Si las santas y santos supieran, lo poco devota que soy, quizás se reunieran
en un conjuro, allá en donde quiera que
estén, para que estos pastelitos que adoptan sus nombres, no me salieran tan
ricos.
Pero ¡Ah! Que por lo que se ve, no lo saben y me salen divinos como
sus alias evocan.
Tenía que haberme ido este fin de semana a la Sierra, a visitar a mis
amigos en su aldea perdida y mágica,
pero no ha podido ser. Como consolación,
fui al IFA Sweet Festival y encontré el paraíso de la repostería:
moldes, expositores, utensilios, cápsulas, cajas preciosas... Me compré unos cuantos cachivaches, todo lo
que dio de sí mi atormentado monedero, y
tan contenta, de regreso a casa. Ya iréis conociendo las preciosas cositas que
compré, deseando estoy de estrenarlo todo.
Esta mañana, sin embargo, todavía no podía estrenar nada, porque estos
pastelitos que completan, el consuelo requerido, no necesitaban de caja, adornos,
ni más parafernalia que un buen tiento en el merengue y las ganas de olvidarse
de las dietas.
La receta es de la obra: “El placer de los postres” y su nombre, cómo
no: Pastelitos Santa Eva.
El dulce consta de una base de bizcocho de almendra, un relleno de
crema pastelera también a la almendra y una cubierta de merengue ligeramente
gratinado.
80 gramos de almendra molida
40 gramos de azúcar glass80 gramos de azúcar normal
20 g. de harina
3 huevos
Y así hacemos:
Montamos las claras a punto de nieve. Casi montadas, vamos añadiendo en
este orden el azúcar granulado, el azúcar glas, la harina y la almendra molida.
Mezclamos todo bien y colocamos en un molde encamisado. El molde de forma rectangular en este caso.
Introducimos en el horno a fuego bajo, hasta que comprobemos que está
hecho. Unos 20 minutos.
Mientras tanto preparamos el relleno con los siguientes ingredientes:
70 gramos de azúcar
Un vaso de leche (300 ml.)50 ml. De nata para montar
Dos yemas de huevo
30 g. de harina
50 g. de almendras
Piel de limón al gusto
Tostaremos las almendras en una sartén o en el horno, cuidando que no
se quemen. Dejamos enfriar y trituramos.
En un cazo, ponemos la leche y la piel de limón y dejamos hasta que
hierva.
Mientras tanto en un bol, trabajamos las yemas con el azúcar, hasta
obtener una crema homogénea y blanquecina, a la que añadiremos la harina.
Cuando la leche hierve, la colamos y la echamos al bol removiendo sin
cesar. Volcamos de nuevo el compuesto en el cazo y llevamos al fuego. Removemos
hasta que espese.
Dejaremos enfriar ligeramente. Cuando esté templada la crema,
añadiremos las almendras tostadas y trituradas. Montamos por otra parte la nata
y la incorporamos también, suavizando la mezcla.
Ahora viene el montaje de los pastelitos.
Cortamos por la mitad la plancha de bizcocho. La idea primera era
sacar dos láminas, cortando por la mitad, pero horizontalmente el bizcocho. Sin
embargo la plancha me ha salido muy fina como se aprecia en la fotografía y me
ha parecido imposible sacar de ella dos partes. Improvisando, he cortado
simplemente por la mitad.
Echamos la crema sobre una mitad y colocamos la otra parte encima
De este enorme “sándwich” sacamos cuatro partes, cortando con cuidado y con
cuchillo de sierra.
Y procedemos a la decoración y acabado.
Necesitaremos:
Dos claras de huevo
50 g. de azúcarUna cucharada de azúcar glas
Introducimos en manga pastelera y empezamos a decorar los pasteles.
En este caso, he hecho picos con boquilla dentada, pero esto puede ir
al gusto de cada cual.
Espolvoreamos con azúcar glas.
Finalmente ponemos los dulces bajo el gratinador durante unos minutos,
el tiempo imprescindible para que el merengue quede hecho.
La verdad es que tanto el aspecto como el sabor, me recuerda mucho a
los postres de mi Orihuela natal, postres celestiales que hacen las monjas.
