Estaba yo pensando, que bebería estar prohibido poner
nombres repetidos a las cosas, sobre todo, cuando llamamos de igual modo a un
objeto bélico o de tortura y a un alimento.
¿No existe una oficina de marcas y patentes? Pues debería
existir una oficina de nombres, que asegurara la exclusividad de cada uno de
ellos. La lengua sería más justa, si no se mezclaran de ninguna manera la
guerra y la comida.
Que alguien me diga a quién le hace pizca de gracia, que se
tome el nombre de una granada, un fruto magnífico y milenario que para muchas
culturas simboliza el amor y se le dé tranquilamente, a una bomba pensada para
destruir. Da igual que esa bomba tenga forma y tamaño del fruto, da igual que
estalle en mil pedazos que irónicamente se puedan asemejar a los granos, ahí
debería intervenir la oficina de nombres nobles e impedir que se haga tal
atropello, porque una granada, una maravillosa granada, no tiene nada que ver
con una bomba y debería impedirse mezclarlas de forma alguna.
¿Y qué decir de las porras? Siendo un dulce castizo y bien
rico, con todo su aceite y su azúcar, que es además originario de la repostería
española y a gusto sabe dios, de cada españolito, que por carencia de esa bendita
oficina de exclusividad, cede su nombre a un objeto infame creado para pegarle a
los hombres, que para más guasa, a veces incluso puede tratarse de los
compañeros.
Otro caso lo tenemos con el mortero. Un mortero, todos sabemos, es un cuenquito de piedra o
madera que usamos para picar los ajitos, el perejil o nuestras especias. ¿Por
qué entonces liarlo todo y llamar mortero a un arma así, larga y fea, que sirve
para lanzar proyectiles explosivos o incendiarios? Vamos, que rizando más el
rizo, el mortero, lanza granadas. ¿Acaso no es para volverse loco?
Es del todo imprescindible, que se pueda obtener la
exclusividad de los nombres, que las bombas no puedan ser de racimo, por más
que cuando alcanzan una altitud medida y determinada, se abran dejando caer en caída
libre cientos de explosivos. No, no, no… Los racimos han de evocarnos las
bellas uvas, sean blancas o negras, que de colores no hay riesgo de mezclas.
Y el gas mostaza que cambie de inmediato su apellido, que la
mostaza es una rica especia, o en su caso, un condimento bien definido. Tome el
gas un apellido que mejor le defina, como horror o abominable.
También hay que reconocer, que el pueblo es responsable
muchas veces de estos desvíos, porque oiga, esto no se hace, llamar lecheras a
los coches de los policías, estarán conmigo en que no fue muy acertado.
O pipa, ya ven ustedes, que la semilla ya se había
acostumbrado a un compartir de buena amistad con la de fumar, cuando de
pronto se convierte en arma de fuego. No, no, no… No vamos bien.
Yo pido que pronto, muy pronto, se cree esa oficina de
nombres, que nunca más una piña o una galleta, sean un golpe dado a nadie, sino
lo que son en la cocina.
Y que una torta o incluso un tortazo, no sea otra cosa que
un pedazo de pastel como el que hoy os traigo. ¿No sería mejor?
Vamos con la receta:
Ingredientes
200 g. de azúcar más 50 gramos para macerar
180 g. de harina
Dos huevos
Un yogur natural
Medio sobrecito de levadura Royal
Dos o tres granadas
50 g. de mantequilla
250 ml. De nata
Así lo hacemos:
Partimos y desgranamos una de las granadas. Supongo que
todos conocéis ya cómo hacerlo, pero si alguien tiene dudas, puede consultar
esta entrada del blog, en donde también hay bastante información sobre las
características y propiedades de las granadas.
Una vez desgranada, espolvorearemos con los 50 gramos de
azúcar para macerar.
Si queremos podemos añadir algún licor a estos granos, tipo
kirsch o similar. Yo no le he puesto nada más que el azúcar.
Ahora en un bol, pondremos el yogur y el azúcar que nos
queda y removeremos bien para obtener una mezcla suave.
A continuación añadimos los huevos uno a uno, así como la
harina tamizada, la levadura y la mantequilla que habremos fundido.
A la mezcla obtenida, le añadiremos los granos de la granada
que tenemos macerando
Y mezclaremos con cuidado integrando todo
Colocar en un molde engrasado y hornear hasta que
comprobemos que el bizcocho está hecho. Entonces sacamos del horno, desmoldamos
y dejamos enfriar.
Hay que manipular el bizcocho con cuidado porque es muy
tierno, muy húmedo con la granada y sería fácil que se nos rompiera.
Una vez frío, procederemos a la decoración.
Lo primero será montar la nata y cubrir con ella todo el
pastel. También por los bordes, pero reservaremos algo de nata para la
decoración final.
Luego desgranaremos una o dos granadas más, esta vez, sin
prepararlas con azúcar. Simplemente y
con cuidado, vamos pegando granos de granada alrededor del pastel.
También rellenaremos todo el centro con granos, en
abundancia, dejando solo una banda alrededor.
Finalmente con ayuda de manga pastelera, haremos un dibujo,
rosetones o como más nos guste en la banda que hemos dejado sin granada.
Y remataremos con un granito de granada sobre cada rosetón
El resultado está a la vista. La granada es un fruto muy
agradecido, su color llena todo el espacio y resulta seductor sin mucho
esfuerzo.
No pude hacer fotos del corte, porque la regalé a una amiga
que cumplía años, pero os aseguro que está muy, pero que muy rica.
No dejéis de comer granadas en este tiempo. Simbolizan el
amor.
Un abrazo.
Ay! Me cayo muy a tiempo tu receta. Apenas estaba pensando que hacer con tanta granada que tengo, que bien que has publicado este tortazo. Estoy completamente de acuerdo contigo. Los nombres de cosas nobles no se deberían usar para cosas destructivas, no señor, no se vale.
ResponderEliminarBesos.
Ah Prieta esa expresión "no se vale" es muy española, al menos en mi pueblo cuando éramos pequeñas la decíamos.
EliminarTienes que hacer esta tarta, seguro que te va a encantar. Es el tiempo de granadas, hay que recordar bien como saben.
Un beso grande.
vaya rica q tiene q estar la tarta. con lo q me encanta las granadas, asi ya se hacer otra receta para darlas uso.
ResponderEliminarsaludos
Mou, a mi también me encantan las granadas y no encuentro muchas recetas para ponerlas. Esta tarta ha sido una gran idea, porque aunque es un preparado, se nota todo el sabor de la granada, refrescante en la boca. Pruébala.
EliminarUn beso y gracias por tu comentario.
Hola guapa tu
ResponderEliminarPreciosa y seguro de super deliciosa, humm
mil petonets Susanna
Susana, muchas gracias por tu visita y comentario. La verdad es que si, que estaba super buena.
EliminarPetonets
A parte de buena, (cosa que me imagino) es espectacular. Un diez.
ResponderEliminarJUEGO DE SABORES
Muchas gracias Ana y Blanca.
EliminarUn beso.
Que preciosidad de tarta, y que rica y refescante tiene que estar, esta si que se merece un nombre, bonito, porque te ha quedado perfecta. Besicos
ResponderEliminarMaría, pues es verdad, merece un nombre bonito, pero mira que como tenemos asociado el tortazo al golpe, nos parecerá feo, y un tortazo es esto, un pedazo de tarta ¿no?
EliminarUn beso y gracias por tu visita.
buen nombre le has puesto.
ResponderEliminarque rico tortazo que así se debería llamar o por lo menos le llamas tú.
te ha quedado impresionante y que rico con las granadas una buena fruta, además le has puesto dentro, precioso y muy bueno¡¡
besosss guapaaaa
Hola María José: Es una tarta con mucho sabor a granadas, sabor y textura, está muy buena. Si la pruebas, ya lo verás.
EliminarUn beso y muchas gracias por tu comentario.
Qué razón tienes, Puri, la lengua española es muy rica, pero no es de justicia relacionar nombres de alimentos, u otras cosas que tienen una connotación totalmente positiva, con elementos negativos como armas de guerra o simplemente los de una agresión como puede ser el tortazo.
ResponderEliminarDespués de ver tu impresionante tortazo, que se mete por los ojos y enamora, cada vez que oiga ala palabra tortazo a partir de ahora tendré en mi meten un delicioso dulce de granadas hecha por una persona especial y sensible. Ya para mí será una palabra llena de energía y positividad.
He visto lo del curso de repostería Navideña, me encantaría estar ahí contigo en casa! Nada me gustaría más, pero imposible. Es una auténtica pena que nos separen 500 km tan mal comunicados...
UN beso grande.
Querida Laura: Ojalá siempre las denominaciones positivas acabaran con las negativas y los tortazos sean siempre tortas, tartas grandes y hermosas.
EliminarEl curso de repostería se agotó tan pronto salieron los e-mails, no queda ni una plaza, así que estoy pensando incluso en repetirlo, porque se ha quedado bastante gente fuera. Ya te contaré cómo fue. Seguro que te habría gustado, vamos a hacer roscones, tronco navideño, turrones... Será bonito.
Un beso grande
Me encanta la entrada de hoy, nunca había pensado en todas esas palabras que pueden significar cosas tan malas y ricas a la vez
ResponderEliminarUna receta estupenda, adoro la granada!
hoysonrioalespejo.blogspot.com
Justme, muchas gracias por tu comentario. Yo también adoro la granada, por eso todas las recetas que puedo hacer con ellas, la aprovecho.
EliminarUn beso.
Viena, siempre es un placer leerte, una termina siempre contenta. qué divertida y justa tu reivindicación de los nombres de frutos y comidas que se lo han apropiado (y ensuciado) para nombrar armas y violencia. Me uno a tu queja desde ya.
ResponderEliminarLa tarta, una maravilla, la verdad es que la granada es una delas frutas más maravillosas que conozco, me encantan.
Abrazos
Querida Claudia: gracias por todas esas cosas guapas que me dices, y sí, debería eliminarse esa duplicidad de palabras, sobre todo si es para mezclar violencia y nutrición.
EliminarEsta tarta te gustaría, estoy segura, porque mantiene todo el sabor de las granadas.
Un beso grande.
Vaya tortazo impresionante. Como siempre con un introito muy interesante, que a veces uno se queda pensando que es mejor, si el inicio o la receta en sí, la verdad que me quedo con ambos.
ResponderEliminarQue pase buen día a pesar del gobierno.
Saludos
Estimado Apicius, pues a pesar del gobierno, que ya es bastante, intentamos pasar los días y las semanas. Yo también le deseo buenos días.
EliminarY muchas gracias por sus palabras.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con tu exordio. Yo lo ampliaría más todavía, a otros ricones del habla cotidiana. Porque ¿por qué el más conocido internacionalmente de los embutidos nacionales tiene asímismo que designar a un ladronzuelo? ¿y por qué cuando alguien te critica hasta volverte del revés, se dice que te puso "a caldo"? Vamos, que sí, que hay que abrir ese registro de nombres.
ResponderEliminarY el tortazo, fabuloso. Lástima que a mí las granadas no me peten demasiado, me molestan las pipas de madera que tienen los granos. Pero vaya, puestos en tarta seguro que están fabulosos.
Por cierto, me aparece lo de los comentarios otra vez a la derecha del texto.
Un abrazo
Querido Sorokin: Qué mente despierta tiene usted, sabía que me dejaba unos cuantos y enseguida su mente ingeniosa los ha pescado.
EliminarPediremos esa oficina de nombres nobles.
Ahora parece que está arreglado el tema de los comentarios, también he pasado por tu blog y he posido leer y escribir, uf, no sé a qué se deberá, pero creo que no es cosa nuestra, sino de blogger.
Un abrazo.
Viena, me hiciste pensar con tus elucubraciones mentales sobre esas palabras. Pero sabes a mí no me enoja tanto. ¿Será que tengo la violencia tan cercana en este país, y nos susurra siempre la muerte en el oido que ya no me espanto con esos horrores? No sé, no quiero nunca perder la capacidad de asombro en las cosas que me rodean pero algo pasa, no lo sé a ciencia cierta, perdón.
ResponderEliminarCentrémonos entonces en tu hermosísimo pastel, ahh, suspiro. Es como una joya perfecta, podría ser un broche o un anillo de rubíes. Tiene tal delicadeza cada granito. Me imagino que tardaste bastante en decorarlo. Lo voy a guardar y a tener presente este pastel, para hacerlo cuando haya más granada. En México después del 16 de sep. que es el día de la Independencia, comienza a escasear esta fruta. Es que es el ingrediente necesario para decorar los famosísimos chiles en nogada con que se festeja esta fecha. Esperaré para el otro año y seguro estará riquísimo.
Un abrazo.
p.d. te escribí en tu otra entrada de la granada, no había visto tu pregunta de hace dos años
Querida Carmen: Pues a mi tu reflexión sobre la violencia me ha traido a la mente esa canción que decía: Solo le pido a dios, que la guerra no me sea indiferente... y en ese mismo sentido toda la canción.
EliminarYo no quisiera que por cotidiana, la violencia, la injusticia o la deshonestidad me fuera indiferente, por eso de vez en cuando, no está mal tener estas elucubraciones mentales jajaja como tu las llamas.
La tarta se hizo en un momento, la decoración es muy llamativa, porque la granada es hermosa sobra el blanco de la nata, pero de verdad que no es difícil de hacer y no tardé más de 10 minutos en decorarla entera.
Un beso grande princesa.
Una tarta muy original, además queda espectacular.
ResponderEliminarbesos
Gracias Mila. Un abrazo.
EliminarBueno!!! he encontrado este tortazo muy, pero que muy rico!!! Espectacular, diría yo... realmente hay pocas recetas de repostería que lleven granada... y he de decirte que la tuya me ha gustado mucho. Si me da rabia pelar la granada és por lo difícil y entretenido que resulta... y además se manchan las uñas y luego no hay quien quite ese.. teñimiento oscuro...
ResponderEliminarpero creo que tu receta merece la pena.
me ha parecido genial.
Un beso, Viena, y encantada de conocerte!!!!
Me permites que me quede?
Bienvenida Titaniii, naturalmente que te permito que te quedes y con mucho gusto. Para pelar la granada hay un truco que desde que aprendí, se acabaron esos inconvenientes que dices. Es cortar la granada por la mitad y colocar sobre la palma de la mano, boca abajo una de las mitades. Con la mano del mortero, le vas golpeando suavemente y verás que los granos empiezan a caer en lluvia sin mancharte, ni nada. Es genial porque la granada es hermosa y rica y merece que la consumamos más.
EliminarUn abrazo.
Que delicia de postre! esa tarta luce totalmente apetecible. Me gustaría probarla algún día
ResponderEliminarPues ánimo Juana, es fácil de hacer, te lo aseguro.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu comentario.
Echaremos un vistazo anónimo. GRacias
ResponderEliminarSoy una enamorada de las granadas....y en torta me parece una exquisitez....te dire que con un toque sensual....me encanta!..........Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarMarcela, desde luego que tiene un toque sensual, como buen fruto rojo que es, símbolo no en vano, de la fertilidad y del amor.
EliminarMuchas gracias por venir por aquí y por tu comentario.
Un beso grande.
Que rica Viena!! mira por donde con todos los dulces que hago nunca he hecho ninguno con granadas, me ha gustado mucho la receta y que decir del post, como siempre me gusta leerte y tienes toda la razón, no me había puesto a pensar en los nombres. Eres muy buena!! lo sabes verdad......
ResponderEliminarTe mando un beso grande grande!!
Claudia
Claudia. Muchas gracias por tu comentario. Tienes que probar la granada en un postre, es deliciosa, fresca, rompe en la boca y es buenísima.
EliminarYo también te mando un beso muy grande. A ver si nos podemos ver pronto.
Entra por los ojos esta tarta. Cuando era niña mi abuela me ponía la grana con azúcar y yo ahora la como muy de vez en vez en ensalada, aunque la decoración no es lo mío, todavía no me quedan los platos impresionantes, probaré alguna vez lo que es en sí la tarta, el bizcocho con la granada dentro, me ha llamado la atención!!
ResponderEliminarBesos!!
May es una gran idea, el bizcocho con la granada resulta muy interesante en su textura y en como se recibe la granada en boca. Y sobre la decoración, mira bien que la granada con su atractivo color sobre la nata blanca, es ya una decoración por sí sola, no necesita mucho.
EliminarUn beso y gracias por tu comentario.
Claro que seria mejor...! me ha encantado tu entrada, pero más todavia tu precioso y seguro, que riquísimo Tartazo!yo las suelo comer en ensalada, con yogurt, con nata y nueces... pero tu tortazo, muy original!
ResponderEliminarMe gustan las granadas, pero no me gustan que te pones las manos perdidas... jijii como signo de que estamos en otoño, siempre suelo comprarlas, menos mal que mis hijos ya han aprendido a pelarlas... jijii. tambien me gusta por ésta epoca comer menbrillos, me traen recuerdos de juventud... y no hay que perder las constumbres! por las frutas exoticas, que tambien me gusta comer.Por cierto, me estoy dando cuenta que todavia no he traido membrillos y ya me los han pedido en casa... de éste fínde no pasa jijii
Besitosss.
Golonsegus, yo desde que aprendí a pelarlas sin mancharme, lo que hago es que desgrano muchas y las coloco en un bol en la nevera y es un vicio a cucharadas comer las fresquitas granadas. Vamos a mi me encantan.
EliminarEn postre también resultan deliciosas. Espero que te animes a probar.
Un abrazo.
Hola Viena, me has dejado con la boca abierta, la receta de hoy me ha encantado. Y tu entrada no tiene desperdicio.
ResponderEliminarLa granada nos gusta mucho en casa, siempre la acompaño cuando comemos migas y en las ensaladas y en la macedonias de frutas, pero con lo jugosa que es nunca la había visto como parte de una tarta.Eres una artistaza.
Besotes.
Muchas gracias Nuria, no sé si merezco tanto halago, pero gracias, de verdad.
EliminarSi te gusta la granada, no te la pierdas en una tarta, a mi me sorprendió mucho la primera vez que la probé, y todavía cada bocado, me sorprende, con ese fresquito que produce cuando el grano rompe en la boca.
Un beso grande.
Espectacular! Viena, Felicidades:)) Me ha encantado!
ResponderEliminarSaludos,
Gracias Cuina Cinc.
EliminarUn abrazo