Son tan fáciles de hacer, tan
ricos, tan blanditos, que no tenéis excusa. Si queréis hacer un dulce casero
maravilloso, aquí lo tenéis.
En dos versiones: con queso y
mermelada o con chocolate.
Os preguntaréis lo del suero y no tiene misterio. El suero
es la parte líquida, acuosa que queda al coagular la leche.
Durante mucho tiempo, se consideraba un desecho en la
fabricación de queso, pero eso ha cambiado. Ahora se sabe que es rico en
proteínas, grasas y minerales, es decir, una buena fuente de nutrientes, así
que ya no se desperdicia, sino que se utiliza de muy diversas formas.
Esta semana en la escuela, estuvimos haciendo queso
fresco. En esta entrada podeis ver el proceso paso a paso https://saboresdeviena.blogspot.com/2010/09/panir-un-queso-fresco-casero.html
Los alumnos hicieron sus preciosos
quesos y nos sobró mucho suero. La
mayoría se lo llevaron para usarlo, pero algunos lo dejaron y por eso tenía yo
suero disponible. De ahí tuve la idea de hacer estos bollitos y así también les
puedo pasar a los alumnos la preparación para que usen su suero.
Bueno el suero es un líquido así
de bonito
En cuanto a su obtención, hay varias formas:
La leche se puede coagular por acidificación, con limón
por ejemplo y también con bacterias acidolácticas, presentes en el yogur.
Así es como nosotros hacemos nuestro queso fresco.
Otra forma que es la más utilizada en la industria, es mediante enzimas, con cuajo animal, que se
puede adquirir en farmacias, aunque mucho mejor, podemos obtener esas enzimas
también de vegetales como la higuera o la alcachofa.
La cuestión es que simplemente tenemos que coagular un
poco de leche para obtener por un lado la caseína o gel y por otro lado, el
lactosuero.
Para la receta, si lo veis muy complicado o no tenéis más
tiempo, podeis usar en su lugar por ejemplo, un yogur desnatado. Como veis, os
lo pongo bien fácil.
Venga, vamos al lío:
Ingredientes:
350g. de harina de trigo y algo más para la mesa de
trabajo
Una cucharadita de levadura Royal
100g. de mantequilla
100g. de azúcar
150g. de suero de leche (o un yogur natural)
Y así procedemos:
Colocamos la harina en un bol, junto con la levadura y el
azúcar. Mezclamos bien.
Añadimos la mantequilla y vamos mezclándola, frotando con
los dedos, hasta que conseguimos una especie de miga.
Hacemos un hueco en el centro y añadimos dentro el suero
de leche
Removemos e integramos bien, formando una sola masa
Enharinamos la superficie de trabajo y volcamos en ella la
masa, que será bastante suave, por eso conviene ayudarnos con una espátula.
Amasamos un poco y extendemos con ayuda de un rodillo,
dejando un grosor a la lámina de unos dos centímetros más o menos.
Entonces con un cortapastas, vamos haciendo círculos y
depositando en una bandeja de horno
Horneamos a 200 grados más o
menos, durante diez o doce minutos, hasta que los veamos hechos.
Así salen del horno, un poco
hinchados. Ahora vamos a preparar los dos rellenos, para hacer dos versiones.
Por un lado, hacemos trufado de
chocolate, con los siguientes ingredientes:
250g. de chocolate
200g. de nata para montar
Hervimos la nata y la echamos
sobre el chocolate troceado. Dejamos reposar unos minutos y removemos bien
hasta tener una crema lisa y brillante.
Por otro lado, hacemos relleno de
queso crema con:
200g. de queso crema
50g. de azúcar glass (o al gusto)
Mezclamos bien, probamos y
ajustamos de azúcar a nuestro gusto
Ahora vamos a rellenar los
bollitos. Podemos hacerlo simplemente con una cuchara, o como en este caso,
cargando dos mangas: una con chocolate y otra con el queso
Abrimos los bollitos con cuidado
y vamos rellenando y cerrando.
Los de relleno de queso, los
completamos con una mermelada que nos guste. Yo les puse mermelada de fresa
casera que tenía en la nevera.
El resto es coser y cantar. Si
queremos embellecerlos un poco, le espolvoreamos azúcar glas y si nos sobra
chocolate, decoramos con unas tiras por encima.
O sin nada
Los guardamos en la nevera hasta
el momento de consumirlos y os aseguro que estarán deliciosos, un auténtico
placer en la boca.
Sé que el dulce, está muy
denostado últimamente, el azúcar demonizado. Ya nadie parece querer
comerse una buena torrija o un puñao de
churros, qué se yo. Son las reglas que imponen las últimas tendencias
dietéticas, pero como todo el mundo sabe, toda regla se acaba convirtiendo en
un obstáculo.
Os deseo una semana feliz y
tranquila, pero que si tiene sobresaltos, sean por algo que realmente merezca la pena.
Nos vemos pronto.
¡Gracias, Viena, por este nuevo regalazo!
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con lo que dices acerca del azúcar. El agua también es muy mala si te bebes 10 litros de golpe... jajaja... ¡Viva la sabrosa torrija!
Con la divertida foto del cortapastas te envío un beso y mis mejores deseos para todos y todas.
PD. Sabores de Viena es el mejor blog de la blogosfera... ¡con diferencia! ;-)
Jajaja Loam, Sabores de Viena y Arrezafe ¡Faltaría más!
EliminarGracias a ti por venir a visitarme y dejarme un poco de tu tiempo y de tu amabilidad.
Un abrazo
Madre mía, qué pintaza tienen. Con lo que me gustan a mí las cosas blanditas y dulces. Lo del suero lo veo complicado, pero como das la opción del yogur, los haré.
ResponderEliminarUn beso
¿Te creo? ¿Los harás? Jajaja. Bueno, si los haces te garantizo una experiencia divina, porque están muy buenos y porque además se disfruta haciéndolos, de verdad.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.