempo para nada, pero llena de novedades.
Intento materializar proyectos que venían de largo, como la idea de tener un obrador y sacar mis dulces ahí fuera, a la calle grande, como yo digo. También han surgido  proyectos nuevos, inesperados, que me atraen mucho y me ofrecen posibilidades que nunca había barajado. Ya os iré contando poco a poco, porque hasta que todo se asiente, esto es un lío que me tiene un poco invadida.
Menos mal que esta “gente” que vive conmigo, me recuerda a cada rato que hay que tomarse siempre un tiempo para estar agustito.




La cuestión es que no he podido ponerme a cocinar como a mi me gusta  y no es que no lo haya intentado, pues ya sabéis como es esto del blog, se adquiere un compromiso tácito de publicar cada semana y cuando no lo haces, sientes que tienes que hacerlo, surge la premura y al menos en lo que a mi respecta, eso acaba con toda posibilidad de crear.
No sé cocinar de cabeza, lo confieso, solo sé cocinar desde otro lugar de mi persona, llámese hemisferio creativo, corazón o el alma entera, pero si no cocino así, disfrutando y a mi manera,  la cosa no funciona.
¿Creéis que exagero?






Primero quise hacer una jalea de uvas que pintaba estupendamente.
Empecé con las fotos de los ingredientes, etc. La hice, pero el resultado no me gustó. Al final quedaba una melaza demasiado dulce, sin apreciarse el sabor a uvas, así que la descarté como entrada en el blog. Ya veré lo que hago para reciclar la jalea, porque no la pienso tirar a la basura, pero así, tal y como quedó, no me gustó. Ni siquiera su aspecto final me gustó.







Esto va bien para mis alumnos, para que vean que también yo fracaso y que por cada receta que sale, también hay algunas que no salen.

Bien, después de ese chasco, nuevo intento con unos eclairs maravillosos, receta de Ladurée y que, aunque en las fotos parecían espectaculares, en verdad no habían salido. No subió bien la pasta choux y no resultó como yo esperaba.
Nos los comimos, porque estaban buenos, pero como receta, no salió como debía salir. Segundo intento fallido.





Todavía hubo un tercero, había hecho macarons hace unas semanas y estaban divinos, así que pensé hacerlos de nuevo y quizás ponerlos en el blog.
Nada de nada, los macarons no se parecían en nada a los que había hecho. A pesar de las fotos, el resultado era el de unas pastitas muy ricas, pero nada de los macarons sublimes que había hecho anteriormente. Un desastre, un puro desastre.






¡Socorroooo! Pensé: ¿A dónde ha ido a parar mi magia en la cocina?

Me sentía como un hada a la que acaban de quitar todos sus poderes. De repente, o no estaba inspirada, o si cocinaba, la cosa no funcionaba.

¡Ah amigos! Pero yo esto se lo enseño todos los días a mis alumnos y es que el cocinero es un ingrediente más de la receta y con estrés, inquieta como estaba y con prisas, no había nada que hacer, el ingrediente humano que soy, no dio resultados. Es una máxima que jamás he podido rebatir en la cocina.

Yo necesito cocinar a mi manera, entremezclándome con los ingredientes, susurrándoles mis cosas o escuchándolos a ellos en sus despliegues musicales. Sintiendo sus diferentes temperaturas y sus texturas maravillosas. Solo así, adentrándome en sus misterios y formando parte de ellos, es como yo, como un ingrediente más de mis recetas, puedo dar un buen resultado.
Para bien y para mal, lo mío es cocinar con el corazón. Y por todo esto, la contraria también se cumple. Muchas veces he sanado mi estado de ánimo en la cocina, he consolado mis penas y mis inquietudes, poquito a poco, batiendo claras, mezclando nata, cortando en juliana, amasando ensimismada…

Ahora mirad este plato.






Hoy por fin, pude retomarme, tristona como estaba, pensando que me había quedado sin sensibilidad para la cocina, que algo horrible me estaba pasando, tomé una de mis ollas de barro, la más bonita que encontré y la miré durante un ratito. Luego, pensé en un guiso sencillo, algo muy simple, recuerdos de mi querida Orihuela. Un hervido, eso es, un hervido con judías verdes…
Miré en la nevera, también había un chorizo buenísimo y un trozo de tocino entreverado. Las patatas nuevas estaban especialmente atractivas a la vista, el aceite empezó a mostrar sus colores, una cebolla, una cabeza de ajos….






