Flores y calabazas en un mismo tiempo
Un otoño de reencuentro que no tiene ni frío
Y que a pesar de todo, ansía soledad
Soy como el cyclamen
Como el cuarrécano
Flores y calabazas
Soy lo que permanece en la memoria
A pesar de que nunca sucedió.
Fragmento de la verdad
Otoño es la estación de las calabazas, sin duda. Por eso, para celebrarlo y darle la bienvenida, he elegido un bizcocho de calabaza hecho con aceite de oliva.
Creo que sabéis que soy fan de la repostería con aceite de oliva, porque consigue unas texturas antiguas, como yo digo, reconocibles: más húmedas, más jugosas. Además tienen mejor conservación que los bizcochos de mantequilla, casi se diría que están en su mejor momento después de un par de días de haberlos hecho.
Veamos los ingredientes:
300g. de calabaza limpia de piel y semillas
4 huevos L
180g. de azúcar
250g. de harina de trigo (floja, candeal o para bizcochos)
10g. de levadura química o Royal (medio sobre aprox.)
250ml. de aceite de oliva virgen extra (preferentemente de variedad arbequina)
Una cucharadita de canela, o al gusto.
Y empezaremos troceando la calabaza y poniéndola en una bandeja de horno, forrada con papel vegetal, para asarla a una temperatura de 200º hasta que pinchando, comprobemos que está tierna.
Una vez cocida la calabaza, la vamos a chafar bien con un tenedor y dejaremos que se enfríe.
Mientras tanto, separamos los huevos: las claras y las yemas cada una por su lado, en dos recipientes distintos.
Las yemas las vamos a mezclar con el azúcar, la canela y el aceite. Y comenzamos a batir muy bien todo.
Una vez bien mezclado lo anterior, añadimos poco a poco la harina, a la que habremos añadido la levadura Royal.
Obtendremos finalmente una masa algo densa, a la que vamos a añadir la calabaza triturada.
Mezclamos bien y la masa se suavizará.
Ahora batimos las claras a punto de nieve y las agregamos a la mezcla
Mezclaremos con movimientos envolventes y suavemente para no bajar las claras al mezclarlas con la masa previa.
Y sólo nos queda poner el compuesto en un molde encamisado e introducir en horno precalentado, a 180ºC hasta que veamos que está hecho, pero nunca seco.
El molde puede ser redondo, cuadrado, rectangular o de la forma que más os guste.
Cuando salga del horno, dejaremos enfriar antes de desmoldar y/o cortar.
Podemos espolvorear el bizcocho con azúcar glas para mejorar su aspecto o usar algunas de las siguientes ideas:
1.- Cobertura de chocolate (Fundimos al baño maría 150g. de chocolate fondant y 50g. de mantequilla. Remover muy bien y cubrir el bizcocho. Refrigerar)
2.- Cobertura de queso (mezclar queso crema, tipo Philadelphia, con azúcar glas a nuestro gusto y cubrir el bizcocho haciendo algún dibujo o forma. Mantener en nevera)
3.-Podemos usar el bizcocho como base de tarta. Abrirlo a la mitad y ponerle un relleno de mermelada, crema, chocolate, nata…Etc)
Si no lleva ninguna de estas opciones, porque lo vais a usar para el desayuno o la merienda, tal cual es el bizcocho, no es necesario mantenerlo en la nevera. Sin embargo, si le ponéis cobertura, sí será necesario.
Otras opciones que aportarán pequeñas variaciones son:
Usar en lugar de canela, otras esencias.
Añadir ralladura de limón o de naranja
Sustituir parte de la harina por almendra molida…
Te juro que ese lo hago. Ya sé que no me crees, pero lo prometo. Lo voy a hacer.
ResponderEliminarBesos
Jajajaja si me lo dices así, te tengo que creer. Seguro que esta vez sí que lo haces.Y bien bueno que está. Con aceite, sin mantequilla, como a ti te gusta.
ResponderEliminarBesos y un abrazo grande
Excelente
ResponderEliminarGracias
EliminarSarà buonissima questa torta! Complimenti!
ResponderEliminarGracias Lea.
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