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Pastas de Calamondin: Sol del Mediterráneo


                                                                                                             

Basada en la receta de los bechkitos marroquíes, hago esta receta con Calamondín, un fruto recién descubierto en mi cocina.

La responsable de este y otros descubrimientos, que me tienen como a una niña con zapatos nuevos, ha sido Sol, del blog La cocina del Huerto.
Sol me ha regalado esta semana un festival de cítricos y otras cosas, absolutamente interesantes y  novedosas, al menos para mi cocina, como decía. Son cítricos y plantas rescatadas, reencontradas, que se cultivan en su huerto y que su hijo, Santiago Orts Premio Nacional de Gastronomía, está introduciendo en alta cocina junto al cocinero  Rodrigo de la Calle.

Como podréis imaginar el regalito es como para estar entusiasmada como lo estoy, ansiosa por probarlo todo y de todas las maneras posibles, ávida por inventar, por adaptar, por experimentar, que en definitiva es lo que más me gusta del mundo mundial.

Fui destapando estos regalos como si fuera el día de mi cumpleaños:

Calamondin




Limequat




Kunquat




Cidra




Anémona de tierra




Y algunos polvos mágicos…






Además de sus mermeladas y bueno, seguro que de algo me olvido, pero ya os digo, una especie de cofre del tesoro para cualquier aficionado a la cocina, que de verdad le agradezco un montón a mi “nueva” amiga Sol (ella sabe del entrecomillado).

Seguramente las próximas entradas en este blog, vengan marcadas por este descubrimiento, porque no pienso dejar que nada de esto me pase desapercibido y voy a experimentar unas cuantas recetas.






Comenzamos con estas pastas delicadas y crujientes, que han sido marcadas con un profundo aroma de calamondin.  

El calamondín, como se aprecia en las fotografías, es una especie de mandarina en miniatura cuya piel es aromática y dulce, mientras que su zumo o su pulpa, tiene un sabor amargo. Es por eso, que generalmente se consume la piel.
Es originaria de China y desde allí, pasó a Indonesia y Filipinas, en donde era muy apreciado su zumo. En Hawai sin embargo, es más común como árbol ornamental, lo mismo que en las Bahamas, algunas islas de las Antillas y Centroamérica.
Desde 1960 su cultivo en maceta, se ha extendido al resto del mundo.






Aunque en muchos de estos países, el calamondin es usado para tomar con té, o combinar con carnes y pescados, al modo en que nosotros usamos el limón, así como en la confección de mermeladas o siropes, en nuestra cocina es todavía bastante primicia.
He probado su aromática piel, antes de emprenderla en la receta y me ha resultado suave y dulce al paladar. El interior no me ha parecido tan amargo como se dice, pero es cierto que no es dulce como nuestras mandarinas.
Pensé que quedarían estupendas en un tipo de dulce ligero, como los bechkitos, algo que deje apreciar su aroma peculiar a cítrico perfumado y bueno, he aquí el resultado:

Ingredientes:

Cuatro huevos
Un vaso de aceite de oliva virgen extra
Un sobre de levadura Royal
Unas gotas de esencia de vainilla.
400 g. de harina de trigo
La piel de 300 g. aproximadamente, de Calamondin
150 g. de azúcar.






Y así se hacen:

En un bol, batimos tres de los cuatro huevos con el azúcar.




Añadimos unas gotas de esencia de vainilla y el aceite. Continuamos batiendo.




Pelamos el calamondin y trituramos las pieles obteniendo un puré





Echamos al bol y removemos




Por último, vamos añadiendo harina, mezclada con la levadura, hasta que consigamos una masa fácilmente moldeable.





Quizás no usemos toda la harina, dependerá de algunos factores, pero una vez podemos amasar, formamos pequeños discos, con la mano, y depositamos en una bandeja de horno sobre papel vegetal.




Pintamos con la yema del huevo que nos quedaba




Ahora en un pequeño cuenco, mezclaremos azúcar con polvos mágicos, así llamados por Sol, las pieles secadas al sol de cidra y trituradas posteriormente. Esto acentuará el sabor cítrico de estos bollitos.




Espolvoreamos las pastas




Y entonces introducimos en el horno precalentado, a 150 grados, durante 15 ó 20 minutos, o hasta que veamos que están hechas y ligeramente doradas.




La pulpa de Calamondin que hemos obtenido, la reservaremos, porque todo en este pequeño fruto, es aprovechable.
Lo trituraremos y lo guardaremos en un tarro herméticamente cerrado en la nevera. Entre otros usos, es un excelente tónico para el cabello,  que estimula el crecimiento del pelo, usado después del champú.
Por su parte, el zumo tiene interesantes propiedades cosméticas y medicinales. Es un buen desodorante corporal. Es blanqueador de pecas y buen remedio contra el acné.  
Frotando con zumo las picaduras de insectos, alivia el picor y la irritación y tomado por vía oral, es usado como antitusígeno.






Mientras charlábamos, se ha hecho la primera hornada.




Son bonitas




Saben maravillosamente a cítrico, aunque con un matiz muy original




Ideales para el desayuno o como pastas de té.






Y con su dulzor os deseo un feliz fin de semana.

Un abrazo.




Comentarios

  1. Viena, esta receta esta muy buena! Por acá solo he usado el cálamondin con comida Filipina. Así como lo mencionas, como jugo de limón. Así como lo presentas me parece muy buena idea y seguro lo probare con tu receta. Que lindo es leerte con ese gusto. Me transmitiste tu emoción y entusiasmo. Que bonito!

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    1. Querida Prieta, muchas gracias por encontrar siempre un tiempo para pasar por aquí y dejarme tu comentario.
      Yo he descubierto ahora el calamondin gracias a Sol y estoy encantada. Las pastas están muy ricas y mi hija ha bañado en chocolate algunas y está como loca de lo buenas que están. Con el resto de calamondin he hecho licor, bueno, está macerando ahora mismo. Estoy segura que hay muchas opciones para disfrutar de este pequeño cítrico.
      Un beso grande.

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  2. Te han quedado de obrador Viena! qué buen aspecto.

    Y bueno, de las frutas que nos presentas tengo una grandísima curiosidad por probar el calamondin, por supuesto, pero también el Limequat. Son frutas que nunca he probado ni visto en mercados y tiendas.

    Qué buen regalo!

    Un saludo.

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    1. Y que lo digas Carlos, es un regalo magnífico para cualquiera de nosotros.
      Yo había visto quizás el calamondin en un vivero, como ornamental, pero nunca lo había probado. Creo que en algunos mercados se puede encontrar, y también en la web de estos chicos, que la venden on line y se llama Gastroshop.
      Ahora estoy pensando en el uso de la anémona de tierra, que si la pruebas, es increible, sabe a caviar, algo así, es el mar concentrado y una textura crujiente que es sorprendente. Estoy como una cría emocionada, seguro que tu lo entiendes.
      Un abrazo y gracias por venir.

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  3. Menudo regalo Viena, no me extraña que estés emocionada. Te han quedado con un aspecto espectacular, imagino que de sabor serian también muy ricas. Buen fin de semana también para tí. Esperanza.

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    1. Esperanza están muy ricas, aunque ahora, un día después, han perdido algo de la intensidad del cítrico y eso que mantienen perfectamente su textura crujiente. Cuando las haga de nuevo, voy incluso a ponerles más calamondin.
      Era la primera vez que usaba este pequeño naranjito, y me ha encantado.
      Un beso.

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  4. Viena eres una artistaza, que maravilla de pastas. me pongo a hacerlas este fin de semana para mis nietos ¿ quien será esa Sol que tiene esos productos y no sabe usarlos...? Jajaja, espero que te enviará mas cosas y seguirás investigando, lo haces seguro mucho mejor que ella. Mil besos querida

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    1. Anónimo: Pues esa Sol es una nueva amiga que tengo que es un cielo y que me ha regalado todas estas cosas ricas con las que estoy flipando.
      Si las haces, no tengas miedo y ponles incluso más calamondin. Mis hijas han cogido algunas de estas pastas y las han bañado en chocolate, ¿serán golosas? Pero han quedado de cine, ya sabes lo bien que marida el chocolate con la naranja.
      Un beso

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  5. Viena se ven riquisimos, a ver si este fin de semana tengo chance de hacerlas,feliz fin de semana
    un beso

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    1. Aandara, qué sorpresa y qué alegría verte por aquí. Tienes suerte de poder conseguir calamondin, por aquí es bien difícil, se puede comprar on line, pero es muy raro verlo en los mercados.
      Un beso grande y espero que esté todo muy bien con los tuyos y en tu vida.

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  6. Me emociona tanto regalo. Es fantástico...El calamondin no lo conocía, pero me imagino que pasaré como el kumquat, que la cáscara es dulce y la pulpa un poco menos,aunque no llega a ser amarga. Estas pastas seguro que están deliciosas, las pastas o galletas con sabor a frutas son mis preferidas. Con un buen té y tu compañía, ¡qué buena merienda!

    Un beso grande

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    1. Querida Laura ¿Tu conoces el kumquat? Porque yo creo que lo habrá visto alguna vez, pero como adorno y nunca lo había probado. Ahora estoy entusiasmada, se me ocurren mil ideas.
      Un beso grande y gracias por venir.

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    2. Un compañero de trabajo de Pedro le da todos los años kumquats. De hecho tengo un bizcocho publicado de kumquats. A mí me encanta el sabor del kumquat en respostería. Ah también he hecho mermelada de kumquat. Prueba que te sorprenderá todas las cositas que te han regalado.

      Un besote

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    3. También me han regalado mermelada de kumquat, no te digo que estoy emocionada, me encanta experimentar todo esto nuevo.
      Un besito.

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  7. Apenas tengo tiempo de visitar los lugares que me gustan, el Domingo haber si tengo tiempo de hacer un comentario a esta entrada y a la de la cerveza.
    Saludos

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    1. Apicius, seguro que tiene usted aportaciones interesantes que hacer y seguro que ya conocería estos cítricos y con toda su experiencia, tengo ganas de saber lo que nos puede decir, sin embargo, sé lo apurados de tiempo que vamos todos y no se preocupe si por esta vez, no puede comentar, llegará seguro el momento de retomar estos temas.
      Muchas gracias por asomarse por aquí, a pesar de ese poco tiempo.
      Un abrazo

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  8. Yo tambien quiero regalos así!!! que buena pinta que tiene todo, gran recetaa
    besitos:)
    hoysonrioalespejo.blogspot.com

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    1. Jajaja Justme ¿A que soy una suertuda? jajaja. Lo que más me gusta es experimentar estas cositas raras y diferentes y bueno, de algunas ya me he hecho adicta, hay unas pieles de kumquat que son un vicio.
      Un beso y gracias por tu comentario.

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  9. meravigliosi e golosi da morireeeeee

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  10. Estos dulces no me los pienso perder Viena. Qué pinta tan deliciosa tienen!!!. me imagino lo ansiosa que estar por hacer cosas con esos cítricos. A i un amigo me regaló también una selección de ellos y muchos nos los conocía. No sé si viste el post que hice de ellos. La verdad es que es emocionante descubrir productos nuevos en la cocina. Un lujo de receta Viena!!!. Besos y buen finde

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    1. Recuedo la mano de buda Anna, a mi también me han dicho que ahora no hay, pero que cuando haya, la podré probar.
      Tengo todos estas cositas en mi nevera y estoy hasta nerviosa queriendo usarlo todo ya jajaja. Seguro que tú harías maravillas con ellas.
      Un beso

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  11. Desconocía este cítrico y las anémonas de tierra.
    Sólo conozco el yuzu y la bergamota.
    Las pastas han quedado preciosas y con esta receta tienen que estar deliciosas.
    Gracias por descubrirnos y compartir estas pastas y frutos.
    Buen fin de semana

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    1. Hola Nerea: Bueno, pues conoces más que yo, porque yo hasta que me las ha descubierto Sol, no sabía del yuzú y la bergamota la había oído, pero tampoco sabía nada. Sobre las anémonas, verás el próximo post, me han sorprendido su sabor.
      Un beso y gracias a ti por tu comentario.

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  12. Vaya regalazo que le han hecho,eso es para disfrutarlo y veo que ya ha empezado, con esta perfecta receta de estas pastas de Calamodín, que fotografías tan bonitas, me producen sana envidia.
    El Calamodín también se conoce con el nombre de Lima de Almizcle y más conocida por su nombre ingles Musk Lime, ahora bien yo tenía la idea que el fruto, su piel era de color verde, su pulpa amarillenta verdosa, de bastante jugo, pero de sabor delicado. Tal vez la que presenta es de cultivo en maceta y de hay sus modificaciones. Me ha confundido un poco.
    La anémona, me descoloca, tal vez la conozca, si es que la conozco, como ficoide glacial, lo digo solamente por el aspecto de su fotografía y si es la que yo digo es muy crujiente, pero su sabor es más marino, iodado, salino, pero no recuerdo y de la que le hablo la he probado, que sea de sabor ditrico.La cidra fue el primer cítrico que llegó a Europa de la mano de Alejandro Magno , unos 300 años A.C y los romanos la utilizaban con fines medicinales. Creía que no se consumía fresca y solo que se utilizaba en la producción del acitrón o citra confitada.
    De la bergamota tengo un aceite esencial soluble, lo suelo emplear para aromatizar algunas preparaciones que requieran ese aroma sutil de la piel de este cítrico, su aroma recuerda vagamente al agua de azahar y a los aromas de la piel de la naranja, aunque esta creo que el aroma lo tiene más intenso. Si es la que yo digo y no me confundo con el lío que me estoy armando, en Levante es frecuente ver en zonas de costa, podrá ser en Cabo de La Nao, me viene este nombre a la cabeza.
    El Yuzú no lo conozco, aunque he realizado una pequeña incursión en mis libros y veo en la publicación Japonese Kitchen del Maestro Hiroko Shimbo, que habla de Yuzu Citron, y utiliza la piel cortada en fina juliana para aromatizar diferentes platos, también dice que su jugo es un ingrediente importante en algunas salsas.
    He disfrutado con esta entrada, principalmente con la receta, las pastas tienen el aspecto de las mejores de una pastelería y luego rememorando sabores de los cítricos que conozco de los que publica.
    Saludos

    .

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    1. Madre mía Apicius, es usted una riqueza de aportación. yo no le puedo decir del calamondin, porque esta es la primera vez que había visto estas pequeñas mandarinas, a mi me parecen eso. La piel es muy dulce y aromática, así que le viene muy bien el nombre de lima de Almizcle, aunque no sé si será la misma a la que usted se refiere. Esta se cultiva en el huerto de esta bloguera compañera, su hijo, biólogo, está rescatando especies cítricas muy interesantes.
      La anémona seguro que sí la conoce, tiene efectivamente sabor a mar. Yo la había visto hace un mes más o menos, pero no tenía ni idea de que se comía. Es propia por lo que sé de las Islas Canarias, y tienen un sabor increible a mar. En el próximo post la he usado en algunas recetas, ya las verá.
      El yuzá Apicius, si lo oliera, es impresionante, como dice Sol, se cierra los ojos al olerla aunque no se quiera, es que es impactante. Cítrico, sí, pero tan profundo, que es increible.
      Bueno, muchas gracias por sus aportaciones, siempre son magníficas.
      Un abrazo.

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  13. ahora mismo me pongo a investigar sobre estas nuevas cosas, que sabes qe me encanta descubrir nuevos productos y plantar cosas nuevas en la huerta, muchas gracias por estas aportaciones

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    1. Rocío, yo ya he plantado unas anémonas de tierra y las semillas de calamondin. Lo que no sé si saldrán o no, pero te entiendo, porque a mi me pasa igual, me encanta investigar estas cosas.
      Un beso y gracias por venir.

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  14. Vorrei averli ora quei dolcetti!! buona serata....ciao

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    1. Giancarlo: Ringraziamenti per il vostro commento.
      Un abrazo.

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  15. Pero que manitas tiene mi niña. Vaya pastiKas, esta receta no me la pierdo.
    Besikos.

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  16. Viena, he estado viajando y veo que nos has traído cosas nuevas y originales, vaya, cuánto nos queda por conocer de las cocinas y los alimentos.
    Abrazos

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    1. Es cierto Claudia, yo a medida que más avanzo, más cosas sé que desconozco, es un mundo impresionante y fascinante este de la cocina.
      Te gustarían estas cositas raras, está todo tan rico, tan nuevo en el paladar.
      Un beso y gracias por tu comentario.

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  17. Viena, tu bien activa y yo descansando, fuera del carril.
    Mira en casa sembré un árbol de calamundin y otro de kumkuats, son tan bonitos y tan ricos.
    Sembré el calamundin porque en el vivero donde lo compré hacían paletas de hielo, estaban deliciosas, muy frescas con un sabor único. También las uso para hacer Cochinita Pibil, un platillo yucateco muy popular, la exprimo y dejo macerar con esto el puerco. En mermelada también, lo mismo que los kumkuats.

    Los otros regalitos se ven interesantes. La palabra bergamota me encanta, me impone, y cuando la olí la primera vez, llenó mi espíritu de belleza, no me imagino como se pueda usar en algún alimento. Cuéntanos más que harás con ella.

    un abrazo

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    1. Carmen, eres increible, te fijas en las palabras, y además, con toda la razón. Bergamota a mi también me produce sensaciones, es como viva en la boca, bergamota, como cuando comes algo sabroso que se quiere salir por los labios ¿a que si?
      Paletas de hielo son polos? ¿helados de hielo? Porque realmente es buena idea, y con ese punto amargo, deben ser muy refrescantes.
      Tus recetas me encantaría conocerlas, esa Cochinita Pibil tiene buena pinta. Y que bien que conozcas estos ingredientes, yo acabo de descubrirlos y estoy todavía maravillada de cuánto nos queda por descubrir.
      Un beso grande.

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  18. me suena haber probado algo parecido en una pasteleria japonesa en londres. casi que se huelen desde aqui. lo que no se es si encontrare calamodin para probar a hacerlas

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    1. Marydeath: El calamondin es fácil que lo probaras en una pastelería japonesa, no sé si con estas pastas, que están inspiradas en un dulce árabe, pero vamos, seguro que algún dulce parecido llevaría calamondín.
      Ahora mismo ya no están en temporada, pero en cuanto estén, en la web que indico puedes conseguir las que quieras. Espero que alguna vez las pruebes. También es una opción hacerlas con mandarinas.
      Un abrazo y gracias pore tu visita.

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