La cosa iba tomando forma, el alma se iba poniendo el delantal…




Y antes de que me diera cuenta, estaba cortando con cariño aquellas judías y echando a la olla en este orden:

Las judías






La cebolla y las patatas en cuartos




Los ajos cortados en dos, sin pelar, los trocitos de tocino, el chorizo

Un buen chorro de aceite y una pizca de sal. Y pimentón, por supuesto, de la Vera. 





El humo que empezó a salir del puchero, el chup-chup del caldo hirviendo...




Y una inmensa alegría interior, al reconocer que la magia fluía y fluía por toda mi cocina.




Creo que nunca, pero nunca, nunca, me ha salido un hervido a la oriolana, tan rico como este.
Y no era más que un hervido, un guiso humilde pero auténtico, que ahora sí, tenía el ingrediente que soy, totalmente dispuesto y relajado, disfrutando de lo que hacía.  






Como veis, se nota en cada partícula del plato



Gracias por estar ahí y esperarme siempre, aunque tarde un poco en llegar.



Un abrazo

Comentarios

  1. Buenísimo ese guiso. Todos fracasamos a diario en la cocina, algunos más que otros, eso sí, ya me gustaría a mi conseguir hacer esos macarons tan absolutamente preciosos.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Viena tienes toda la razón, si no se está relajado no hay manera de hacer bien las cosas en la cocina, yo ando siempre con poco tiempo y los lunes es el día que intento relajarme y disfrutar aunque no siempre lo consigo. Este guiso se nota que está superior. Un besazo.

    ResponderEliminar
  3. Estoy absolutamente seguro que esos que tu llamas "fracasos" estaban deliciosos. Mira, me juego el único dedo con el que escribo a máquina. Y lo del hervido, para qué te voy a decir. Para mí, es un plato simple y delicioso. Yo lo hago sin carne ni chorizo ni ná. Las patatas, las judías, la cebolla y los ajos. Un chorrito de aceite de trufa (descubrí eso por casualidad, un día que no tenía aceite de verdad) y hale. Además, te voy a confesar la verdad: lo machaco con el tenedor antes de meterlo en la boca. ¿Herejía? pozí, pero me gusta así.

    Venga, ánimo a tope. Sursum corda.

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Pues a mi hasta tus desastres me parecen delicias, ahora eso si, este hervido tiene algo especial, será la magia?

    ResponderEliminar
  5. La verdad es que se te echaba de menos, Viena.
    Y también es verdad que te comprendo y creo que todos los que sacamos placer con cocinar y comunicar lo cocinado te comprendemos. Pero eso sí: no logramos transmitirlo con ese gusto y ese sentimiento con que lo haces tú.
    Está bien eso de hacer una entrada en la que se hable de los fallos que tenemos. De los intentos frustrados y de la insistencia hasta que se logra el resultado definitivo. Me gusta cocinar, nos gusta cocinar, pero no siempre sale todo a la primera, no siempre está todo delicioso.
    Pero una cosa no te puedo perdonar: ¿Cómo puedes decir eso de que "el pimentón, por supuesto de La Vera? Con lo cerquita que tienes el delicioso pimentón murciano y ¿tienes que llegarte hasta Extremadura a por él?
    Bueno, en serio. A mí también me gusta el pimentón de La Vera, pero no en todos los platos. Ese pimentón me parece que siempre se hace mucho notar. Ese ahumado tan potente (bueno para algunos platos) lo encuentro desagradable para otros, donde se precisa un toque más delicado (en los arroces o con la col, sería unos buenos ejemplos).
    No soy un acerrimo militante de la cosa del producto murciano, pero creo que nuestro pimentón ha quedado relegado algo tan sencillo como un proceso de ahumado.
    ¡Vaya rollo que he metido! No era mi intención. Pero ya que lo he dicho, lo dejo puesto y quizá sirva para alguien se acuerde de nuestro pimentón.
    Pero lo importante, la noticia del día, es que volvemos a tener el privilegio y el placer de volverte a leer.
    ¡Nos tienes encandilados!
    Bs.
    Carlos,, de Vegetal... y tal.
    http://vegetalytal.blogspot.com

