Ir al contenido principal

Llegaron los higos

                                     

De regreso a casa, después de unas cortas pero disfrutadas vacaciones, recorremos el huerto en busca de novedades.


No es que hayan muchos cambios: los membrillos han crecido muy poco este año y yo no sé por qué. Las granadas están “haciéndose”, les quedan un par de semanas, las aceitunas sí están para recolectar y los higos ¡Ah los higos! Este es el fruto que busco y espero.


Cuando me fui los dejé madurando, sabiendo que ahora, dos semanas después, estarían para empezar la paulatina recolección: primero para comer frescos o hacer algún postre, más tarde, cuando todos se apresuren a estar maduros al mismo tiempo, para hacer mermeladas y otras preparaciones que conservarán estos ricos frutos.


Estuve repasando alguna información sobre los higos y sobre la higuera, porque sé que su historia es interesante y extensa, pero lo que he encontrado, ha sobrepasado todas las expectativas, realmente hay muchísimo. Yo haré solamente un repaso.
Comencemos por el principio: el origen.

 

El origen de la higuera, un árbol de la familia de la moráceas, es antiquísimo y parece ubicarse en Asia Menor, en los alrededores del Mar Egeo. Se han descubierto higos fosilizados en el valle del Jordán datados nada menos que en 12.000 años antes de Cristo.
Con esta antigüedad, no es extraño que la higuera sea rica en simbología de diferentes culturas y religiones a lo largo de toda su historia. Hay que imaginar que bajo su sombra o a su vera, pensaron hombres de todos los tiempos, tiempos algunos de ellos, llenos de oscurantismo y superstición.



Pero no quisiera yo restar nada de esa aureola fantástica, fabulosa y simbólica que rodea al higo, así que vamos a hacer un pequeño recorrido por las curiosidades que encontramos en torno a este verdadero manjar de la naturaleza.



Al higo se le conoce como la “fruta de los filósofos”, de hecho, dicen que eran una golosina para Platón.

En realidad formó parte de la dieta habitual de muchas culturas. En Egipto se han encontrado dibujos representando su recolección. Así mismo, la higuera y sus frutos pueden encontrarse en los jeroglíficos egipcios. También hay citas en el libro del Éxodo.

En la “Historia Natural” de Plinio el Viejo, que fue escrita hace dos mil años, se describen 29 variedades de higos. Hoy en día se conocen hasta 600.

 
 
 
Entre los griegos, las higueras se consagraban a Dionisios, el dios de la renovación y cuando se fundaba una ciudad, se dice que se plantaba una higuera entre el ágora y el foro, para señalar el lugar en donde se reunirían los ancianos.

El nombre botánico de la higuera es: “Ficus Carica” que viene del griego Sycon, que significa “higo” y Caria, región del Asia Menor.
La historia de un titán llamado Siceo, parece relacionarse con este nombre. Siceo salvó a su madre Gea que era perseguida por Zeus, haciendo brotar una higuera en donde ella se escondió. Quizás también por ello, existía la creencia de que la higuera alejaba los rayos.

 
 
Tuvo tanta importancia este árbol en la Grecia clásica que existía un grupo místico llamado los sicofantes (sykon de “higo” y phaineim de “revelar”), es decir: “los reveladores del higo”. Este grupo llegó a ostentar bastante poder, dirigiendo los cultos agrarios de la fecundidad de la tierra, pues estudiando el higo y su formación, decían conocer la regulación de los ciclos naturales. El poder de los higos en este tiempo no era sólo simbólico, sino que adquirió peso político, estratégico y económico.

Cuando se prohibió la exportación de higos fuera de Ática, el calificativo de sicofante era aplicado a quienes denunciaban a los contrabandistas de higos. Más tarde se llamaban sicofantes a los que actuaban como acusadores profesionales del sistema judicial griego, una figura bastante impopular. Todo ello citado por Miguel Herrero Uceda en su libro: “El alma de los árboles”.

 

Para los romanos, la higuera era un árbol sagrado dedicado al dios Baco. Una higuera era también, el árbol donde reposaba la loba que amamantaba a Rómulo y Remo.

Hasta la llegada del azúcar, los higos se usaban como conservantes de frutas. El látex que sueltan al ser recogidos del árbol, ese líquido blanco e irritante que todos conocemos, tiene la cualidad de coagular la leche, por lo que en la antigüedad fue usado en la fabricación de quesos, como coagulante vegetal. Actualmente en algunos lugares de Mallorca, se sigue utilizando así, tal y como se hacía antiguamente según la tradición.



