Lidia es una de mis alumnas de los martes, muy viajera.
Le encanta recorrer mundo y yo disfruto cuando nos cuenta en clase sus
andanzas: lo que comió, lo que visitó, a quién conoció...
Un día no hace mucho me dijo: ¡Ah! Tenemos que hacer cannoli
siciliano.
-¿Qué es eso? Le pregunté.
Y me contó que era un dulce que solía comer ella cada tarde
en Italia y que estaba buenísimo. Entonces describió con detalle (como ella
siempre hace) su suave relleno de queso,
con trocitos de chocolate y algunas veces, fruta escarchada o naranja confitada.
Un relleno envuelto en unos canutillos de una pasta crujiente pero que se
deshace en la boca… y Ahhh, toda la clase sentimos el deseo de comer cannoli.
Así fue como inicié la búsqueda de la receta y bueno, lo que yo nunca antes
había oído, parece que era conocido en todas partes. Este dulce carnavalesco, tan típico, tenía en
la Red y en los libros de mi biblioteca culinaria, cientos de recetas con sus
otras tantas variedades.
Elegí una de uno de mis libros, la que me pareció más
tradicional y llevé a la clase del martes mis primeros cannoli.
No estaban mal, pero tampoco eran lo que ella había comido.
Lo sé, lo sabía, primero porque la masa que elegí, no era lo bastante suave, segundo
porque los hice con el aceite muy caliente y por tanto se hicieron muy rápido y
demasiado, sin llegar a cocerse bien en el interior. Pero fue el tanteo,
después de esa prueba, ya sabía lo que tenía que rectificar y hacer.
Hoy ha sido el día, he cambiado la receta sabiendo lo que
busco y… ¡Lidia! Esta sí que es, ya verás. Estos cannoli están justo como
describiste, están riquísimos y ya he tenido dos catadores que coinciden: esto
está muy, pero que muy bueno.
El martes los volveré a hacer y pasaré el examen con Lidia
y con los otros alumnos, porque sí, amigos, a la profe también la examinan los
alumnos y algunos con mucha exigencia, cosa a la que me presto con gusto.
A cambio ellos se dejan enseñar, me escuchan con atención,
me comprenden, no siempre desde el primer día, si no poco a poco, a lo largo de las semanas y
juntos vamos creando una misma forma de entender la cocina. A veces siento que
lo he logrado, cuando me imitan y dicen por ejemplo aquello de: “que pasen
cosas”, que es lo que yo les digo cuando me preguntan si fuego alto o bajo.
Mi experiencia con las clases, no sé cómo decirlo, en lo que yo personalmente recibo o doy, es como una expresión de arte, como si pudiera pintar un cuadro siempre soñado, desde dentro, sacando esos colores perfectos que sólo en un sueño se pueden obtener a la primera.
Yo vivo la cocina como la expresión de todo, los que me
conocen saben que es así. Esto la convierte en una experiencia vital muy
enriquecedora. Cuando hago un pastel, siento que estoy haciendo algo más que
mezclar o batir siguiendo unas instrucciones, siento que estoy creando, dando, expresando
algo importante en mí.
Por eso me lo paso bien con mi trabajo y creo que ellos lo
notan. La cocina en cada clase, es como la vida entera y toda la vida tiene que
ver con la cocina.
Así los viajes de Lidia llegan al blog y estos canutillos,
llegan a todos vosotros. A ver si son parecidos a los que ella comía cada tarde
en Italia. De momento, en casa, estamos
entusiasmados con su textura y su riquísimo sabor. Además, la idea de estos tubos
me ha encantado para aplicarla a otros ingredientes, incluso salados.
Vamos allá
Ingredientes para los canutillos:
Medio kilo de harina de fuerza
60g. de manteca de cerdo
1 huevo
125g. de azúcar
1 vaso de vino moscatel
Aceite de oliva virgen extra para freír
Para el relleno:
400g. de requesón
150g. de azúcar glas (o al gusto)
Una pizca de canela
100g. de chocolate
Algunas frutas escarchadas en pequeños trozos
Y así lo hacemos:
En un bol, colocamos la harina y formamos volcán.
Añadimos el huevo, el azúcar y la manteca, formando con los
dedos una masa arenosa y suelta.
Entonces añadimos poco a poco el moscatel y vamos amasando
hasta formar una masa más compacta con la que haremos una bola que pasaremos a
la superficie de trabajo.
Ahora con ayuda de un rodillo y por trozos, vamos estirando
dejando una lámina fina, lo más fina posible. Sobre esa lámina, marcaremos con
un vaso círculos de aproximadamente 10 centímetros de diámetro.
Cada uno de estos círculos, lo estiraremos un poco más con
el rodillo, antes de enrollarlos en las cañas engrasadas en las que luego los
freiremos.
Y cuando digo cañas, es literal, como veis en las
fotografías, se trata de trozos de caña de unos 20 centímetros de largo, que yo misma he cortado, tal y como se hacía antiguamente, cuando no se podía
comprar en el chino de la esquina los moldes de tubo.
Como veis, estos trozos de caña bien limpios, quedan estupendos
para estas recetas y al menos para mi gusto, son bastante más bonitos que los
modernos tubos de acero.
Cuando los canutillos están ligeramente dorados, por todos
los lados, vamos sacando a un plato y los depositamos sobre papel de cocina.
Dejamos templar y enseguida, con cuidado, sacamos las cañas
y reservamos los tubos para que se enfríen.
Haremos pocos por vez, para evitar que necesitemos mucha
temperatura en el aceite. La masa se hará mejor a fuego moderado.
Una vez obtengamos todos los canutillos, vamos a por el
relleno.
Ponemos en un bol el requesón y mezclamos con el azúcar
glas, a nuestro gusto. Luego movemos con una cuchara, ligando bien la mezcla.
Si nos gusta, podemos añadir un toque de canela molida, pero muy suave.
Por otra parte, rallamos el chocolate y lo añadimos a la mezcla, así como los trocitos de fruta escarchada. Todo esto a nuestro gusto.
Una vez todo bien mezclado, lo introducimos en una manga
pastelera sin boquilla, pues necesitamos que salga bien con todos sus trozos y
vamos rellenando los canutos que ya estarán fríos.
El toque final lo damos con un espolvoreado de azúcar glas y
listo.
Todavía no sé cómo estarán al día siguiente, porque
naturalmente al tener requesón, es un dulce que hay que guardarlo en nevera y
la masa, puede que no esté tan crujiente como recién hechos, pero os aseguro
que el bocado es delicioso, tanto el relleno como la masa, es un placer en la
boca.
Como os decía, he leído que el relleno admite muchas
variantes, como por ejemplo, diferentes tipos de queso, siempre en la línea del
ricotta, requesón, etc.
También mezclándolo con frutos secos, naranja confitada,
cacao en polvo… En fin, para todos los gustos
A ver qué dice Lidia
Yo ya me he comido tres. Ufff en esta casa no se puede hacer
dieta.
Un abrazo
Oh!!!! Que super receta y que bonito que las hayas hecho con cañas. Me encanta la idea!!!
ResponderEliminarMe la guardo.
Por cierto, ya se lo que dirá Lidia... ;-)
Un petó
Blanca
http://acalablanca.blogspot.com.es/
Gracias Cala Blanca por tu comentario. La verdad es que la idea de las cañas es genial, además con el uso se ponen más y más bonitas.
EliminarA ver si a Lidia le parece que estos cannoli están buenos.
Un abrazo
Qué ricos tienen que estar, sin duda... pero siempre me pregunto lo mismo ¿cuantas cosas ricas y originales nos faltan por probar? muchiiiiisimas.... nos iremos de este mundo y no habremos probado ni la décima parte ;)
ResponderEliminarGracias por compartir
Ya lo creo Carlos, nos falta vida para poder probar todo lo que nos gustaría, y por suerte que sea así, porque significa que cada día también hay creatividad suficiente para sacar cosas nuevas y apetecibles de probar.
EliminarGracias por tu visita. Un abrazo.
Que combinación más agradable, requesón, chocolate y frutas escarchadas. Creo que la prepararé en breve.
ResponderEliminarSaludos
Buenos días Apicius. Este relleno le gustará, porque efectivamente es una combinación que resulta deliciosa, incluso mejor con requesón que con ricotta, que también la he probado.
EliminarGracias por si visita.
Ma-ra-vi-llo-sos
ResponderEliminarYo hago unos cannolli rellenos de membrillo que se hacen al horno, pero estos tuyos deben estar de pecado, y mira que tengo hasta los moldes...
Jolines Ana, pues rellenos de membrillo tampoco estarán nada mal, eso me gustaría probarlo.
EliminarEstos a ver si te animas y verás que son riquísimos.
Un beso y gracias por tu visita
Guau Viena, qué ricos. Y rellenos de una crema de mascarpone con un toquecito de concentrado de café, tipo tiramisú. Después espolvoreados de una mezcla de azúcar glas y cacao. ¿qué te parece? Madre, madre. Un saludo. Esperanza.
ResponderEliminarEsto es lo que me encanta de la Red de blog que compartimos, que es creativa y nos aporta ideas. Es estupenda esta combinación que dices cocinarycompartir, un tiramisú en cannoli hummm eso pinta genial.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
Hola, me ha encantado la receta y lo bien explicado, el paso a paso y lo de las cañas te voy a copiar ya que vivo en una finca y teniendo cañas nunca se me ocurrió, te felicito
ResponderEliminarLa cuchara de madera (y las cañas de las de verdad) ;-) ¿Verdad que es una gran idea? Yo quedé encantada también cuando lo descubrí y es que encima son bonitas.
EliminarUn abrazo y gracias por tu visita.
Viena te han quedado perfectos, o eso parece. Esta dulce típico siciliano quedó imortalizado en una escena de El Padrino, en donde dos mafiosos ajustician otros en un coche. El jefe, antes de irse, le dice al otro: "Leave the gun take the cannoli" (deja el arma y coge los cannoli). He tenido la suerte de probarlos en una de las pastelerías más deliciosas de Sicilia, en Erice, pueden ser delicadísimos, al contrario de muchos que venden para los turistas.
ResponderEliminarGracias por la receta, abrazos
Ah Claudia, muchas gracias por recordarme esa escena, nada más leerla la he visto, es cierto, pero yo no sabía lo que eran los cannoli y me ha venido de golpe, gracias, si.
EliminarYo nunca los he probado así que he tenido que ser guiada por esta alumnna mia que me los describía como algo delicadísimo, es verdad. A ver su veredicto de mi versión cual es. Ya te contaré.
Un beso y gracias por tu visita.
Qué bien has expresado cómo te sientes cuando haces clases! Comparto totalmente tus sentimientos.
ResponderEliminarGracias a Lidia y a ti por estos cannolis, pues se ven bueníssimos. Yo hice varias veces cannolis hace algunos años años, pero eran bien distintos. Los rellenaba de membrillo y no eran fritos. Tendré que buscar la receta a ver si al encuentro entre tantas hojas sueltas como tengo...
Besos
Qué bien Margarida que estés por aquí, encantada de saludarte. Como decía en la entrada, me quedé sorprendida de lo conocidos que son los cannoli y que yo no supiera nada de ellos. Ahora ya no se me escapan, porque es un dulce que me gusta mucho y también han comentado por aquí lo del relleno de membrillo, eso tiene que estar delicioso.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu comentario.
Hola Viena!
ResponderEliminarLo primero de todo, felicidades por el blog! se me está cayendo la baba con los cannoli de esta entrada...!;)
Por otra parte me gustaría invitarte a recopilar lo mejor de tu recetario en un libro de cocina personalizado como este, http://goo.gl/WrUHdg. No te preocupes por el precio, es un regalo que os ofrecemos por compartir vuestras recetas con el resto de bloguers y visitantes de Rebañando. Por supuesto sin gastos de envío.
También me gustaría proponerte una breve entrevista con nosotros para que nuestros visitantes puedan conocer un poco más sobre tu blog.
Si tienes cualquier pregunta no dudes en escribirme a angela@rebanando.com, será un placer atenderte.
Un saludo y te dejo un enlace para que véas lo que te comento de los libros de recetas personalizados: http://goo.gl/GpP2xb.
Ángela Arcones
Asistente Editorial
www.rebanando.com
Hola Angela: En primer lugar muchísimas gracias por tu regalo, he ojeado la página y se ven preciosos esos libros, lo que pasa es que ahora mismo no tengo tiempo de nada, y esa recopilación requiere tiempo y estar centrado en ello para que salga algo que merezca la pena. De momento, no puedo aceptar tu regalo. Muchas gracias de todas formas y espero que más adelante, pueda hacer algo así.
EliminarUn abrazo
Deliciosos, Viena. La primera vez que los probé fue en el barrio italiano de Bostón. Estaban ricos, pero tamaño XXL. Luego, en Roma, en una pastelería siciliana, junto a una copa de "limoncello", puede saborear los cannoli en su tamaño "más natural".
ResponderEliminarHola Oteador. Algo así me han contado que los hay enormes y supongo que un dulce así, habrá en muchas versiones, para mi han sido los primeros y he quedado encantada.
EliminarGracias por tu comentario y visita.
Un abrazo
Deveras que estará riquísima esta receta, se me antojo muchísimo! Que lindas fotos como siempre, estas hacen que tu comida se antoje y me ponen a babear.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Prieta por tu comentario y tu visita. Puedes probar a hacerlos, son fáciles y deliciosos y no es un dulce "demasiado dulce", seguro que te gustarán.
EliminarUn abrazo
Viena, como dice Claudia, es un postre famoso, no sólo en el Padrino, sino también con la serie de Los Soprano, varias veces los nombran y en una de esas también le dan un balazo al vendedor de cannolis. Ah, seguro que este postre me encantaría, se parece a los buñuelos que venden aquí, pero este está en tubito y relleno que es mucho más pecador. Definitivamente no lo haré, sufro viniendo a visitarte y resistirme a tus recetas.
ResponderEliminarEsas cañas me gustan, pero aquí no se consiguen; a menos que se me ocurra comprar una cortina de bambú y cortarlas, jaja.
Una hermosa entrada como siempre, no sólo en la cocina se ve tu cariño, también por este lugar.
Abrazos
Querida Carmen, no puedo creer que no hayan cañas por ahí, de verdad? Si eso crece solo, sin ningún cuidado.
EliminarVaya, parece que llegué tarde a alguna lección, jajaja, si, como decía, todo el mundo conocía los cannoli menos yo, no los había oído nunca, pero sí es cierto que recordaba lo del Padrino, pero no lo relacioné hasta que Claudia lo dijo.
No sufras mujer, dicen que hay que andar despacio para que la tentación nos alcance, o algo así, ya me entiendes.
Un beso grande y gracias por tu comentario.
Hola Viena! Felicitaciones y gracias por esta receta, es una obra de arte!!! Veramente un capolavoro, jajaja Que tengas muy linda semana :)
ResponderEliminarMuchas gracias Adriana y los mismos buenos deseos para ti, de una linda semana y mes, que no viene mal, muchos deseos de suerte.
EliminarUn abrazo
Buff,que cosa mas rica!!! Un saludo
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Saludos
EliminarQué currada Viena! Hace dos veranos me inflé a cannolis en Sicilia. Ciudad a la que llegaba tenía que ir a probar a su pastelería más emblemática el cannoli y la granita, pero nunca se me había ocurrido hacerlos en casa. Complicada y fina tarea solo para personas tranquilas y perseverantes como tú!
ResponderEliminarAbrazos
Querida Delikat, bienvenida de nuevo a estos lares. Yo no conocía los cannoli, ya ves, y ahora por todas partes me encuentro referencias a los mismos.
EliminarAyer sin ir más lejos, me trajeron una receta auténtica casera de un italiano, de los cannoli. Tengo que experimentarla también porque es diferente un poquito a esta, y me han encantado como experiencia en la cocina, no es tan difícil, no te creas, es bonita de hacer.
Te mando un beso gordote querida amiga y gracias por venir a hacerme esta visita.
¿Llegaste a hacer la receta casera del italiano?
Eliminar¿Llegaste a hacer la receta casera del italiano?
EliminarHola Unknown y E Mercadal. Sí, si que la hice y no publiqué por no resultar repetitiva, ya que la receta es muy, muy parecida a esta y de hecho, no sabría yo con cual quedarme.
EliminarAdemás, estuve no hace mucho en Italia y tuve el placer de probar cannoli en varios sitios, cada uno diferente en matices, pero la mayoría muy ricos, ricos de verdad.
Es un dulce que me gusta mucho y no lo hago más porque es que es un vicio y siempre como más de la cuenta, soy demasiado golosa jajaja.
Gracias por tu visita. Un abrazo
hola buenas tardes, necesitaria saber que tipo de caña es, y si hay que curarlas, antes de usarlas, o solamente limpiarlas.ya que mi abuela era italiana y los hacia unicamente para navidad y año nuevo, no se las podiamos pedir porque era tradicion de esa fecha jajaja.La receta es la misma que ella hacia, solo que la fritaba en aceite de maiz, o girasol, y el relleno no las hacia con queso ricota, hacia crema pastelera con cascara de limon, usaba la mitad, y la otra mitad en caliente le colocaba chocolate triturado....quedaban de RECHUPETEEEE!!!!!!!!!!!! desde ya muchas gracias y a la espera de tu amable respuesta .
ResponderEliminarQuerida Micaela: Se me ha hecho la boca agua pensando en esos cannoli de tu abuela con crema pastelera y chocolate. Tengo que probarlos.
EliminarLas cañas son cañas secas, cortadas en trozos y muy bien limpias claro. No son cañas especiales, las normales de un cañal.
Esta es una forma tradicional de hacerlos, pero por supuesto puedes usar los tubos metálicos que venden para hacer este tipo de rulitos. A mi me parece tan encantador hacerlos con las cañas que no uso los modernos.
Gracias por venir y dejar tu comentario, que me ha sido valioso con esa receta de tu abuela que intentaré probar dentro de poco.
Un abrazo.