    ResponderEliminar
  6. Guapa, me gustaria hacerte una observacion. Entiendo que en el Valle de la Vera, hay muy buen pimentón, pero que sepas que aqui al lado de Orihuela, en Murcia, tambien se produce un pimentón de excelente calidad, y que dejaria a muy buen nivel estos estupendos platos que lo requieren, y que tu tan bien sabes preparar.
    Saludos de un murciano al que ademas tambien le gusta lo de Orihuela. Joaquin

    ResponderEliminar
  7. Querida Viena, lo explicas tan bonito, que hasta lo que llamas fracasos los encuentro divinos. A esos macarons no he podido verles el fallo; pero te entiendo perfectamente, cuando tu no sientes la cocina desde el alma, las cosas no salen igual. Ha sido muy interesante comprobar que la magia en la cocina no es sino la dedicación y el cariño que se le dedica. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  8. Cierto lo que dices Viena.....muy cierto....la cocina es tiempo....y a las carreras no salen bien las cosas....con tiempo y paciencia la magia se despliega, arranca e ilumina......pero aun asi disfrutamos comiendo de nuestros fracasos....es como la vida.....hay que saber disfrutar de los fracasos pare reconocer los exitos.......Abrazotes, Marcela

    ResponderEliminar
  9. Cuanta razón tienes, tu magia no ha ido a ningún sitio, es solo que estas fuera de órbita, con tantos proyectos entre manos, y tanto estres no puede ser de otra forma.

    Seguro que cuando todo vuelva a su cauce volverá esa magia a tus manos.

    Besos y mucha suerte en todos tus proyectos.

    ResponderEliminar
  10. Lorelai: Gracias por tu comentario. Ya ves que las fotos muchas veces no lo son todo, los macarons se ven muy bien, pero no estaban tan ricos como podían estar y hay que ser honestos con eso.
    Un beso.

    Nati: Hay quien se deja influir más que otros en la cocina, por su estado de ánimo. En mi es primordial, tanto para mejorarme como para que mis recetas salgan, necesito cocinar con sosiego.
    Un beso y gracias por tu visita.

    Sorokin: Eso del aceite de trufa lo tengo que probar. Yo también hago el hervido muchas veces sin nada más que las verduras, pero ayer era lo que tocaba, un guisito más completo, con más aromas. En cuanto a chafarlo con el tenedor, de herejías está el mundo lleno, incluso yo diría que avanza gracias a ellas.
    Gracias por los ánimos.
    Un beso.

    Ana con maleta: seguro que sí, que fue la magia que la vi brotando yo desde el puchero para arriba.
    Un beso y gracias por venir.

    ResponderEliminar
  11. Viena no habias perdido la magia solo estaba tomando un respiro, esto a veces pasa y sientes que se te ha acabado la inspiracion, solo es cuestion de darle un tiempecito y zaz vuelve de inmediato, el guiso se ve delicioso
    un beso

    ResponderEliminar
  12. Carlos Egea y anónimo murciano, tranquis, que no hay guerra de ninguna clase, que el por supuesto para el de la Vera, es porque al llevar chorizo este hervido, acentuaba sus matices, pero nada más, no descalifica ni muchísimo menos, al pimentón de Murcia, del que tengo un tarro siempre a mano, junto al de la Vera.
    Carlos, yo uso según me parece, nunca uso de la Vera para un plato de pescado, porque me parece que se carga los sabores limpios del pescado, tampoco en mariscos o arroces, sin embargo en pucheros como las lentejas, o la fabada, o este mismo hervido, al que puntualmente le añadí ayer el tocino y el chorizo, creo que le va bien. Ya se sabe que sobre gustos... Además, tampoco seamos tan nacionalistas, que estamos en una época, en la que el mundo se ha hecho pequeño, al menos así lo siento yo, cada vez estamos "o deberíamos estar", más cercanos unos de otros.
    Gracias por echarme de menos Carlos, es un placer tenerte por aquí.
    Un beso grande.

    Murcianico anónimo, o no tan anónimo, Joaquín: con la sonrisa en los labios te digo cómplice, que yo soy de Orihuela, que no tienes que convencerme de eso, como le he dicho a Carlos, están los dos pimentones en mi despensa para elegir uno u otro según me parece para el plato. Vamos, así como tomamos vino de Alicante o de otro sitio, según se tercia ¿o no?
    Un beso y gracias por venir por aquí en donde eres bienvenido cuando quieras.