Los higos forman parte de la farmacia natural que nos rodea.
Por su contenido en fibra, mejoran el tránsito intestinal. Son conocidos antioxidantes, que contienen provitamina A, una vitamina relacionada con el buen estado de la vista, la piel, el cabello y las mucosas, así como de los huesos y el sistema inmunológico.
Ya que contienen mucho potasio y muy poco sodio, son recomendables para la hipertensión arterial o distintas afecciones de los vasos sanguíneos y el corazón.



Los higos, junto con los dátiles, los jínjoles y las pasas, son los frutos pectorales o béquicos, usados desde la antigüedad para combatir la tos. Una decocción de higos es un calmante de inflamaciones bucales y los higos abiertos y aplicados sobre flemones y callos, los ablanda y los resuelve.
En cataplasmas calientes, los higos tiernos calman el dolor de las quemaduras, abscesos y herpes, así como de otros tumores inflamados.

Pueden prepararse tostados y triturados, en forma de café. Este café tendría propiedades emolientes y pectorales. Igualmente para las verrugas y desde tiempos remotos, se ha utilizado el látex de los higos, que tiene la capacidad de destruir las proteínas. Las verrugas así tratadas se “queman” y caen.



Las historias no acaban y la higuera pareciera ser “el primer árbol” en muchas culturas. En la Biblia se relata que la higuera es el primer árbol del Edén. Una higuera fue también el primer árbol que plantaron los españoles en Perú en 1532.

Se dice que Siddhartha Gautama (Buda) tuvo una revelación debajo de una higuera, esta revelación lo llevaría a fundar el Budismo.

Como vemos, la información es amplia y podríamos seguir durante páginas y páginas, pero no es mi intención hacer un tratado, sino abrir la puerta a los curiosos para que puedan ampliar y profundizar todo lo expuesto.
Por mi parte y para finalizar, quiero quedarme con el dulce sabor de este fruto magnífico al que los Vedas denominaron: “flor de la mujer”.


Un abrazo.




Bibliografía:

Diccionario de los símbolos. Jean Chevalier/Alain Gheerbrant
Artículo de Carlos Azcoytia. Noviembre 2006. http://www.historiacocina.com/historia/articulos/higo.htm
El alma de los árboles. Miguel Herrero Uceda.


Comentarios

  1. Impresionante información!! e imágenes preciosas, yo también tengo dos plantas preciosas, y generalmente en el mes de marzo, he llegado a guardar hasta 20 frascos de mermelada!! ahora lamento que próximamente por una edificación tendré que deshacerme de una de ellas y me da muchísima pena!! :( pero bueno primero la casita Como siempre Viena es una gusto pasarme por aquí.Cariños

    ResponderEliminar
  2. Muy completo el informe para saber que los higos no son sólo una fruta deliciosa.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Espero que hayas descansado bien y a leer el post, diría que sí ;-) Muy interesante y útil!
    Gracias, un beso,
    Pier

    ResponderEliminar
  4. Que ricos los higos!! me ha gustado saber más sobre ellos...menudo trabajazo..Saludos

    ResponderEliminar
  5. Que interesante la historia sea de lo que sea. muy acorde para mi que también estoy recogiendo mis higos en casa.ya los hemos comido de varias formas y al final los hago al horno y los guardo en la nevera con el jugo que sueltan para poner encima del helado.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Mi fruta preferida, hoy acabo de hacer, otra vez, mermelada, me encanta todo lo que sea con esta fruta, menos el pan de higos, como a nuestro futuro bloguero...jajaja
    Vaya explicación has dado más genial, ignoraba muchísimas cosas, amos! he disfrutao nena.

    ResponderEliminar
  7. Me hice agua en boca estos higos. Tan ricos. Me encantan.

    Querida, gracias por tu comentario en mi blog. Siempre me alegran el día.

    Intentare a responder tus preguntas de una manera clara. Pues a pesar de yo ser española, nací en el Brasil y no conozco la España y no hablo español.
    Aqui en el Brasil, comemos galletas saladas con café también. Estas galletas quedan crujientes o más suaves, depende del tiempo en el horno. Son muy sabrosas.
    La mejor manera de conservar galletas, en mi opinión, es congelarlas. Este es el link de como hacerlo:

    http://eschocorango.blogspot.com/2009/07/puedo-congelar.html

    Espero que hay conseguido quitar tus dudas. Si quieres saber algo más, escribe me.

    ResponderEliminar
  8. Qué preciosidad la higuera y las fotos con los higos! Tu información, muy interesante, como siempre, gracias!

    ResponderEliminar
  9. Pues me alegro que hayas disfrutado de esas merecidas vacaciones. ¡anda, que el regalo que te has encontrado! ¡Vaya higos! Si es que están para comerse, y se ve que son d elos ricos, ricos... Disfrútalos, porque yo este año no he podido hacerlo mucho. Estaban malos por dentro, pasados, no sé por qué, por que las brevas sí salieron bien.
    Preciosas las fotos.

    ResponderEliminar
  10. Hola a todos y muchas gracias por venir a este espacio.

    María Elena: Ya veo que compartes el deleite por los higos conmigo. La verdad es que comerse un higo de estos recién cogidos de la higudera, es todo un gustazo.
    Gracias por tu visita y tu comentario.
    Un beso.

    Jose Manuel: Gracias por tu comentario. Es para mi un placer tenerte por aquí.

    Graciela: Gracias por tu comentario. Siempre recibo tu visita con mucho gusto. Da muchísima pena tener que matar un árbol, yo apenas lo soporto. La higuera de todas formas, es resistente y podrías trasplantarla, seguro que si tiene ganas de vivir, sale adelante y merece la pena salvarla.
    Un beso.

    Cris: Gracias por tu visita y por dejarme un poco de tu tiempo. Siempre es un placer.
    Un beso.

    Hola Pier: La verdad es que sí he disfrutado de las vacaciones, viajar me gusta mucho. Espero que tú también hayas tenido un buen descanso.
    Fantástica tu receta de la sepia, me encantó. Gracias por venir y dejar un comentario. Un abrazo.

    Caty: Gracias por venir a visitarme y dejar tu comentario, para mi es un regalo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Anna: Justo estuve haciendo un helado para comerlo con los higos. Yo los pongo en maceración con un licor divino que tengo, de la montaña de aquí y la verdad es que son una delicia.
    Estoy de acuerdo contigo en que la historia, sea de lo que sea es siempre interesante. La historia es como el equipaje que tienen todas las cosas y siempre es bien curioso indagar en esa maleta.
    Gracias por tu visita y tu comentario.
    Un beso.

    Sara: Gracias por tu comentario, siempre me haces reir. Como nos vamos conociendo poquito a poco, sabiendo que compartimos los gustos por ciertas frutas y ciertas cosas, me encanta.
    Aunque también aprendemos lo que no compartimos, a mi el pan de higos me encanta, por ejemplo, con almendras sin pelar. Lo hacía mi padre cuando éramos pequeños y forma parte de mis recuerdos infantiles. A mi me sale de cine.
    Un besito y no dejes de visitarme, que me das siempre una alegría.

    Talita: Eres muy amable viniendo por aquí a contestar mis preguntas, pero no te preocupes, yo habría ido a tu espacio a buscar la respuesta, además, tu blog me encanta, creo que tienes mucho gusto haciéndolo.
    Muchas gracias de todas formas y me has sacado las dudas, no había pensado en congelar las galletas, miraré el enlace porque me interesa, tengo un buen congelador, pero todavía no me acostumbro a sacarle partido, por ejemplo con las galletas es que ni se me había ocurrido. Creo que tengo mucho que aprender, sobre todo de personas como tu. Muchas gracias y un beso.

    Visc a la cuina: Me halaga tu comentario, de verdad, pero en realidad lo que sí es como siempre es el gusto de recibir tu visita por aquí.
    Muchas gracias y un beso.

    Mª Ángeles: Qué pena que no hayas tenido los higos. Yo no tengo brevas, mi higuera es de higos verdales y no tiene más que estos higos en estas fechas pero siempre han estado perfectos. Ahora he recogido los primeros, pero está el árbol lleno, de repente empezarán a madurar todos de golpe y entonces vienen las mermeladas y los secados, etc.
    Qué fruto más agradecido ¿verdad?, es tan aprovechado para todo que es una suerte tenerlos cerca.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Plas, Plas, Plas.....Plas, por lo menos unos 15 minutos de aplausos.
    Muy buena e instructiva la información.
    Gracias por compartir.
    He visto la receta que siguió a este articulo y veo que ha vuelto con tantas ganas de trabajar que cuando marchó de vacaciones.viene con ganas.
    Saludos

    ResponderEliminar
  13. Como siempre, un dulce espectacular.

