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Guisado de conejo: Décima hernandiana.

                                                                               


                                                                                                 



Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.

 
 






Hoy 30 de Octubre de 2010 se cumple el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, uno de los poetas más grandes de nuestra historia.
Nació en Orihuela, en la calle de San Juan. De la edad de mis abuelos, Miguel Hernández debió cruzarse con ellos en más de una ocasión, debió mirar los mismos limoneros y escribir a la vera del mismo río en donde pescaba o se bañaba mi abuelo Manuel.

Miguel era un poeta de la tierra y solo hay que leerlo un poco, para darse cuenta de su integridad. Un hombre sencillo, un cabrero, aunque no un inculto.

Murió tuberculoso en la cárcel de Alicante, en Marzo de 1942, a sus 31 años. La enfermedad solo fue una excusa, Miguel murió víctima del abandono y del olvido al que se condena a los defensores de la libertad.
Durante cuarenta años, ese olvido continuó, pero justo era que por fin, se le rindiera un merecido homenaje. Eso ha sido en este año, declarado a nivel mundial Año Hernandiano.

Mi aportación ha sido pequeña, muy pequeña, pero me siento muy contenta de haberla hecho, pues Miguel es un poeta de mi pueblo, con el que me identifico más que con cualquier otro. Su lenguaje es mi lenguaje, sus anhelos rurales mis anhelos y su visión un tanto ingénua o primitiva de la naturaleza, la mía propia.
No puedo dar por concluida esta serie y cerrarla sin más, porque me daría mucha pena y porque quedan muchas recetas hernandianas en la reserva. Quizás en algún momento tenga que retomarlas, porque se me han quedado ahí el arroz de bancal, el guisaíco de pavo, el trigo picao, la sopada, los chatos, los pastelicos de carne… Muchas preparaciones, muchas recetas de la tradición de un pueblo, que tiene buena gente en sus entrañas, gente sencilla que mira al cielo cuando sale a la calle y da los buenos días, gente que todavía sabe interpretar las cabañuelas.
Esa gente es mi gente, con ella y con vosotros, los que me habéis estado siguiendo en esta serie, hago un guiño a Miguel Hernández y le digo un: ¡Hasta luego!


Con esta receta, quiero también hacer mi última aportación al I Concurso Internacional Gastronómico, organizado por:
Apicius  del blog: La Cocina Paso a Paso, cuyos patrocinadores son:


 
Y ahora vamos con la receta.

 
 
 
Ingredientes:

Aceite de oliva vírgen extra
Dos o tres patatas
Un conejo
Dos dientes de ajo
Sal y pimienta negra
Unas hebras de azafrán
Medio kilo de ternera para picar
Cuatro trocitos de magro de cerdo
Un blanco
Una rama de perejil
Una rebanada de pan duro
2 tomates maduros
Un huevo
Un puñado de piñones
Un puñado de almendras


 
 


Lo primero que haremos es el relleno, para lo cual, picamos el medio kilo de ternera con el blanco y los trocitos de magro de cerdo.




En un bol, mezclamos la carne picada con un huevo, un puñadito de piñones, un diente de ajo picado fino, sal y  perejil bien picado.




Añadimos una rebanada de pan previamente mojada en agua y amasamos bien.




Formamos bolas del tamaño de una nuez grande y reservamos.




Ahora en una sartén, freímos las almendras cuidando de que no se quemen, solamente tenemos que tostarlas ligeramente.




Apartamos las almendras del fuego y las ponemos en el mortero junto con un diente de ajo y una ramita de perejil bien picado.






Hacemos una picada y reservamos.




En una perola de barro, ponemos un fondo de aceite y esperamos a que se caliente.




Echamos las albóndigas y freímos ligeramente dándoles un par de vueltas. Sacamos y reservamos.






En el mismo aceite, freiremos el conejo, esta vez, bien frito. Salpimentamos.





Mientras tanto, rallamos los tomates maduros.





Echamos en la cazuela con el conejo y seguimos friendo.




Cuando el conjunto está bien hecho e integrado, añadimos las albóndigas y también las hebras de azafrán.






Luego añadimos las patatas rasgadas. Cubrimos de agua y si nos gusta, le ponemos un toque de colorante.




