Podríamos decir que más que una receta, es un trabajo manual, un trabajo de modelado del chocolate.
Todo empezó ayer mañana con un
whatsapp. Mi hija me enviaba una foto de
un cuenco de chocolate, muy parecido al que veis y su mensaje: Quiero hacer
esto.
Yo ya había visto por la Red
estos cuencos y me parecían muy bonitos, la verdad, pero no me había puesto a ello,
así que era buena ocasión y le dije: bueno, trae chocolate blanco y fresas y lo
hacemos, lo demás creo que lo tenemos.
Y fue dicho y hecho.
Lo que se necesita no es mucho:
Globos pequeños
Chocolate blanco
Chocolate negro
Un tazón para apoyar el globo
Y así se hace:
Vamos fundiendo el chocolate,
tanto blanco como negro, cada uno en su recipiente.
Por otra parte, hinchamos un
globo no muy grande y lo colocamos boca abajo sobre un tazón. Primero lo lavamos bien bajo el grifo y lo
secamos.
Os recomiendo engrasar muy
ligeramente el globo, nosotras hicimos dos cuencos y en el primero no lo
engrasamos. Salió, pero salió mucho mejor el segundo que sí lo engrasamos con
una pizca de aceite.
Bien, una vez está hecho esto, el resto es muy simple. Dejamos templar un poco el chocolate y empezamos con una primera capa gruesa, de chocolate negro. A continuación, vamos echando y dejando literalmente que chorree por los lados, alternando chocolate blanco y negro.
Cuando está bien cubierto, metemos en la nevera hasta que haya solidificado bien y entonces, con unas tijeras, cortamos el globo. No tengáis miedo que no estalla ni nada parecido, sólo se deshincha.
Con mucho cuidado, vamos
despegando el globo del chocolate y listo, queda un cuenco perfectamente
formado en donde podéis servir lo que queráis.
Nosotras les pusimos fresas, que además de combinar muy bien con el chocolate, están ahora riquísimas. Pero se pueden servir en ellos, bombones, caramelos, bolitas de coco o trufas, en fin, eso va a vuestro agrado.
También hemos visto por Internet,
que cuando todavía está el chocolate algo blando, se le pueden pegar pequeños
corazones, fideos de colores…En fin, decoraciones que los hacen muy bonitos. La
imaginación aquí que dicte lo que quiera.
No son difíciles de hacer, podéis
animaros sin ningún miedo.
Y eso es todo, algo dulce para el fin de semana, que
os deseo os sea muy divertido.
Un abrazo
La verdad que quedan super coquetos!, buenísima idea para broche de oro de una comida :)
ResponderEliminarbesitos amiga
Gaby
Gracias Gabriela. Son fáciles de hacer y si, el resultado es bastante bonito.
EliminarUn beso.
Me encanta, queda muy chulo y con lo que me gusta el chocolate...
ResponderEliminarEso es lo bueno de estos cuencos Princesa, que se comen y están tan ricos.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo
Muy bonitos y muy buena idea para un poster especial y sensual. Me encantaron!
ResponderEliminarY son bien fáciles de hacer Prieta. Si te gusta el chocolate, anímate, porque es verdad que son bonitos.
EliminarUn abrazo y gracias por tu viita
Son preciosos esos cuencos, pero ¿de verdad que no explota el globo cuando le viertes el chocolate caliente encima?
ResponderEliminarBuenos días Sorokin. Esa misma pregunta me hacía yo con poca convicción de que nos salváramos de un estallido y consecuente zafarrancho de chocolate por toda la cocina, pero no, no explota ni parece que haya riesgo alguno.
EliminarSon bonitos, si, para usar por ejemplo con algunos petit fours en lugar de cuencos tradicionales. A mi me ha gustado la idea.
Muchas gracias por pasar por aquí.
Un abrazo