    Tus recetas no dejan de sorprenderme, las fotos son preciosas.

    seguro que está delicioso :)

    Una muy buena propuesta para aprovechar los higos

    ResponderEliminar
  14. Hola Apicius: Jajaja, 15 minutos de aplausos sofocan a cualquiera, no se pase.
    Cuando estaba recopilando información, me acordaba de usted y sus entradas, vamos con la información que hay, pensaba, Apicius sí que hace un tratado. También me preguntaba ¿Lo habrá hecho ya? y me asaltaba la duda.
    Gracias por sus palabras, viniendo de usted los halagos son premios.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Laura: Muchas gracias por tus palabras. Creo que tenemos que divulgar el consumo de productos de temporada, porque en ningún otro momento están los higos como ahora, en su punto.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  16. Sólo pensar en unos buenos higos maduros, con su gota de miel en la punta, me convierte la boca en una especie de pantano de tanta saliva que produce. Como es evidente, aquí no hay: el clima no lo permite. Una lástima, porque esas cosas que vienen en cajas desde Turquía, más secas por dentro que la cantimplora de un tuareg, ni son higos ni son nada. En fin, espero resarcirme la semana próxima que voy a ir a España.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Ah Sorokin: Leer lo de los higos secos me ha hecho recordar también a los dátiles, ese otro manjar que también nos llega ya, seco como un bacalao, por favor, qué pena.
    Dicen que los higos secos tienen mucho más calcio que los higos frescos, pero estoy contigo en que esa gota de miel del higo recién cogido de la higuera, no puede compararse a nada. Espero que tengas un buen viaje hacia aquí y que disfrutes de nuestras cosas durante el tiempo de tu estancia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Con lo que me gustan los higos y éste año a penas los estoy comiendo...desde luego ese plato es un lujo...

    Un saludo!!!

    ResponderEliminar
  19. Hola Ana: Bienvenida a este espacio y encantada de conocerte. Me alegra de que compartamos el gusto por los higos. No dejes de comerlos antes de que pase la temporada, ahora es justo cuando están en su punto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  20. Mi querida Viena, un rápido apunte que me tengo que poner al día y leer bien los post atrasados, ya estoy de vuelta al mundo bloggero, aunque sigo de vaciones (es lo que tiene cogerlas tan tarde). Las palabras y fotos de este post son deliciosas y siempre siempre tus post, no sé como lo hace, pero me llevan a mi infancia. En casa de mis abuelos, la gran higuera, donde jugábamos todos los primos, cada gran ramificación del tronco era la casa de uno de nosotros... y ese olor de las hojas de higuera..

    He visto en tu anterior post que fuiste al sitio qeu te recomendé en Freiburg, no sabes como me alegro, me tienes que contar que tal Freiburg, durante años tuve una conexión especial con este lugar, un amor en aquellos paisajes de la Selva Negra. Si quieres contarme más escribeme a delikatessences@gmail.com, estoy deseando leer los sitios que descubriste y fue una pena que no viera antes tu post para avisarte de muchas cosas, la próxima vez sin duda. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  21. Querida Delikat: Es un placer tenerte de nuevo por aquí ¡Ahora sí estamos todos!. No me funcionaba el blog, no podía enviar mensajes, así que te he contestado en tu blog, pero creo que tampoco salió, la cuestión es que después de tantos intentos, ya no sé lo que te he dicho, ni lo que no. Principalmente te decía que me ha hecho mucha ilusión estar en un lugar tan especial para ti. Que tengo que contarte muchas cosas y que en cuanto tenga un ratito, te escribo un mail, además te voy a mandar algunas fotos, que seguro te harán recordar y te gustarán.
    Aquello es tan bonito, tan verde, tan cuidado en todas partes, que me he quedado impregnada de todos esos paisajes. Deseando ir de nuevo.
    Me gusta mucho verte por aqui aunque sé que para ti habrá sido una corta ausencia, pero espero que disfrutes mucho las vacaciones que te quedan.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  22. yo tengo pendiente subir a mi blog uans fotos d eunos higos que cogimos (y de los cuales hemos hecho un hojaldre). Es que sinceramente es un fruta digna de fotografiar como tu bien has hecho!

    saludos!

    ResponderEliminar
  23. Arantxi: estoy de acuerdo contigo, es una fruta tan apetitosa, sobre todo cuando viene directamente del árbol.
    Justo yo tengo anotada una receta de hojaldre con higos, a ver si veo la tuya y me animo, quiero aprovechar todos los higos, con postres, mermeladas, hojaldres o lo que sea.
    Gracias por tu visita.
    Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario