En general la col resulta impopular,
ignoro si es porque hemos tenido la experiencia de tomarla mal hecha o es su
textura, su aroma, no sé qué, pero no sólo es la apreciación en casa, sino que hace
años que lo noto en las clases, cuando alguna receta tiene col, las caras se arrugan
y todo son pegas, parece que nadie quiere algo con col.
Eso sí, luego prueban y esto es
otra cosa, no sabe a col, dicen. Y es que bien cocinada, la col es un vegetal
sabroso, muy sano y con muchas, pero muchas posibilidades en la cocina.
Como el pastel de hoy, que demuestra
sin duda que esto que digo es cierto y tenéis que creerme, está impresionante
de bueno.
Creo que después de la col
rellena, que está publicada en este mismo blog es la forma de preparación que más me ha
gustado hasta ahora para este ingrediente.
Veamos la receta:
Ingredientes:
Medio kilo de col
Una lámina de masa de hojaldre
3 huevos
Un vaso de nata
50 g. de queso parmesano rallado
50 g. de queso tipo mozzarella
rallado
50g. de mantequilla
Sal, pimienta y nuez moscada
Y así procedemos:
Extendemos la lámina de hojaldre
sobre una superficie enharinada y forramos con ella un molde redondo, subiendo
por los laterales para que contenga bien el relleno que haremos a continuación.
Recortamos el sobrante y dejamos
preparado digamos el recipiente para contener el relleno.
Con el sobrante podemos hacer
unos rulos o lo que se os ocurra, para decorar el pastel. Yo he hecho unos
rulos y los he trenzado, para ponerlos después en la orilla, marcando el
pastel.
Ahora vamos con la col. Primero
la cortaremos en pequeñas tiras y las vamos a escaldar en agua hirviendo.
Una vez escaldada, es decir,
sumergida durante un minuto en el agua hirviendo, escurrimos muy bien.
Entonces ponemos una sartén con
la mantequilla a fuego lento, hasta que la mantequilla se derrita.
Añadimos la col escurrida y
dejamos, siempre a fuego lento, con la sartén tapada, que la col vaya haciéndose
hasta que quede dorada.
Damos vueltas de vez en cuando y
cuando veamos que la col ha tomado color, apagamos el fuego y dejamos que se
enfríe.
Mientras tanto, en un bol
mezclamos los huevos, la nata, y el queso parmesano.
Batimos muy bien. Luego añadimos
la col y el queso mozzarella, del que reservaremos un poco para espolvorearlo
al final. Removemos bien.
Salpimentamos y listo, lo echamos
sobre el hojaldre que teníamos preparado.
Le ponemos el cordoncillo de masa
alrededor y antes de meterlo en el horno, le espolvoreamos por encima el queso
que dejamos reservado.
Sale súper bonito y aromático del
horno. Dejamos entibiar y desmoldamos. Está impresionante recién hecho y
también está rico una vez frío.
No seamos prejuiciosos, la col así
o de otras muchas formas, puede que nos guste, pero si no la probamos nunca lo vamos
a saber.
Un abrazo
Es verdad, Viena, hay poco cariño por la col y está buenísima. En Venezuela se come muy a menudo cruda en ensaladas con zanahoria y mayonesa. A mí me gusta mucho, y en Alemania, que se consume mucho, descubrí que tiene excelentes propiedades nutricionales... Además de ser poco calórica, así que es perfecta. La verdad es que es una receta muy original, no me la hubiese imaginado en pastel.
ResponderEliminarSaludos
Efectivamente Claudia, tiene un montón de buenas propiedades nutricionales y hasta médicas en estudios serios, porque ahora todos los alimentos tienen propiedades medicinales o afrodisíacas ya sabes, pero vamos, en el caso de la col, me consta que tiene investigaciones serias sobre todo en el campo del cáncer.
EliminarA mi también me gusta mucho y en este pastel, está deliciosa.
Un abrazo y gracias por tu visita.
En Santander, a la col la llaman "berza". De ahí debe venir lo de "eres un berzotas". En todo caso, los barrios populares de la capital cántabra, hace muchos años, cuando servidor vivía por allí, apestaban a berza cocida. No sé cómo será ahora, en estos tiempos, hace mucho que no voy por allá. Pero en fin, que era el aroma de las zonas no muy boyantes. En cambio, te ibas al barrio pesquero y todo olía a sardinas asadas. A mí me gustaba más oler a sardinas, qué voy a decir.
ResponderEliminarPero, en fin, que no soy anti-berza. Como no la soporto es cruda, en ensalada, como hacen por aquí. Por otra pasrte, me encanta la col ácida, la chocroute.
Y que sí, que lo juro, que lo voy a hacer. Seguro que está buenísimo.
Un beso
Jajaja, lo juro por el pan duro, Sorokin, Sorokin, que siempre me dices que la vas a hacer y luego, no sé yo jajaja.
EliminarSi, yo creo que el olor es lo que más ha tirado para atrás en el tema de la col, un olor azufrado que no es muy agradable. Ahora hay trucos para que no huela y demás, pero creo que en general, poco se puede hacer ya por esta antipatía que la pobre col tiene hacia ella. Fíjate incluso como tu dices, lo de berzotas o berzas, que es un despreciativo.
Venga anímate que te juro que esto está muy bueno y es fácil de hacer ¿vale?
Un abrazo y gracias por venir.
La pinta es impresionante. Es verdad que la col no es muy preciada. Precisamente, yo nunca la compro. Pero hace poco que hemos descubierto la ensaladilla americana, esa que lleva col, zanahoria y mayonesa...y a mi hija le ha encantado. Así que he estado buscando la receta para hacerla en casa y no tener que comprarla preparada. Así que este pastel de col me parece otra opción buenísima para animarme a comprar col. La única pega es que como tengo que hacerla sin lactosa, no podré poner variedad de quesos :( y me saldrá menos gustoso que el tuyo.
ResponderEliminarHay pocos quesos sin lactosa, o por lo menos yo no os encuentro.
En fin, ya veremos.
Besos.
Hola Princesa: Tienes razón que hay pocos quesos sin lactosa, ¿Has probado a hacer tu algún tipo de requesón sin lactosa? A lo mejor puedes hacer algo así y en todo caso, puedes sustituirlo por unas setas picaditas que dan buen sabor, o por algún otro ingrediente que os guste y que aporte sabor, nada más. Luego por encima un espolvoreado de almendras por ejemplo o semillas que os gusten, no sé, creo que con la receta base, se puede adaptar perfectamente y sacar variantes interesantes.
EliminarGracias por tu comentario y si haces alguna versión, me encantaría conocerla.
Un abrazo.
Buenos días Viena.
ResponderEliminarA mi me gusta la col simplemente hervida con morcilla y a la hora de servirla un buen chorreón de AOVE, sí que esta preparación me parece sublime y para estar en las mejores mesas, ademas estoy seguro que será centro de la conversación cuando se esté degustando.
La receta y forma de oficiarla pasa a mi bloc de pendientes para hacerla.
Que pase un buen fin de semana.
Saludos
Será un placer ver cuando la haga, seguro que le da su toque y la mejora. Es una buena receta para comer col, está muy rica y es verdad, es un pastel que resulta vistoso para una buena mesa.
EliminarGracias por su visita y comentario, siempre es una alegría verlo por aquí.
A mí en cambio, me encanta. Y me fastidia cuando alguien dice "está bueno, no sabe a col" ¿Cómo que no sabe a col? ¿Por qué no debería saber a col? La col está rica, tiene buen sabor, es deliciosa, no entiendo eso de que las cosas deban saber a lo que no son...
ResponderEliminarSeguro que ese pastel sabe a col y está divino.
Sí, si Migas en la mesa, claro que sabe a col, lo que pasa es que a los que no les gusta, cuando prueban y les gusta les sorprende y la única explicación posible es decir que no sabe a col.
EliminarSi alguna vez lo pruebas, comprobarás que efectivamente está divino.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Pues el orégano es una hierba aromática que le viene muy bien a la col y otros de sabor fuerte ,tal vez ese sea el detalle de prepararla con reserva. además el oregano le otorga propiedades digestivas .Su combinacion resulta muy beneficiosa, puesto que desde ya es un vegetal elegido por los celíacos por ser muy noble.
EliminarPues totalmente de acuerdo Unknown, yo también soy fan del orégano.
ResponderEliminarEn este caso la receta no lleva, pero estoy de acuerdo en que le va muy bien a ciertos vegetales, no hay más que pensar en la berenjena con cebolla y mucho orégano, eso que se conoce como morcilla de verano.
Gracias por tu comentario y anímate a probar esta col, te aseguro que está deliciosa.
Un abrazo