De nuevo Charo, desde su blog De Re-Coqvinaria consigue seducirme con una de sus adaptaciones de recetas
del mundo antiguo.
Se trata de un pan llamado boletino, en alusión al boletus
al que aspira parecerse. Y bueno, juzgad vosotros mismos, yo creo que cierto parecido sí tiene. (Foto del boletus de Wikipedia)
La receta según nos cuenta Charo, procede del Banquete de los Eruditos
y como veréis no es difícil de realizar y obtiene un resultado precioso y
apetecible.
Los antiguos eran buenos panaderos y disfrutaban de muchas
variedades de panes.
Por entonces el trigo no era el trigo que ahora conocemos, por
lo que es de esperar, que el sabor de los panes que ahora realizamos, tampoco tengan
nada que ver con el sabor del que disfrutaban nuestros lejanos antepasados.
Y ya que hablamos de esto, os contaré que hay una interesante entrevista realizada al Dr.
William Davis, un cardiólogo que estudia el efecto de este trigo modificado
genéticamente que hoy comemos, en nuestros organismos.
Este cardiólogo ha escrito un libro que todavía no ha sido
traducido al castellano, llamado “Barriga Triguera” que está causando furor y
es que sostiene que muchos de los problemas
de salud y obesidad que padece el mundo industrializado, podrían tener su
origen en el alto consumo de gluten derivado del trigo genéticamente modificado
que hoy comemos.
Si alguien quiere profundizar en este tema que ya os
adelanto, es interesantísimo y coherente, puede leer la entrevista en tres
partes que se le hizo al Dr. Davis, reproducida en el blog Disidente.
Aquí os dejo los enlaces:
Parte uno
Parte dos
Parte tres
Y dicho esto, vamos a por la receta tal y como la he hecho,
con mínimas variaciones respecto a la que Charo da, pero intentando guardar el
espíritu de aquel pan de nuestros ancestros.
Ingredientes:
500 ml. De agua templada
550g. de harina de fuerza
2 cucharadas de levadura seca de panadería
Una cucharada y media de miel
Una cucharadita de sal
Una cucharada de aceite de oliva
Un huevo
Semillas de amapola o de sésamo (en este caso de sésamo)
2 cucharadas de sémola de trigo
Y empezamos:
En un recipiente vamos a diluir la miel, con 100 ml. De agua
tibia.
Añadimos la levadura y después de remover, dejaremos reposar
durante quince minutos aproximadamente. Transcurridos los cuales, veremos que
la levadura habrá fermentado y tendremos un líquido espumoso.
Pasados los quince minutos, en un bol amplio colocamos la
harina y haciéndole un hueco en el centro, añadimos el aceite, la sal y el
fermento que hemos preparado.
Entonces vamos añadiendo el resto del agua templada, poco a
poco y vamos amasando hasta que obtengamos una masa elástica y manejable.
Si es necesario añadiremos un poco más de harina para
facilitar el amasado. Yo tuve que añadirle algo.
Finalmente engrasamos el molde o los moldes en donde vamos a
hacer el pan y espolvoreamos con las semillas. Yo utilicé dos moldes flanera y
semillas de sésamo.
Dividimos la masa y la colocamos en los moldes, tapando con un paño y resguardando de corrientes.
Esperaremos a que la masa haga su crecimiento al menos, durante
dos o tres horas o hasta que doble su volumen y siempre buscando que rebose el
molde para que luego consigamos el efecto hongo que es la característica de
este pan.
Cuando vemos que la masa rebosa, entonces pintamos con el huevo batido y espolvoreamos con sémola de trigo o bien, copos de trigo, como indica Charo en su adaptación de la receta.
Yo no encontré los copos de trigo y me fijé en el texto original, que habla de sémola, lo que ciertamente le dará al pan un aspecto de queso ahumado.
Introducimos en el horno a 200 grados más o menos, durante 40
minutos o el tiempo necesario para que el pan quede hecho.
Me encantó tanto la textura, como su aroma y en general todo él, me pareció un pan muy bonito.
Quedaba la prueba definitiva del paladar y os aseguro, que
fue un gran desayuno
Con un buen aceite de oliva y algo de queso fresco, resultó delicioso.
En fin, todo un pan hermoso y clásico que espero os animéis
a hacer.
Un abrazo amigos. Nos vemos.
Qué chulo, la verdad es que es una forma bonita la que se resulta, y no es nada difícil de hacer.. buena idea!
ResponderEliminarBuenos días Carlos. Gracias por tu comentario. Para mi ha sido un placer hacer este pan y es cierto que tiene una forma muy bonita.
EliminarYo evito los trigos transgénicos, comprando harinas ecológicas, pero fuera de casa no se controla...
ResponderEliminarHola Ana Melm: La verdad es que el problema no es el trigo transgénico, sino el trigo modificado genéticamente para ser más enano y más productivo cada vez. Si lees la entrevista al Dr. Davis, verás que explica muy bien en qué consisten los cambios, del trigo que se comía hace cincuenta años y el que ahora comemos. Esas modificaciones el cree que dan con trastornos de diversa índole que la verdad, son fáciles de eliminar simplemente evitando el trigo. Míralo, creo que te puede parecer interesante.
EliminarGracias por tu comentario y un abrazo.
Viena, enhorabuena. El resultado es digno de los propios dioses. Gracias por tu respaldo. Un besito
ResponderEliminarGracias a ti Charo, por tu comentario y por dejarnos cada semana en tu blog, entrar en las fascinantes historias del mundo antiguo. Es una gran labor la que haces y siento que tus alumnos y tus lectores somos unos privilegiados al contar con alguien como tu.
EliminarUn abrazo.
Perfectos, riquisimos, espectaculares…no sé que más decirte… son bollos, con eso lo digo todo… entran por los ojos y al probarlos mmmmmm uf uf uf que ganas de probarlos, con tu permiso tomo nota
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Sopa boba, si te animas a hacerlos, que no son nada difíciles, verás que te van a encantar.
EliminarUn abrazo.
con tu permiso apuntado queda para hacer xq se le ve de lo mas delicioso!!! una autentica maravilla!!!
ResponderEliminarSí Mou, te va a encantar, es una receta fácil y con un resultado que da gusto.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
que rica receta!!!!, ya la estoy haciendo, un beso
ResponderEliminarMarlis, te gustará, seguro. Además hacer pan es algo que conecta con importantes sensaciones del ser humano. Seguro que te gusta mucho.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
Que bueno querida, y con miel, cuando lo haga te mando foto. Esperare que vuelva "el propio". Muac!!
ResponderEliminarVale Sol, espero que si, que lo hagas, ya verás que es bonito de cocinar y rico, rico de comer.
EliminarUn besote grande.
Viena qué bonito se ve ese pan y que fácil. Me alegra pasar por tu cocina y ver que sigues haciendo recetas tan ricas. Un beso enorme.
ResponderEliminarAnna, qué alegría verte de nuevo por aquí. Claro que seguimos ahí, en la brecha, con sus ritmos, a veces más, a veces menos, pero por aquí siempre para compartir recetas.
EliminarEste pan seguro que te gustaría, es fácil y es muy bonito de hacer.
Te mando un beso enorme también para ti.
Amiga Viena:
ResponderEliminarHace unos días se me ocurrió visitar DE RE COQVINARIA, donde siempre aprendemos detalles interesantes de la cocina romana antigua, pero a pesar de ello no entro con la debida frecuencia. Recuerdo también que tus acertados comentarios siempre solían animar los posts. ¿Seguirá Viena visitando a Charo, me pregunté? Y sí, ahí estaba, sin fallar.
Después me fui a pinchar en SABORES DE VIENA, y en cuanto vi la en la foto de portada esta especie de champiñón, me dije ¡ya está, ya ha hecho el pan! Y es que Viena, con su barita mágica puede con todo.
Un saludo,
Sebastián Damunt
Buenos días Sebastián: Hay que ver que me miras con buenos ojos, ojalá fuera cierto que tuviera yo una varita mágica para poder con todo, así como está la cosa por el mundo, ya ves, no pararía.
EliminarCharo hace una labor impresionante en ese blog maravilloso que es De Re Coqvnaria, yo disfruto una barbaridad leyéndola semana tras semana, aunque a veces, también tengo que pasar algunos periodos en los que no puedo entrar como quisiera, para leer tranquilamente y comentar, que es siempre un interesante intercambio.
Muchas gracias por acercarte hasta aquí y dejar tu comentario. Con el poco tiempo que cada uno tenemos, es todo un regalo que saques unos minutos para visitarme.
Un abrazo.