Dejaremos hervir a fuego medio durante una hora o hasta que veamos que todo está tierno y en su punto.




Irá reduciendo, hasta conseguir un plato jugoso e integrado.

Cuando apagamos el fuego, añadimos la picada del mortero y removemos con cuidado, mezclando muy bien.





Dejamos reposar durante unos minutos, paso imprescindible antes de degustar nuestro guisado.




Finalmente solo nos queda dar gracias por tener este suculento y delicioso plato en nuestra mesa.






Espero que esta serie os haya gustado.

Nos vemos pronto.





Comentarios

  1. Que si ha gustado, esta serie te ha quedado de lujo. Este plato final me ha sorprendido bastante por lo completo y encima la carne de conejo que es una de mis favoritas.

    Saludos.

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  2. Adoro las albóndigas, cualquier pelotita de comida me cae perfecta, y si viene acompañada de una salsa tan suculenta... en fin, qué decir.
    No he leído mucho a Miguel Hernández, pero o poco que vi suyo me ha encantado. Bridno por esta fecha tan especial. :)

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  3. Viena, magnífica y muy emocionante la introducción. De verdad.

    La receta tiene un aspecto muy bueno también, pero yo no como conejo. Me niego desde que mi madre cocinó cuando yo era niño a mi conejo favorito, que miraba con esos ojos tan despiertos y tan tiernos. En cualquier caso, puedo intentar hacer las albóndigas, aunque también las terneras miran con ojos tiernos (¡ay! las contradicciones que nos acosan todos los días).

    Un besazo

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  4. Viena linda introducción bello el poema, como un "poema" te quedó este plato así decia una de nuestras grandes cocineras argentinas! espero tengas muchísima suerte con el concurso ya que la receta lo vale y mucho te has esmerado, yo me entusiasmé en participar...pero hay que vivir allí ;-( ojalá te ganes esas cacerolas! me facinan. Besitos y suerte!!!!!!!

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  5. Buenos Dias Viena
    Su receta ha sido registrada para el concurso.
    Con esta receta ha cumplido el cupo de las tres recetas con las que se puede participar.
    Espero que tenga suerte con la decisión del jurado.
    Gracias por participar.
    Saludos

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  6. Ayer viendo las noticias me acordé de tí, las recetas me han acercado más al poeta que lo que digan en la tele. Que tengas mucha suerte en el concurso, que te la mereces. Besos.

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  7. Gustado y degustado tu receta hasta el final, Viena. Todas tus palabras sabores y olores. Me encanta el conejo, y si es cocinado en cazuela de barro, con sus albóndigas con piñones y las papas, aiss que bueno tiene que estar este guisao para un día lluvioso como hoy, debe reconfortar cuerpo y alma.

    Y me da pena que se acaben por ahora estas hernandianas que me han gustado tanto. Pero me alegra saber que solo es un hasta luego, porque me identifico contigo, con Miguel Hernández y con la poesía.

    Y quería dejar un poema que me gusta tanto de él como:

    Llegó tan hondo el beso
    que traspasó y emocionó a los muertos.

    El beso trajo un brío
    que arrebató la boca de los vivos.

    El hondo beso grande
    sintió breve los labios al ahondarse.

    El beso aquel que quiso
    cavar los muertos y sembrar los vivos.


    M. Hernández murió con la edad que yo tengo ahora, qué curioso...

    Bueno no me enrollo más, que la masa de pan está lista para hacer los panecillos.

    Muchos besos Viena. Y muchas gracias.

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  8. Viena, que homenaje mas bonito haz hecho, el plato como siempre fantastico
    un beso
    Amalia

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  9. A pesar de lo dicho ya ves que no me he ido :-) es que no podía dejar de decirte el aspecto sensacional que tiene este estofado. Qué poca justicia se le hace al conejo, verdad?

    un beso, guapa.

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  10. Tu homenaje ha sido sincero y profundo hacia el poeta, además de original, y eso es lo que importa por pequeño que tú lo consideres Viena. Lo grande la mayoría de las veces, está en las cosas pequeñas.

    Yo al igual que nuestro amigo el Sorokin no como conejo, pero no comparto la historia del dulce conejo y mascota en la tierna infancia... Simplemente de pequeña vi limpiar uno delante de mí y me dio un no se qué... pero que me hubiera podido pasar con cualquier animalillo.