    ResponderEliminar
  13. Anna: Así es, la magia es la que llevamos dentro y cómo nos expresamos en cada momento, incluyendo los ratos de la cocina. Seguro que si hiciéramos un estudio de esos días "sin magia" encontraríamos que está ausente en muchas más cosas, no solo en la cocina.
    Gracias por tu comentario y un beso grande.

    Marcela: qué gran verdad dices, sin los contrastes no tendríamos apreciación de nada, no hay éxitos sin fracasos ni plenitud sin vacío, así es la vida y la cocina no podía ser de otra forma.
    Muchas gracias por tu comentario. UN beso grande.

    Rosaleda: Estoy totalmente de acuerdo, de hecho, la magia ha vuelto y parece que estaba contenida, ahora aparece a borbotones, empujando un tema tras otro jajaja. Gracias por tu comentario. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  14. Aandara: Qué alegría verte de nuevo por aquí, estamos perdidas hace tiempo, se nota que no paramos. Tienes toda la razón, sé que la magia no se fue, el guiso era de hecho, mágico a tope.
    GRacias por venir. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  15. Te echaba de menos.
    El ingrediente humano que eres es de primerísima calidad.
    Puedo oler ese guiso, pero los macarons y todo lo demás también se ven fantásticos.
    Besos, buen día.

    ResponderEliminar
  16. MIREN: Muchas gracias por echarme de menos y por verme con esos ojos tan generosos.
    Buen domingo y un beso muy grande.

    ResponderEliminar
  17. Hola Viena, cuánto tiempo sin visitarte!!! A veces se complican la scosas y uno no llega a todo, pero aquí estoy de nuevo.
    Llevo un ratito curioseando tus últimas entradas y tengo que felicitarte. Todas me gustan pero me ha encantado esa visita que hiciste a es finca para ver como pisaben la uva.
    Cada rinconcito me ha traído recuerdos de mi niñez. Cuando ibamos al campo a coger almendra con mi yayo, el fuego para la paella, los juegos, las risas, y tantas cosas bellas. Qué recuerdos!!!
    Respecto a tu magia, no creo yo que haya desaparecido, a veces las cosas no salen como uno desea y algo que ha hemos hecho en anteriores ocasiones se convierte en un fracaso, sin saber muy bien porqué.
    Pero veo que te has resarcido con este rico hervido. Pero qué buenísimo te ha quedado!!! Parece que me está llegando el rico olorcito hasta aquí. Gracias por compartirlo con todos.

    Un beso enorme,

    ResponderEliminar
  18. ¡Qué agradable leer tus posts! Además de hacernos caer la baba, nos hacen sentir realmente humanos: sensibles, golosos, estresados, animados, pensativos... Me alegro mucho de que haya vuelto tu magia. Como muchos lectores, echábamos de menos tus recetas tan detalladas y llenas de cariño. Saludos, Aurélie

    ResponderEliminar
  19. Viena, cómo me gusta pasarme por aquí y leerte!!! Sonrío con tus paalbras, porque muchas veces me parece que soy yo quien las dice! Y cuánta razón tienes! A veces parece que nos ha abandonado aquella magia que nos hace hacer maravillas en la cocina, nos pasa a todos...
    Me encanta imaginar tu alma poniéndose el delantal y empezar a trastear por la cocina y terminar sentada en la mesa disfrutando de un plato tan apetitoso como éste.

    Suerte en todos los proyectos que te han surgido!
    Yo no suelo pasarme ni por aquí (cuánto so siento!)ni por ningún otro bloc, porque desde hace unos meses estoy super ocupada. Ahora he empezado también un nuevo proyecto,. Ya te informaré!
    Besos, y suerte!

    ResponderEliminar
  20. pues esos desastres que tu dices yo los veo estupendos los macarons se ven fenomenales, yo creo que eres muy perfeccionista, ademas si no te gustan mandamelos ja,ja.....el hervido bien rico



    ¡¡besos¡¡

    ResponderEliminar
  21. Hola Viena. A mí en muchas ocasiones me ha ocurrido algo parecido a lo que te ocurrió a ti. Durante un tiempo no veía resultados en todo lo que me proponía hacer, y veía que a todo le faltaba algo, y que efectivamente era algo así como implicación emocional. Al final esto queda en una anécdota, sigue ocurriendo a veces, pero casi siempre de forma esporádica, y tanto una cosa como otra son capítulos perdidos de una historia de largo recorrido. No hay que darle mayor importancia, aunque como lo has contado, y nos lo has enseñado, al final mereció la pena recordarlo. Has hecho un reaprovechamiendo maravilloso de un tiempo perdido.

    Pues ese hervido me gusta mucho, es que estarás de acuerdo conmigo que con un buen chorizo y un poco de tocino o una buena y fresca punta de jamón, y algo de hidratos, ya uno tiene ganado la mitad del plato.

    Gracias por volver.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  22. Seguramente eso que tu llamas falta de magia otros lo llamaríamos exigencia excesiva para contigo misma, seguro que todas esas cosas que tu llamas fracasos tenían un nivel más que aceptable, pero es que has puesto el listón tan alto...
    De todas formas, está muy bien ser exigente con uno mismo, yo también he hecho un montón de recetas con toda mi ilusión y al no salir todo lo bien que yo imaginaba no he sido capaz de publicarlas.
    El hevido de judías nunca lo he hecho así, pero la verdad es que tiene que estar de muerte...¿Ves como al final siempre consigues encandilarnos?
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  23. Cierto, en la cocina se nota cuando uno está tranquilo y relajado.. porque al final el resultado se plasma en el plato y con las prisas y el estrés los platos "lo notan". Todo pasa y seguro que en unos días esa magia vuelve.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  24. Mi querida Viena, tengo que confesar que durante mi estancia en tu casa intenté robar un poquito de tu magia y creo que algo me traje en el zurrón, imposible no impregnarse de ella, como aquellos niños que tuvieron la suerte de tener como niñera a Mary Poppins y acabaron bailando en los tejados de Londres... pero que no cunda el pánico!, que la generadora de tanta magia quedó intacta, mírala, haciendo macarons, jaleas, eclairs... y un suculento y hermosote guiso capaz de resucitar a cualquiera, llenando la cocina con miles de aromas, sabores y también sonidos! Pura magia.

    ResponderEliminar
  25. Hola SUNY: Bienvenida de nuevo, todos andamos fatal de tiempo así que siempre es de agradecer la presencia y el comentario. Muchas gracias.
    El día de la finca de Jijona disfruté muchísimo, así es como yo quiero vivir, de una forma en que todo tiene un valor, todo es precioso.
    La magia volvió, claro que si, pero esos días en que nada salía han sido también valiosos como enseñanza.
    Un beso muy grande y gracias, de verdad por tu comentario.

    ResponderEliminar
  26. AURÉLIE: Gracias por tu bonito comentario, estas cosas también ayudan a crecer la magia, los buenos amigos y los buenos deseos.
    Un beso.

    MARGARIDA: Parece que andamos en tiempos de proyectos y aventuras miles, que nos tienen ahí, al pie del cañón. El otro día le decía a una amiga: ¿Es que me parece a mi o las mujeres estamos en ebullición?
    También te deseo mucha suerte a ti en todo lo que emprendas y gracias por sacar un huequito de ese poco tiempo para dejarme tu comentario.
    Un beso grande.

    LOLA: jajaja, es cierto, soy muy perfeccionista, sobre todo con lo que yo hago. A veces cuando me invitan a comer o algo, me tienen miedo porque creen que voy a ser muy crítica, pero nada más lejos de la realidad, siempre digo lo mismo y es absoluta verdad, y es que soy mucho menos exigente para comer que para cocinar. Eso tengo que mirármelo ¿verdad?. Gracias por tu comentario y un beso.

    ResponderEliminar
  27. CARLOS: Totalmente de acuerdo y para que no parezca otra cosa, no es la primera vez que estos periodos tontos me vienen a visitar, claro, lo que pasa es que ahora, con el blog, se nota si de pronto me entra el pánico y no puedo publicar, pero es que tengo claro que si no va, no va, eso de publicar por publicar tampoco es lo mio. En fin, me tendremos paciencia.
    Este hervido salió de muerte, y así entre nosotros, el chorizo tuvo algo que ver.
    Gracias a ti por venir a verme.
    Un beso.

    LOLAH: Es un alivio saber que también a los otros, con los buenos que sois, os pasan estas cosas, como a mi. Es verdad que soy exigente, pero sobre todo, tengo metida en la cabeza esa cosa de profe de cocina, pienso que si hacen esta receta y no les sale buenísima, entonces no es lo que quiero, por eso quizás también me pido mucho para publicar.
    Prueba el hervido así, que es un guisote en toda regla. Buenísimo.
    Un beso grande.

    ARANTXI: Somos ingredientes de nuestras recetas, es verdad, así que según estamos, así aportamos al plato. Estamos de acuerdo. La magia ha vuelto y ha sido entre todos.
    Un beso y gracias por venir por aquí.

    ResponderEliminar
  28. Querida DELIKAT: Tu comentario, puro bálsamo para mi corazón. Este Otoño eres auténtica poesía. Muchas gracias.
    Ayer pensé mandarte una foto, te va a encantar, pero te adelanto: se trata de unos fantasmitas hechos con pellas, sí, hice la masa blanca de las pellas y en lugar de lenguas, formé montoncitos de base ancha, hacia arriba. Luego cuando ya estaban fríos, con un palillo y colorante, les pinté unos ojos y quedaron de simpáticos que ni te imaginas. La pequeña Viena flipaba, estábamos haciendo pruebas para Halloween y resultaron de lo más ingenioso y guapos. Puedes probar, porque seguro que ya te los imaginas. Además de todo eso, estaban buenísimos, creo que nos quedan uno o dos y eso que hice unos cuantos. ¡Dios aquí no se puede adelgazar!
    Un beso grande amiga.

    ResponderEliminar
  29. Qué maravilla, fantaspellas jaja pues como ya he hecho mis primeras pellas y fueron un exitazo, casi que me atrevo a copiarte, pero antes quiero hacer algunas de las recetas que me pasaste con la harina flor, sobre todo el manjar blanc, que ya lo tenía en un recetario catalán pero con maizena como base, seguro que con la harina tuya está más bueno. Besotes

    ResponderEliminar
  30. Adelante Delikat, te saldrá riquísimo, estoy segura, pero no te pierdas los fantaspellas (me ha encantado el nombre), porque son divertidísimos. Ya te mandaré una foto.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  31. Hooola guapa! no es quese haya ido la magia, a mi me pasa siempre lo mismo, hay días que parece que no es el mio, estoy como principiante jaja, y creo es por stréss o por las prisas..asi que ni caso.
    Que rico ese guisito, mmm hasta parece que me imagino el aroma que tiene...
    te mando un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  32. Mi querida Viena,, tu magia se había echado a dormir unos días, necesitaba descansar. No se puede estar en todo a la vez, el cuerpo y la mente tiene un límite y bien dice el dicho que "el que mucho abarca, poco aprieta". Estoy segura de que, cuando has visto tus nuevos proyectos con un poco más de luz y tranquilidad, bostezó tu magia para ponerse en los fogones y hacer este hervido de judías verdes que quita cualquier pena.

    Creo que es imposible que se te quite el brillo de los ojos, esa es tu magia, está contigo...

    Quiero saber de ti! Sé que me tienes que contar muchas cosas.

    Reparte muchos besos por tu casa, y quédate con algunos...

    ResponderEliminar
  33. Hola, Viena querida! Cuanto tiempo no nos hablamos! Estoy en mi 8˚ mes de embarazo y también tengo algunos problemas con el tiempo, son tantas cosas a hacer que el blog ten quedado un poco abandonado...
    Gracias por tu comentario en el Chocorango, siempre haces mi día mejor

    Un besazo

    Talita

    ResponderEliminar
  34. Querida señora bruja, la magia no se ha ido está ahi esperándola en sus hermosas ollas, está un poquitín distraida, nada más. Pero de que puede con todos sus hechizos ser seductora y competente lo es. Sólo sacuda un poco los hombros hacia atrás y verá que las alas de ángel que están agachadas levantan y retoman el entusiasmo creativo. Las brujas cocineras son ángeles del sabor y tienen que tener paciencia, nada más.
    beso

    ResponderEliminar
  35. Viena, yo esto contigo totalmente, he pasado casi dos semanas fuera de la cocina, de mi vida, de mis cosas, amigos y familia, por temas de salud....y no hay nada como disfrutar de cada momento, en la cocina y en la vida...todo con calma y agusto....por eso tus recetas son un deleite para los sentidos...sin duda!!!

    Esa jalea de uvas...me enamoro.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  36. Querida Vierna, te entiendo como bloggera y como cocinera amateur que soy. También ando muy liada por estos días y pienso en mis entradas, en los bogs de mis amigos y que me encanta leer.
    Por otro lado, no creo que la magia s evaya tan así de fácil, pero tal como dices, el estrés no ayuda a ningún plato. Finalmente, este opuchero se ve fenomenal. No tengas prisa, te estaremos esperando.
    Saludos

    ResponderEliminar
  37. Veo que está inmersa en un mar de trabajo y proyectos.
    Que todo salga a pedir de boca.
    El plato que presenta fenomenal.
    Ya he hecho mis primeras pellas, de gusto y textura bien, de presentación no muy buena.
    Cuando las edite y después de hacer una segunda prueba surgirán algunas preguntas.
    Saludos

    ResponderEliminar
  38. Vamos a aprovechar que hoy Mr. Blogger esta tranquilo. Cuanta razón tienes en eso de que no siempre “estamos muy finos en la cocina”, pues hay días y días. Pero eso no debe preocuparnos, porque en toda creación siempre está el “pifiarla”. No pasa nada. Simplemente nos volvemos a recomponer y seguimos.
    A mí me suele pasar cuando imagino un plato en mi cabeza y luego, a la hora de plasmarlo en la cocina, la técnica no me acompaña. ¡Cojo unos cabreos!, porque no queda como yo lo visualizo.
    ¡Ah!, ya nos iras contando todos esos proyectos…

    ResponderEliminar
  39. No hay duda que el estado de ánimo influye en todo lo que hacemos. Y si es algo que estamos acostumbrados a disfrutarlo, a mimarlo como haces tú, a integrarte con toda su música y su fuerza, pues es normal que notes que a veces no sale como tú quieres y es por que no estás en el mejor momento. Tú misma también necesitas descansar, parar y retomar cuando todo haya pasado. Y tú misma ni te habrás dado cuenta.
    ¡Mira1 a mí me pasó una cosa muy curiosa cuando mi hermana pequeña se casó.
    para mí, mi hermana, era como mi hija, o yo su 2ª madre. La había criado, le había cantado canciones de cuna, jugado con ella en la calle, bailado, y vivía y veía por ella. cuando se casó imagínate lo que yo sentía y lo importante para mí que era su felicidad.
    Pues ella lo hizo el 4 de octubre, y el 8 de julio murió la hermana de mi marido.
    Después de muchas otras adversidades que había sufrido, ésta ya fue la que me tumbó, y caí en una depresión enorme.
    voy al grano, porque sería largo de contar.
    Resulta que pensaba que nunca mejoraría y estaría bien para la boda, pero al final me recuperé.
    Una semana antes fui a comprarme la ropa para la boda, y yo iba muy guapa, muy delgada (había adelgazado 8 kilos en un mes) y me sentía muy bien.
    con el paso del tiempo, cuando veo las fotos de la boda, me sorprendo de lo que hice.
    Me compré un traje de chaqueta pantalón, verde militar. Muy ajustadito, pero vede oscuro. Pantalón y chaqueta, con una camiseta beige.
    Eso en otra persona resultaría quizá elegante, pero yo no era ésa. Me gustaban más los vestidos de colores, las faldas de volantes, colores rosas, azules, verdes manzanas, hasta blancos.... pero nunca hubiera elegido esa ropa en otras condiciones. ¡Ni me dí cuenta!
    Ahora veo el estado de ánimo que yo tenía para elegir esa ropa y no otra.
    Pues eso me ha enseñado mucho. Aunque no lo ponga en práctica, y a veces esté tan saturada que no disfruto con lo que me gusta, y entonces tampoco me sale bien.
    Te entiendo, pero qué buen guiso te ha salido cuando has vuelto a disfrutar de tu tiempo, a dedicarle miradas cómplices y susurros a tus ingredientes, y cuando los has escuchado y sabes qué te querían decir.
    Me fascina leerte.
    Besos.

    ResponderEliminar
  40. ¡Me encanta tu frase: "soy mucho menos exigente para comer que para cocinar"! Podría ser mía, jeje. Por cierto, estas ollas de barro tan perfectas, ¿dónde las consigues? Un beso

    ResponderEliminar
  41. GABY: Recibo tu abrazo y te mando otro para allá. Hoy he comprado yucas para hacer unas empanadas que vi en tu blog, ya te contaré como me salen, aunque seguro que buenas, tus recetas siempre salen.
    Un beso grande.

    LAURITA: Espero que tus vacaciones te hayan dejado como nueva. Ya he visto todo lo que habéis hecho, una pasada, qué bien.
    Yo también te mando muchos besos. Te escribo en cuanto pueda.
    GRacias por venir.

    TALITA: qué alegría me da verte feliz y tan bien con tu embarazo. Creo que ahora tendrás menos tiempo todavía, pero el bebé es lo primero. ¿Sabes si es niño o niña? Estaré pendiente de tus noticias. Te deseo lo mejor para el nacimiento.
    Un beso muy grande y un mimito con una nana para el bebé.

    CARMEN: Me ha gustado imaginarme sacudiéndome y apareciéndome las alas jajaja. Eres una buena amiga y una gran maga. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  42. MAYTE: Espero que ya estés bien, yo también me he recuperado de mi semana tonta, de estrés. Sobre la jalea, no te dejes llevar por la foto, en realidad salió muy dulce, nada del otro mundo. Tengo que intentarlo de nuevo.
    Un beso muy grande y gracias por venir siempre.

    CLAUDIA: Mil gracias por tu comentario, siempre es un placer tenerte cerca. Sé que me entiendes, pero bueno, ya estoy de regreso, ya ves, la magia no se fue tan lejos y el pastel de hoy, salió riquísimo.
    Un beso.

    APICIUS: Por aquí andamos bien ocupados, pero bien ya. Sobre las pellas, la verdad es que si no es muy rápido en echar las cucharadas en forma de lengua, se hace muy difícil trabajarlas, pero con un poco de maña, lo conseguirá. Además si estaban buenas, eso es ya importante. Estaré dispuesta a las preguntas que necesite y que yo sepa contestar, claro.
    Un beso y gracias por venir.

    OTEADOR: Me identifico totalmente con lo que dices, yo también me pillo algunos mosqueos importantes, como ves. Ya te contaré esos proyectos, tan pronto los tenga yo claros.
    Un beso grande y gracias por venir.

    Mª ANGELES: Muchas gracias por tus palabras y por compartir conmigo tus experiencias y tus cosas, que son cosas que nos acercan, como personas, a pesar de la distancia y de que esto es virtual, ahí estamos, con el corazón en los dedos y en las teclas. Sé que me comprendes.
    Un bso grandote.

    ResponderEliminar
  43. AURELIE: Tengo toda una colección de ollas de barro y las consigo cerca de mi casa, vivo cerca de un pueblo que se llama Agost en donde hay muchos alfareros. A veces hago excursiones a verlos, algunos me conocen y me enseñan cómo usan el torno o sus hornos, es muy bonito. También venden ollas en Carrefour y en Eloina, un comercio del que hice una entrada en el blog y que es mi proveedor de cosas "chulis".
    Un beso.

    ResponderEliminar
  44. Leerte es como la cocina... todo un placer... no encuentro cuándo parar...
    Sólo me apetecía saludar... darte las gracias, por supuesto y confesar que no se bien porqué este post me ha puesto tontorrona, y me ha emocionado.
    Me alegra que el desenlace haya sido tan exiquisito.
    De nuevo, solo gracias.
    Me encanta paladear tus escritos...
    Qué ganitas de llegar a casa, de preparar un mate y compartir, de seducir a mi marido esta noche con un postre de higos, de esconderme en el jardín secreto a comer pastes y buscar animales mágicos...
    No sé como puedes dejar tu alma en cada plato de esta manera tan auténtica en la que nos dejas deleitándonos al otro lado de la pantalla.. pero no dejes de hacerlo.

    ResponderEliminar
  45. Jess Jim: Muchísimas gracias por tu comentario, son palabras muy bonitas las que me escribes. Creo que dejar el alma en cada plato es inevitable para cualquiera que cocina con gusto, es que si no, ni es cocina, no pasaría de ser un trabajo mecánico.
    De todas formas, es tu alma bonita la que sabe captar todo esto con tanta sensibilidad.
    Un abrazo con mucho cariño.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario