Una clase, un jueves…

Hace tiempo que no traigo al blog imágenes de nuestras clases.

La verdad es que pretendo que cada clase, sea un espacio de relax, de paz, en donde no haya tensión de ninguna clase, donde todo sea espontáneo y sin perturbaciones, por eso no hago más fotografías.

Cada uno a su aire, cada cual a su ritmo, todos en armonía durante este paréntesis de dos o tres horas, en el que disfrutamos siendo alquimistas.

Sin embargo, me encanta compartir en el blog, estas tardes divertidas y llenas de risas que pasamos, cómplices de los aromas que se elevan desde nuestras ollas, de las confesiones que nos hacemos: hice tal receta, me salió de muerte tal otra, invité a mi tal, con aquel plato… Cómplices sí, yo diría que esa es justa la palabra de lo que nos hace ser un grupo en cada clase, con idiosincrasia propia.

Hoy, aunque han faltado algunos, se asoma a esta ventana, mi grupo de los jueves.

Andrés es el artista de las texturas, le encanta tocar cosas raras, sentir las masas pegajosas, los pescados que le resbalan, la harina que se le escurre entre los dedos.

Se divierte, solo hay que verlo. ¿Hace palmas o albóndigas?

Carlos y María operan hoy a dúo.

Johane también se lo pasa bien, como ella dice con su gentil acento francés: Hay muy buen ambiente.

Gaspar es el más instruido. El estudia su segundo año ya, de cocina profesional. Pero en este tiempo, ha venido a cocinar con nosotros.

No es el único de este grupo del jueves, buscando caminos profesionales. Loreto ha estado tres meses, nada menos que en la cocina de Berasategui.

Interesantes proyecciones profesionales que orgullosa proclamo que se están forjando en mi cocina.

Y qué satisfacción de profe me embarga, así, finalizando el curso, cuando me doy perfecta cuenta de que lo he conseguido, que las clases son, para ellos y para mí… una experiencia enriquecedora

Para reír con las manos en la masa, aquí y ahora

Para aprender de lo que saben y sabemos

Para sentirnos partícipes e implicados, sin otra cosa ni de otra manera. Carpe diem.

Y mientras esa vida, toda esa vida sucede…

Se nos va haciendo la comida.

Os quiero chicos. A los de todas mis clases.

Un beso.