La crema pastelera con sus tropezones de almendra, es toda una
tentación
Os aseguro que aquí no hay quien haga dieta. Ufff
Muy feliz semana amigos.
mmmm, que maravilla, como todo lo que sale de esa estupenda cocina.
ResponderEliminarun besazo
Un besazo Carlos y gracias por tu visita.
EliminarNo conocía estos pasteles, me parecen una verdadera delicia...
ResponderEliminarLa verdad es que si que resultan ricos, con una textura suave que es muy atractiva. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarBueno creo que si un dulce tiene nombre de santa/o le da un toque mistico-romántico que lo hace más bueno.
ResponderEliminarRecordaré toda la vida unas yemas que compré en un convento de Clarisas en Cáceres, las mejores que he comido.
Has hecho un dulce delicioso con un paso a paso, que sin duda te ha hecho ganar la gloria,jeje!... Aunque a lo mejor resulta que lo divertido es el infierno, nunca se sabe.
Saludos.
Nunca se sabe Alba, nunca se sabe jajaja. Gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo
que bien lo explicas todo con tantas fotos, me encanta tu blog, te espero en
ResponderEliminarhttp://lacocinaylosanimales.blogspot.com.es/
Por allí pasaré Lolotron. Gracias por tu visita.
EliminarMadre mía Viena, esto es muy tentadorrrr!!!
ResponderEliminarJajaja, Carlos, tentador, es cierto, como la mayoria de los dulces en estos tiempos de dietas.
EliminarUn abrazo y gracias por venir.
Hola que pastel mas rico y mas bonito el paso a paso genial me ha encantado riquisimo
ResponderEliminar!!!! un besin !!!!
el toque de belen
Gracias María Belén, espero que te animes a hacerlos, la verdad es que están riquísimos.
EliminarUn abrazo
Viena, me encantan este tipo de tartas. Me gusta que lleve almendras que sustituyen de forma más sana la grasa de la mantequilla. Tiene una pinta estupenda y es relativamente sencillo de preparar.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Hola Claudia, la verdad es que hay ingredientes con los que nunca se falla en repostería y la almendra es uno de ellos.
EliminarEstos pasteles tienen el toque de las monjas, están ricos y bueno, no son difíciles de hacer, es cierto.
Un beso y gracias por venir.
Unos bocados dulces para tomar en cualquier momento. Le han quedado muy bonitos y aparentemente no tienen mucha dificultad, solamente que el merengue puede crear alguna dificultad para que quede firme durante unas cuantas horas, pero con el cocido final, si se hace bien, muchos que traten de emularle llegaran a tener éxito.
ResponderEliminarQue pase buen día a pesar del gobierno.
Saludos
Buenos días Apicius. Yo suelo cocer el merengue con el soplete, pero justo en estos días, se me estropeó y los pasteles los puse bajo el gratinador. Es difícil que gratine por todo y hay que llevar mucho cuidado o se quema por el centro y por los lados se queda crudo, tuve que hacer algunas filigranas, la verdad, pero hoy sigue estando como recién hecho, no ha mermado absolutamente nada.
EliminarGracias por su visita y comentario.
Un abrazo
Que maravilla. Una delicia.
ResponderEliminarBs
Gracias Al Calor del Horno
EliminarPuri que pinta!!!!! madre mía. Yo también he estrenado algunas de mis cositas pero veo lo tuyo y me quedo con la boca abierta. Un besazo teacher
ResponderEliminarQuerida Loreto: Tienes que mandarme fotos de eso que has hecho, con todo lo que compramos, seguro que habrá quedado de lo más favorecido. En etsos momentos te imagino por Alemania, pasando frío jejeje, pero seguro que acumulando un montón de buenas experiencias que luego nos contarás.
EliminarUn beso muy grande.
Que deliciaaaa!! a medida que iba viendo las fotos iba salivando jajaj, se ve buenísimo...
ResponderEliminargracias por la receta
besitos
Mi querida Gaby qué alegría verte por aquí. Muchas gracias por tu vitisa y tu comentario. Sé que esta receta tú la disfrutarías, así que anímate.