    Un abrazo Viena y muchas gracias por mostrarnos la cocina de Orihuela, y todo lo que llevaba implícito de usos sociales y costumbres. Ha sido todo un nuevo mundo descubierto.

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  11. En fin, que una delicia todo. Leer a Miguel, oír su historia que, como dices, tenemos que contarla mucho por la de años que ha estado a la fuerza olvida y prohibido... y la del arrope! que me la había perdido... cuántas veces le oí a mi madre hablar con nostalgia del arrope... yo también digo a esta serie hasta pronto, que no quiero pensar que no volveré a ver sus versos escritos en este blog...
    Besos

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  12. vaya tela estas albóndigas, que ricas,como las de mi madre! aprovecho para invitarte a participar en un concurso de tapas de mi blog.

    http://elenaensusalsa.blogspot.com/2010/10/i-concurso-elena-en-su-salsa.html

    saludos,

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  13. Un plato riquisimo¡¡¡¡¡y un paso a paso estupendo
    besos

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  14. Riquisimo guiso de conejo y magnifico paso a paso.
    Bss.

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  15. Hoy hemos comido conejo para comer, pero mucho más sencillo que éste, sin duda, porque sólo llevaba cñac y una picada!

    A mí no me gusta mucho la carne de este animal, pero como en casa les encanta, suelo cocinarlo a menudo.

    Respecto a la pregunta que me hiciste en el post anterior, en el de los arropes,lo único que puedo decirte es que vi el poema en el libro de Vicent Marquès, Mitja dotzena de llepolies. Era el capítulo dedicado a los arropes y decía que era un poema de Miguel Hernández titulado "Levante".

    A ver si tienes suerte y encuentras el poema entero!

    Un abrazo

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  16. Miguel Hernández ha sido un referente para mi desde que era jovencita, tanto su poesía como su vida siempre me emocionan y creo que es uno de los mejores poetas en español de todos los tiempos. He oído a decir a gente (que probablemente no lo ha leído o no saben nada de poesía) que Miguel debe su fama a las circunstancias de su vida y su muerte, y yo sin embargo, creo todo lo contrario, que por culpa de las terribles e infames circunstancias nos perdimos lo mucho que aún le quedaba por ofrecernos, otra de las muchas cosas que nos quitó la guerra y la dictadura.
    Muchas gracias por habernos hecho disfrutar tanto con esta serie, ha sido magnífica!
    Este plato me suena mucho a los guisos que se hacen por aquí, pero nunca había visto combinar el conejo con las pelotas...me encanta!
    Un besazo, amiga.

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  17. Como he disfrutado y aprendido con esta serie.....no soy de comer conejo.....pero cada receta la he disfrutado....y vaya si ha sido cierto pues ya he probado dos y aun me quedan otras dos en la lista!!....cuanto te agradezco haber coconocido algo mas de las costumbres del pueblo de Miguel.....Gracias Viena!!......Abrazotes, Marcela

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  18. Nos has descubierto una nueva receta para hacer el conejo de forma diferente.
    Es original con las albóndigas.....algún día caerá por casa.
    Un beso.
    Joan i Sara

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  19. Hola Jose Manuel: Gracias por tus palabras y me alegro de que el conejo te guste, porque así probarás algún día esta receta, que es tradicional de mi pueblo y que seguro que te gustaría.
    Un beso.

    Mandarina: Gracias por venir y dejar tu comentario. Miguel Hernández era un gran poeta, leerlo es muchas veces un sereno ejercicio, otras veces, medlancolía, pero no te deja nunca indiferente.
    Un beso.

    Querido Sorokin: Seguro que en estos momentos viajando hacia Buenos Aires. Ya sé que no comes conejo, a mi me habría pasado lo mismo, y de hecho me pasó, pero con dos gansos. Antes la sensibilidad hacia los animales parece que era otra, porque mi madre misma, que sacrificó a esos dos gansos sin pensar que eran mis mascotas, hoy se deshace con su gato o con sus perros. Quizás como decía alguien, a medida que evolucionamos nos hacemos más solidarios con los animales, o algo así, en realidad creo que dijo que la evoluciópn del hombre le llevará a ser vegetariano.
    Yo tengo historias personales varias sobre los animales, así estuve años vegetariana, ahora todavía como muy, muy poca carne, no digo que sea vegetariana porque cuando lo fui, era de verdad, ni carne, ni pescado, ni siquiera huevos. Ahora soy mucho más moderada.
    Un beso y buen viaje.

    Graciela: Muchas gracias por tus palabras, la verdad es que el concurso está muy reñido, se han presentado muchas recetas y prácticamente todas de una gran calidad, pero bueno, gane o no gane, yo me doy ya por premiada con vuestros comentarios y con que esta serie de Miguel Hernández, haya llegado, como lo ha hecho, a bastante gente.
    Un beso.

    Apicius: Muchas gracias por todo.

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  20. Querida Caty: Lo que me dices tiene más premio del que te imaginas para mi, porque esa era la cuestión, desempolvar un poco nuestros recuerdos de Miguel Hernández, traerlo a la superficie y comentarlo, conocerlo, quererlo.
    Muchas gracias por tu comentario, de verdad que me llena de satisfacción.
    Un beso.

    Laurita: Qué decirte, si estoy tan contigo que parece que todo queda dicho:
    "Llegó tan hondo el beso
    que traspasó y emocionó a los muertos."

    Qué fuerza en este verso, qué fuerza tan grande. Esta serie, a mi la primera, me ha removido mucho, seguramente los versos de Miguel Hernández, han traspasado mi piel como lo hacían antaño, hace mucho tiempo, y de nuevo me calan haciéndome más sensible si cabe, y eso es bueno. Siempre estamos en tiempo de defender la justicia y por supuesto el amor, que yo creo que es amor sobre todo, lo que desprenden los poemas de Miguel Hernández.
    Un beso.

    Hola Aandara: Gracias por tu visita y tu comentario. Me alegro de que la receta te haya gustado. Un beso grande.

    Maduixa: Bienvenida a este espacio en el que espero que compartamos más cosas. Muchas gracias por tu comentario y por estar aquí.
    Un beso.

    Querida Delikat: Yo también soy de pequeñas cosas, siempre digo que prefiero los gestos a las gestas, y así es como me conduzco en la vida más o menos, fijándome en lo que muchas veces está escondido, en el detalle que es el que engrandece cualquier cosa, persona o paisaje. Sin embargo, sobre Miguel Hernández la verdad es que me habría encantado poder hacer un homenaje más grande, en el sentido expansivo, que llegara a más gente. Todavía hay muchas personas que no lo conocen. Espero que a quienes más corresponde y mejores medios tienen, les haya ido muy bien en este año hernandiano, destacando la figura de este poeta que ante todo fue un hombre sensible e íntegro.
    Este guiso se puede hacer lo mismo con pavo, se me olvidó decírselo a Sorokin, porque el conejo la verdad es que no es la más popular de las carnes, demasiado parecido al animal doméstico, seguramente, como para que nos de cierto rechazo.
    Un beso grande y gracias por tu comentario.

    Querida Mai: Gracias por tu comentario, sabes que siempre es una alegría para mi verte por aquí. Sobre el arrope, estoy en ello, estamos en ello en realidad, Carmen, de Saborearte entusiasma: http://saboreartentusiasma.blogspot.com/
    un precioso blog que igual ya conoces, me ha llevado justo hoy hacia una receta de arrope y estoy ilusionada porque en cuanto pueda, lo voy a hacer y lo traeré al blog.
    Un beso muy grande chiquita.

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  21. Hola Elena: Bienvenida a este lugar y gracias por tu comentario. He pasado por tu blog y me ha gustado el concurso, pero no te puedo prometer que pueda participar, la verdad es que estoy super liada y muy mal de tiempo, pero lo intentaré, eso sí, además me encantaría tener ese premio, voy detrás de él hace tiempo. Un beso.

    Isa: Gracias por tu comentario. Me alegro de que te guste la receta. Un beso.

    María Elena: Muchas gracias por tu visita y tu comentario. Un beso.

    Hola Margarida: Gracias de nuevo por tu visita, siempre me da alegría verte por aquí. En cuanto al poema, sabiendo el título, imagino que lo encontraré más fácil, aunque a un primer golpe de búsqueda no lo he encontrado, es raro. Seguiré buscando.
    Un beso.

    Lola: Estoy totalmente de acuerdo contigo, creo que Miguel habría tenido una vida literaria fructífera y seguramente se habría desentendido de las ideas políticas que más tarde se le han atribuido, porque yo creo que es difícil constreñir a los poetas a una idea fija, el espíritu de un poeta es demasiado abierto como para eso.
    Pero nos quedamos con la duda y Miguel ha sido muy usado por uno y otro extremo, como piedra arrojadiza. Yo solo veo en él al hombre, al hombre enamorado, al hombre encarcelado y al hombre sensible que miraba una rama de limonero y le brotaba un poema.
    Muchas gracias por estar por aquí cerca, tu comentario, tu visita, me arropa, me anima y me esperanza, así que muchas gracias Lola.
    Un beso.

    Marcela, corazón: GRacias por tus palabras, siempre tan entusiasta, tan amable, me encanta que vengas por aquí y me dejes estos regalos.
    Me encantó, me dio una alegría enorme saber que hiciste los cucurrones y los tres puñaos y te salieron tan ricos.
    Un beso muy grande.

    Bienvenidos Joan i Sara: Es una gran alegría veros por aquí y bueno, un honor que me digáis que haréis esta receta en vuestra casa. Os va a gustar, ya veréis, incluso la mejoraréis.
    Un beso grande.

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  22. Qué color tan doradamente apetitoso. Me gusta mucho el conejo pero no lo sé preparar. Me parece una receta interesante por la combinación de texturas y carnes.
    Has hecho un gran homenaje al poeta Hernández, a la tierra y a sus manjares, querida Viena, he disfrutados tus Hernandianas como nadie.
    Un gran abrazo y estaremos atentos a tus guisos y demás delicias que salpimentas con poemas e historias.
    Saludos

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  23. VIENA, tu aportación al centenario de Miguel Hernández ha sido un lujo y te doy las gracias por compartirlo. Estos días he estado fuera y estaba ansiosa de llegar y ver tu receta. Me has creado adicción a tus hernandianas, y espero que vayas haciendo todos esos platos que te han quedado pendientes. Ha sido un placer recordar la poesía de Miguel Hernández, descubrir las recetas de tu tierra y leer las entradas que nos has hecho con cada una de ellas. Un abrazo y buena semana.

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  24. Magistral, es lo que te puedo decir.
    Ten por seguro que Miguel Hernández te lo agradece esté donde esté.
    Me pareció muy triste que un hombre brillante muera en la cárcel, asi de dura es la vida.
    Gracias por acercarnos y saber de él, para los extranjeros como yo.
    Y el guisado, madre mía, parece que se puede sentir el olor hasta aqui, hermoso.
    besos
    Gaby

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  25. Hola viena que bonito poema, corto pero intenso.
    El plato que nos has hecho tiene que ser una maravilla, me gusta mucho el conejo y las albóndigas la combinación estupenda, una cazuela de locura.
    besos guapa
    feliz semana

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  26. Toda una auténtica delicia el plato de hoy. Si yo llevo el pan ¿me invitas?
    Sobre lo que me comentas de las cajitas... uffffffffff me he vuelto loca buscándolas y que fueran más o menos económicas. Yo me hice con unas de la Bolsera, lo malo es que solo venden en Bcn y no tienen tienda online. Yo las conseguí porque unas bloguera (que reside en Barcelona) me hizo el enorme favor de comprármelas y mandármelas. No obstante yo les mandé un email y me dijeron que me las podían mandar sin problema. Las hay de diferentes tamaños, salen bastante bien de precio y son muy fáciles de montar. Espero que esto te sirva...

    Besos.

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  27. Hola, mi querida Viena.

    Mucho me apetece experimentar conejo, pero no a mi esposo. Entonces, nunca hay probado. =/

    No tengo como agradecer todo tu afecto para conmigo. Muchas gracias por todos los elogios a mi persona. Es muy bueno saber que también tengo lectores en España, por mi abuelo español.

    Un besazo y un grande abrazo

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  28. Menudoooo post, madre mía, me gusta todo, desde el relato a la insuperable receta ... pero si casi la pruebo con ese paso a paso tan esplendido que nos has mostrado, te diré que me he quedado fascinada con esta receta, tiene que ser un absoluta maravilla, los de Apicius van a alucinar con tu aportación, es insuperable¡¡¡

    Besotes guapa

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  29. Querida Claudia: Muchas gracias por tu comentario. El conejo tiene muchas posibilidades, es sabroso y se cocina de muchas formas, así que si te gusta, yo te diría que empieces a experimentar.
    Claro que seguiremos viéndonos por aquí.
    Un beso.

    Anna: Qué cosas me dices, esto da subidón, en serio. En algún momento cuando haga esas recetas que se han quedado por ahí, las meteremos como hernandianas, la verdad es que esta puede ser una serie abierta, hay muchas recetas tradicionales importantes y algunas de ellas pidiendo socorro para ser salvadas. Yo creo que seguiré, claro que si, pero intercalando. Ahora creo que volveré al dulce, mis hijas están de enhorabuena, porque voy a volver a las tartas jajaja. Somos unas golosas en esta casa.
    Un beso y gracias de nuevo.

    Gaby: Gracias por tu visita y tu comentario, con tanto cariño, de verdad, muchas gracias.
    Un beso.

    María José: Sé que te gustan los poemas de Miguel Hernández, es que son muy bonitos ¿verdad? Anímate con este guisado que seguro que tu lo bordas y muchas gracias por tu comentario.
    Un beso.

    Silvia: Muchísimas gracias por la información, claro que me vale, tengo gente en Barcelona que puede enviármelas, ahora tengo que escribirles y ver las medidas que tienen y los precios, pero sí, me sirve mucho, este año, a puertas de las navidades y estoy apurada con las dichosas cajas, porque mi proveedor habitual ya no trae las que suelo usar y no he encontrado en ninguna parte.
    Gracias también por tu comentario y tu visita.
    Un beso.

    Talita: Cada elogio como tu dices, te lo mereces y mucho, el chocorango habla solo,estoy embobada con tus preparaciones y tus fotos, además de eso, eres simpática, cariñosa y guapa, así que ¿cómo no vas a merecer elogios?
    Gracias por venir a visitarme.
    Un beso.

    Querida Trotamundos: Jajaja, me haces reír, así que los de Apicius van a alucinar, no veas la calidad del concurso y las recetas que se han presentado, deben haber alucinado pero con todas ellas.
    En serio, muchas gracias por venir a visitarme y dejarme tu amable comentario. Espero que estés más tranquila con todo lo tuyo. Con lobuena que eres, no sé ni cómo te inquietas, seguro que donde vas triunfas.
    Un beso.

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  30. Hola Viena solo pasaba a saludar y saber si todo esta bien
    un beso
    AMalia

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  31. Hola Amalia: Todo está muy bien ¿Por qué has pensado que no? Imagino que será porque no me has visto mucho esta semana, pero la verdad es que con las clases no doy para más, voy a tope entre semana. Los viernes descanso, aunque es un decir, tengo el tiempo justito. Espero ponerme al día durante el fin de semana. Muchas gracias por la visita y por el detalle de preguntar. En cuanto pueda, voy a verte.
    Un beso.

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  32. Precioso, profundo y sincero.
    Gracias por tu merecida exaltacioón del gran poeta Miguel Hernandez y por darnos a conocer estas recetas tan tradicionales.
    ***Un abrazo muy fuerte preciosa Viena.

    Nota: El restaurante donde comimos el arrope, fué en el Plat, calle Ciscar nº3 Valencia.

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  33. Solo decir que la receta es de premio: las fotos, la fuerza del plato, el homenajeado....
    Que hombre tan bello!!! Que hombre tan hombre nuestro Miguel Hernandez. Un humano con los otros; con el grupo que lo hace.
    Lástima no haber estado allí para cuidarlo.... Lástima que ahora mismo, en otro tiempo y en otros lares no cuidemos a tantos migueles y miguelas que andan por ahí escribiendo de algún modo, versos hernandianos.

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  34. Este guisado no se puede creer, qué delicia!
    "Varios tragos es la vida
    y un solo trago es la muerte."
    Disfrutemos de esos tragos en memoria del poeta...
    Besitos

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  35. Querida Fe-i*ká: Gracias por tu comentario y por tu piropo, que siempre viene bien, que quieres que te diga. Tomo nota del restaurante, ya son dos al menos los restaurantes que conozco que lo sirven, eso está muy bien, al menos no se perderá la elaboración.
    Un beso.

    Ale: Qué razón tienes con lo de: lástima que no cuidemos ahora mismo a los migueles y micaelas que habrán por el mundo lanzando su poesía, su pintura, su música, o simplemente su creatividad, algo que deberíamos siempre defender. Gracias por venir a verme también por aquí, me da mucha alegría.
    Un beso.

    Cris: brindemos, disfrutemos como dices, de esos tragos.
    Muchas gracias por tu comentario y por tu copa en alto para brindar conmigo.
    Un beso.

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  36. Leo tu entrada y me llaman la atención los contrastes, esta comida es un super lujo, elaborada minuciosamente, con reposo, con detalles y sazones delicados y sin embargo tú mencionas que es la comida tradicional de la gente sencilla. Gente sencilla sí, pero con un arraigo sobre sus raíces que se manifiestan en un dejo melancólico como la poesía de Miguel Hernández.
    He disfrutado enormemente estas entregas, esta unión del espíritu y el cuerpo sensorial, y yo, aquí, desde mi hogar sin moverme quedo complacida y feliz.
    Gracias por existir querida

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  37. Querida Carmen: Gracias a ti por tan amables palabras. Yo hablaba en una de estas entradas de estos contrastes que mencionas, incluso a nivel alimenticio. Mi padre que nació al igual que mi madre en Orihuela, tuvo que venirse a Alicante cuando tenía 8 o 9 años y vivir durante un tiempo en la ciudad, luego volvió a Orihuela en donde viven actualmente. Bien, cuando ellos hablan de aquellos tiempos, mi padre le dice a mi madre que en Orihuela no había hambre, en Alicante sí, en la ciudad todo cuesta dinero y no tenían nada que comer, en la huerta, los huertanos tenían verduras y frutas y además, criaban animales con las sobras de su comida, así que eran ricos en alimentos. Mis abuelos mismos, que eran pobres de solemnidad, mi abuelo albañil imagínate, la profesión que junto a la de basurero era (antaño) la más baja de todas, y en su casa, criaban pavos, hermosos pavos que mi abuela sacaba a pasturar a la voz de: "pavi, pavi.." así que eran sencillos, muy humildes, pero se podían comer un arroz con pavo o un guisado como este un domingo, eso sí, eran comida de domingo.
    Los contrastes siempre fueron vecinos de mi vieja Orihuela, es así. Miguel Hernández, era cabrero en su juventud, pero al mismo tiempo, cultivaba su mente en círculos intelectuales, por eso hay toda una corriente que dice que ha sido malinterpretado como el poeta ignorante, porque era de pueblo, hasta la médula, si, pero no un ignorante, muy al contrario, su sensibilidad y sus anhelos de saber, le hicieron bastante culto, solo hay que leerlo para comprobarlo.
    También es un contraste que un pueblo tan humilde, tan cercano a la tierra, haya tenido siempre políticos tan burgueses, de la derecha. Esto ha tenido sus consecuencias, por un lado, siempre ha dado una juventud intelectual contestataria bastante revolucionaria, como es natural, y por otro, una clase media bastante aburguesada que impide muchas veces que esta ciudad, tan monumental, tan extraordinaria, crezca y abra sus puertas al mundo, todo eso, con lo bueno y malo que conlleva. Contrastes, como tu dices.
    Un beso y muchísimas gracias por tus palabras.

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  38. Lástima he llegado recién ahora a tu blog, pero por suerte puedo recorrer tus entradas anteriores, Miguel Hernández significa mucho para mí, lo aprendí a leer y querer hace ya largos años, y te puedo decir que he llorado con esta entrada, no exagero, estoy muy conmovida. El año Hernandiano tuvo mucha manifestaciones en todo el mundo, pero estos aportes más bajo perfil son los que a mi me gustan, aquí no hay egos en juegos, simple amor por tu terruño y su poeta. Un gran beso

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  39. PAMELA: Muchas gracias, solo eso, gracias por tus palabras.
    Un beso muy fuerte.

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