EliminarUn beso grande.
Es verdad, tiene razón Claudia: no pones mantequilla. No me había dado cuenta. Ahora voy a tener que revisar todas tus recetas anteriores a ver si es que no la pones nunca. Me parece un puntazo, porque, como sabes, por el norte de los Pirineos todo rezuma mantequilla y yo empiezo a estar harto. Ya no compro galletas bretonas ni shortcake escocés porque me empalagan, compro galletas italianas de "Mulino bianco" que saben más como las nuestras.
ResponderEliminarBueno, no te digo que voy a hacer tu receta, porque para empezar no sé batir una clara a punto de nieve. Yo tambien necesitaría más utensilios de cocina, como un batidor manual, pero si meto más cosas me tengo que ir yo.
Un beso
Ay Sorokin, que siempre me haces reir.
ResponderEliminarNo es que evite la mantequilla en todo, algunas cosas que hago la tienen, lo que pasa es que la repostería más clásica, digamos, que es la que más hago, no lleva mantequilla.
Siempre pones excusas para no hacer las recetas, ahora va a ser que no tienes una batidora manual, ay señor, señor ;-)
Bueno, pues nada, no te regalaré esas galletas de mantequilla que tan bien me salen, buscaré algo sin mantequilla.
Por cierto: ¿Haces un hueco el 24,25 y 26 de Mayo?
Un abrazo.
¿El 24, 25 y 36 de Mayo? ¿es cuando vais a ir a Zevisha? Tengo que mirarlo más de cerca.
EliminarUn abrazo
Pues míralo porque estaría muy bien que pudiéramos reunirnos.
EliminarBsos.
Me parecen una verdadera delicia...:)
ResponderEliminarSaludos.
Nita
Gracias Nita por tu visita y comentario.
EliminarUn abrazo
Umm!!! tienen que estar de muerte.
ResponderEliminarBss
Gracias Alice, la verdad es que sí que están ricos.
EliminarUn abrazo.
No conocía tu blog, creo que no al menos, pero lo he visto en comentarios de blogs amigos y aquí estoy indagando y quedándome encantada.
ResponderEliminarNos volveremos a ver, seguro
Un abrazo
Hola Elena muchas gracias y bienvenida a este espacio. Yo si te conozco y también conozco tu blog, me alegro de verte por aquí y espero de verdad que nos volvamos a encontrar.
EliminarUn abrazo.
Buenos días mi niña!!! Cuánto tiempo que no me paso por aquí para dejarte un comentario, no tengo perdón :-( La verdad que tienes razón, creo que no conozco a nadie más apartado de la iglesia que le guste tanto la repostería conventual y santa jejeje Pero es que son toda una tentación, hay que decir que las monjas y monjes saben consolarse muy bien de lo que no pueden disfrutar :-P
ResponderEliminarLos pastelitos de Santa Eva son una verdadera tentación, vaya pinta que tienen, y encima con ese sabor a almendra que tanto me gusta. Deben estar absolutamente deliciosos.
A ver si vemos algo en próximas entradas de lo que has comprado en el IFA Sweet Festival, lo estoy deseando.
Cotilleando los comentarios, va a ser entonce sel finde del 24 a 26 mayo cuando venís a Sevilla? Yo me apunto que tengo muchas ganas de verte, sea cuando sea, pero una cosa: a finales de mayo hace ya mucho calor en Sevilla...pero bueno, puede que se soporte, yo te recomendaría una o dos semanas antes. Pero tú eres la organizadora :-) Sevilla siempre va a tener un color especial (aunque suene a tópico) vayamos en la fecha que vayamos.
Un beso gordo!
Eh Laurita, claro que tienes perdón, yo estoy en las mismas, hay que ver, que no llega el tiempo para nada, con tanta actividad.
EliminarIremos en esas fechas, es cuando nos cuadra, pero espero que no apriete el calor todavía, ya veremos.
Estaremos hablando cuando se acerque el tema, me encantará que nos encontremos allí.
Un beso grande y gracias por tu visita.